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Título: This War of Mine: The Little Ones
Desarrolladora(s): 11bit Studios
Editor(es): Deep Silver
Plataforma(s): Xbox One (versión analizada), PlayStation 4
Género(s): Supervivencia
Lanzamiento: 29 de Enero de 2016
Idioma: Textos: Castellano
Hoy llega a nuestro mercado la versión física y digital de This War of Mine: The Little Ones para PlayStation 4 y Xbox One. Gracias a Koch Media hemos podido acceder a la versión de Xbox One.
¿Qué esconde esta nueva versión del aclamado videojuego original que debuta en videoconsolas? Algo muy crudo, duro a la par que necesario: Experimentar una guerra controlando a niños/as.
Hasta la fecha hay muchos videojuegos de corte bélico, This War of Mine: The Little Ones es todo lo contrario, un juego anti-belicismo. 11bit studios nos pone en la piel de refugiados y supervivientes que tienen que avanzar como buenamente pueden en un lugar donde hay una guerra.
Para ello tenemos dos fases. Durante el día estamos en el refugio ya que los francotiradores no nos permiten salir de la zona limitada del refugio. Mientras, durante la noche si podemos salir para encontrar víveres y lo que haga falta para poder seguir viviendo.
La principal novedad de The Little Ones es la de controlar y cuidar a niños/as (la otra novedad es el editor de escenarios y el creador de personajes). En una partida hemos controlado a una niña y a su padre. No es nada fácil saber que hacer para que la niña pueda subsistir durante muchos días. Al tener a los pequeños como protagonistas hay nuevos accesorios en los refugios, se puede montar una comba para que la niña juegue, bien se puede distraer con el entorno del lugar, también pueden dialogar padre e hija e incluso jugar juntos, etc. Hay muchas opciones a nuestra disposición con las que hay que intentar que se distraigan y sobretodo, procurar que tengan una sonrisa dibujada en la cara. Y es que eso es lo crudo de esta nueva versión, por mucho que se esté en una guerra hay que hacer todo lo posible para que los más peques sigan siéndolo dentro de lo posible.
Es muy difícil subsistir durante varios días en este videojuego, más aún si se controla a un padre y a una niña. Y es que aunque se tenga poca comida o incluso no se tenga, durante la noche hay que tomar la decisión de buscar más víveres o quedarse para proteger a la niña. Eso es esencial pues en una guerra cualquier ser humano entra en cualquier lugar para apropiarse de cosas que necesiten, sean por las buenas o por las malas. Son decisiones que incluso pueden llevar a que se tenga que sacrificar a alguien.
Durante el día todo es más tranquilo, hay tiempo para jugar, descansar, hacer la comida, montar lugares donde construir más cosas de provecho como zonas de juego o palas para escarbar más rápido, etc. Hay mucho que hacer y mucha variedad, lo ideal es que durante la noche se recopile muchos recursos para construir, medicarse y/o alimentarse para almacenarlos en el refugio en la mañana siguiente.
Es recomendable tomar ciertos riesgos para poder sobrevivir, a la par que no es recomendable salir cada noche. Para proteger hay que apropiarse o construir algún arma blanca o conseguir algún arma de fuego. En la guerra también hay mercaderes que tienen cosas para intercambiar, hay objetos muy válidos que suelen aceptar. Lo mejor es tener una mentalidad de ir tranquilos, no hay que querer tener todo o todo lo mejor cuanto antes, ya que para eso hay que salir prácticamente cada noche y eso no es recomendable.
Cuando se visitan por la noche otros lugares, en nuestra mano está el llevarnos bien con otros o robarles, cosa que hará que tengamos más enemigos. Son muchas y muy duras las decisiones que hay que tomar para sobrevivir.
This War of Mine: The Little Ones tiene también un sistema de juego aleatorio. Si no eliges a un personaje en concreto, en una nueva Aventura te ponen en la piel de los que quieran en ese momento, variando los lugares a visitar… Es decir, cada partida nueva es muy diferente respecto a la anterior, siendo totalmente un acierto lo del sistema aleatorio. En nuestro caso, además de comenzar una nueva partida (aleatoria), como queríamos probar la novedad de controlar a los más pequeños, en otra partida elegimos a una niña y su padre. Cada jugador decidirá cómo y de qué manera jugar.
Los refugiados adultos/as están especializados en según que cosas. Si no hay niños/as de por medio es factible que toque una partida con dos o tres adultos. Uno estará especializado en cocinar, otro en correr más, mientras que también las hay que a la hora de regatear con el mercader consigan mejores intercambios. Todo esto está muy bien pensado, el trabajo en equipo entre los refugiados es fundamental para el porvenir de la partida. Además, para la noche no todos tienen los mismos huecos en el inventario a la hora de ir a por objetos, recursos, mercancías y herramientas. Siempre es mejor ir con quien tenga más huecos, así se tendría uno para una pala y otro para lo que sea necesario que permita abrir puertas cerradas y/o atrancadas. También hay que tener en cuenta que no todos estarán disponible por la noche pues puede que durante el día hayamos enviado a alguien a ayudar a otros refugiados. Planificarlo todo bien no es para nada fácil ni sencillo.
Se puede acceder a la biografía de cada refugiado que se controle para así conocer qué piensan y en qué estado de ánimo se encuentran. Ya os decimos que por lo general van a estar deprimidos y tristes, nadie quiere vivir en el marco de una guerra. Con lo cual, el panorama de cada partida se puede decir que es desolador y muy dramático. La radio que se puede montar en el refugio ayuda para conocer nuevas localizaciones que visitar, detallan el estado para saber si es una zona peligrosa, etc.
Visualmente, este videojuego está tratado con “carboncillo”. Tiene un empaque visual que queda genial para lo que propone el videojuego. El control lo han adaptado muy bien a los mandos de las videoconsolas. Es muy intuitivo y sencillo de controlar, cosa normal ya que todo el título tiene sus mecánicas de juego implementadas en 2D. Todos los textos están en castellano, así que os enteraréis de lo que digan en todos los diálogos, reflexiones, biografías y demás.
El audio es desolador y no porque esté mal este apartado en el videojuego, sino porque se escuchan sonidos de bombas, tiros, la radio con el dial de música tiene interferencias… digamos que al estar en un territorio bélico la ambientación es tal cual.
This War of Mine: The Little Ones es un enorme videojuego de supervivencia y de carácter dramático. Recomendamos totalmente experimentarlo. Jugar nuevas partidas aleatorias para conocer a nuevos refugiados haciendo cosas diferentes está muy, muy bien. Jugar en una ambientación bélica desde una perspectiva totalmente diferente nos ha llegado al alma. 100% delicatessen.
