The Elder Scrolls Online

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Nadie puede dudar que la saga Elder Scrolls es una de las más laureadas de los últimos años. Y como casi toda saga RPG, parece que siempre se deben meter en el complicado mundo de los MMO. Tiempo después de salir en PC y convertido ya en una especie de F2P (el juego sí lo pagamos aunque luego no hay cuotas) llega a nuestras consolas con la misión de ser el título del género más jugado en ellas.

Lo primero que hay que destacar en The Elder Scrolls Online es que no inventa ni renueva nada en el género. Bethesda sabe lo que gusta en la saga y así lo ha reproducido en el juego. Muchas veces tendremos la sensación de estar jugando a un Elder normal ya que salvo pinceladas, el juego no dista de ser un capítulo de la saga pero con cooperativo. ¿Es esto malo? No, sobretodo para aquellos que no se quieren complicar con el género.  Y es que la base de cada entrega siempre ha sido la misma y aquí han decidido no variar ni un ápice las cosas. Ahora bien, lo que ya no nos queda tan claro es si todo lo que ofrece es suficiente para considerarlo una opción válida dentro del ya de por sí, competitivo mundo de los MMO.

Después de crear nuestro personaje con un completo editor (y en el que como siempre nos costará un triunfo que nuestro personaje no parezca un mutante) nos sueltan en una cueva de la que tendremos que escapar. Este nivel nos sirve como tutorial y se juega totalmente offline. Una vez pasado y pudiendo ver levemente a más jugadores, llegamos al pueblo principal y donde por fin vemos que TESO sigue al pie de la letra lo que otros MMORPG hacen bien. Pueblo central, jugadores online, misiones principales y secundarias, tiendas etc. Parece que somos demasiado básicos al hablar del juego, pero es que poco hay que rascar. Y aquí llega lo malo: no ofrece absolutamente nada si eres jugador habitual del género. Vale, hablamos de consolas y que aquí salvo casos como Final Fantasy XIV Online o F2P como Neverwinter hay poca cosa donde rascar, pero no por ello se debe ser tan conservador.

Como todo juego del género, la chicha viene en las Raids, mazmorras que por fuerza debemos hacer en cooperativo y que, a parte de dificultad, nos dan el mejor equipo y recompensas posibles. Es aquí donde realmente está la clave para ir avanzando en el juego y, por qué no decirlo, donde más horas de vicio pasaremos. Eso sí, olvidaros de sistemas de combate complicados o combinaciones de botones «raras«. En TESO se juega exactamente igual que con Skyrim u Oblivion. Si, puede variar un poco según la clase de tu personaje (las clásicas bárbaro, mago, pícaro paladín, etc) que a su vez pueden aprender otra subclase, pero el resultado es casi el mismo que los juegos citados. Y es lo que arrastra al juego, el no saber diferenciarse de las entregas offline. Parece como si Bethesda hubiese decidido coger todo lo de la saga y transformarlo online sin más.

Totalmente en inglés, es otro de los puntos negativos del juego, donde si bien nada es difícil de entender, nunca estaremos a gusto con la cantidad de texto, libros, descripciones…, que nos propone. Si eres de los que maneja con soltura el idioma verás que su nivel es bastante bajo para el género.

En cuanto al apartado gráfico, si bien no es importante en un MMO, rinde por debajo de lo esperado. Imaginaros un Skyrim con peores gráficos y tendréis una idea de lo que nos ofrece, solo destacando en algunos paisajes (preciosos) y según que pueblos o ciudades debido a su escala. Ahora bien, lo que no puede criticarse bajo ninguna circunstancia es su banda sonora, con temas ya clásicos versionados para la ocasión y nuevas piezas que quedarán grabadas a fuego en tu memoria.

The Elder Scrolls Online es una buena alternativa para los que quieran adentrarse en el género. Su sencillez y parecido a las entregas offline hace que sea fácil acercarse a él. Pero esto es un arma de doble filo. Un MMO que quiere aparentar no serlo.