Dragon Age: Inquisition

9 Nota General
Jugabilidad: 8/10
Narrativa: 9/10
Diversión: 9/10

Soberbio RPG | Abruma todo el contenido que tiene tanto de tareas principales como de secundarias

Gráficamente se nota que es intergeneracional, si bien cuenta con una gran factura de diseño

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Título: Dragon Age: Inquisition

Desarrolladora(s): BioWare

Editor(es): Electronic Arts

Plataforma(s): Xbox One (versión analizada gracias a Xbox), X360, PlayStation 4 y PS3

Género(s): RPG

Lanzamiento: 20 de Noviembre de 2014

Idioma: Textos: Español, Voces: Inglés

Afrontar la crítica de Dragon Age: Inquisition no es fácil. Por un lado se tiene que tener en mente el bajón de la franquicia debido a Dragon Age II, por el otro también se tiene en mente la obra maestra que fue Dragon Age: Origins.

Por suerte, BioWare ha vuelto por la puerta grande. Os lo aseguramos desde ya mismo, Dragon Age: Inquisition es al igual que Origins, una auténtica obra maestra. No sé si recordaréis el anuncio de esta entrega, yo recuerdo perfectamente que lo llamaron Dragon Age III: Inquisition. Debido al mal sabor de boca que dejó Dragon Age II, BioWare optó por quitarle el número y dejarlo finalmente como Dragon Age: Inquisition.

Todo un acierto. Y ojo, no digo que todo DAII fuera un infierno total, de hecho el sistema de combate tan dinámico y fluido es una maravilla. Lo malo fue que las mazmorras eran muy parecidas, los escenarios estaban muy vacíos e incluso la gran mayoría parecían clones. De ahí que no gustara ni por asomo lo mismo que gustó Origins.

Así pues, BioWare hizo borrón y cuenta nueva. Recogió las opiniones de los fans (feedback) y se tomaron todo el tiempo necesario para que Inquisition se convirtiera en lo que es, una obra maestra de los RPG.

¿Cómo ha llegado a ello? Dragon Age: Inquisition comienza con el típico editor de personaje, debemos crear al que se convertirá en el Inquisidor de Thedas (es el fabuloso mundo donde se desarrolla el videojuego). Para ello debemos tener claro la raza, siendo cuatro las opciones: Enano, Elfo, Humano y Qunari. Es muy importante la raza ya que cada una tiene su personalidad propia e influencias, no todas las razas se llevan bien entre sí, con lo cual es importante decidir sabiamente. Luego también debemos escoger la clase entre las siguientes: Pícaro, Guerrero y Mago. Hay que tener en cuenta que si bien pueden parecer pocas clases cada una se diversifica.

Sin ir más lejos, el pícaro puede ser asesino (equiparse con dagas) o bien de lejana distancia (equiparse con arco); en ambos casos el sigilo es su mejor arma. Luego para Guerrero se puede ir a espada y escudo o con arma a dos brazos. Para mago hay todavía más diversidad, que si trueno, hielo, fuego, espiritual… vamos, que es lo suficientemente profundo para que a la hora de subir de nivel en el árbol de habilidades se tenga que meditar mucho cuales son las habilidades que más nos conviene. Por otra parte, a partir de determinado momento de la historia tanto el Inquisidor como los personajes -cada uno de ellos tiene un gran trasfondo muy bien elaborado- que le acompañen podrán especializarse en otros campos, con lo cual habrá nuevas habilidades todavía más poderosas.

Dragon Age: Inquisition refleja muy bien lo sucedido en Origins y en DAII. Esto implica que recomiende que juguéis antes a los otros videojuegos pues en Inquisition se hacen muchas referencias a lo sucedido en los otros dos títulos, de hecho salen personajes tanto de Origins como de DAII. Si consideráis no jugarlos podéis jugar sin problemas a Inquisition, ahora bien, no pillaréis muchos de los detalles que cuenten. La historia de Dragon Age: Inquisition se basa en cerrar una brecha por la que no paran de salir demonios que aterrorizan a todo Thedas. El Inquisidor encuentra a otros personajes que no dudan en unirse a su causa que por supuesto, es más enrevesada de lo que pueda parecer en un principio.

La trama es de gran nivel, los personajes que acompañan al Inquisidor tienen también momentos muy gloriosos. Para avanzar en Dragon Age: Inquisition hay que ir al refugio donde están todos los que nos apoyan. Allí están todos los personajes y la mesa de guerra, lugar donde el Consejo encabezado por el Inquisidor toma las decisiones pertinentes para hacer tal o tal misión. Hay misiones que no se juegan, se encargan a otros para que consigan más alianzas (cosa muy importante), más suministros, etc. Es importante tener la moral del equipo bien alta. Si tomamos decisiones que afecten a algún personaje en cuestión, decidirá dejarnos, también se le puede echar del grupo si se considera oportuno ya que como es normal no todos se llevan bien, aunque os recomiendo que liméis asperezas hablando con todos para que no se enfaden entre ellos.

Por supuesto, hay romances que pueden ser de cualquier tipo. BioWare no escatima en recursos y tiene una mentalidad muy abierta, como debe ser. Mientras exploramos alguna zona (se desbloquea desde la mesa de guerra) se va en grupo de cuatro. Los personajes en esos momentos pueden hablar entre ellos y hay ocasiones que el Inquisidor puede meterse en medio de la conversación. Es de vital importancia que la moral de toda la escuadra sea positiva, de esa manera todo funciona mejor.

En Dragon Age: Inquisition hay muchos territorios que explorar. Hay misiones principales, secundarias, coleccionables, misiones que nos encomiendan los otros personajes del equipo para estrechar lazos, etc. Está muy bien surtido de cosas para hacer, muchas situaciones diferentes, gran variedad de misiones, cazar dragones de diversos tipos, leer el códice que trae mucha información de Thedas, leer libros… no hay lugar para el aburrimiento. Es más, particularmente con todo lo que hay para hacer apenas toco la misión principal en detrimento de todas las tareas secundarias a realizar, pues pica bastante el mejorar al equipo, conseguir mejores armas, armaduras más imponentes y demás. Además, cuando se es Inquisidor incluso hay momentos muy duros en los que hay que juzgar a ciertas personas, en este sentido impera lo del “karma” de ser bueno, malo o justo. Es RPG en estado puro.

Hemos hecho un amplio seguimiento a este título antes del lanzamiento. Esto me ha permitido conocer todos los detalles antes de iniciar el videojuego. Tenía claro que para el combate hay dos vertientes: la acción más directa y dinámica que bebe mucho del estilo de combate de DAII (de lejos lo mejor de esa entrega) y el estilo táctico y pausado que tanto se reclamaba. En lo personal debo decir que juego en dificultad difícil (no es la dificultad más alta) ya que soy un gran seguidor de la saga y en normal seguramente se me haría un camino de rosas. Quiero superar retos y en normal no he visto alicientes para querer combatir con el estilo pausado y táctico. En cambio, en difícil sí hay combates que requieren hacer uso de ese estilo. Es muy importante -por ejemplo- mandar a un mago que luche desde x lugar fijamente, otro guerrero que le defienda mientras yo que como pícaro flanqueo y voy haciendo una buena ‘limpieza‘.

Como digo, hay combates que suponen desafíos muy duros. Por lo general teniendo en el escuadrón de cuatro a un personaje de cada clase (pícaro, guerrero y mago) se puede solventar muchos de los enfrentamientos. Es más, es importante tener al menos un mago, un guerrero y un pícaro ya que en muchas de las zonas a explorar hay lugares que requieren de un guerrero para tirar un muro de piedras que guarda sorpresas o un mago para que anime un lugar en concreto que desbloquee tareas secundarias; o bien, el pícaro se puede encargar de abrir puertas que tienen el candado puesto. Durante los combates bien se puede controlar al Inquisidor o alternar entre los otros tres personajes. Lo más recomendable es ceñirse al Inquisidor y que los otros tres los controle la CPU siguiendo las directrices que se haya configurado. En el menú se puede retocar a nuestro antojo a quien pueden atacar, cuantas pociones gastar, en qué momento las pueden usar, qué habilidades tienen activadas, cuales como favoritas (las favoritas son como corresponde, las que usarán mayormente), etc. Hay que procurar ser precisos para que el escuadrón no vaya a lo loco.

Está todo muy bien pensado. En difícil es casi más importante saber crear un arma y armadura que se consigue gracias a diagramas que comprarlas. Es recomendable encantar con runas las armas para que hagan daños recurrentes de x elemento.

Para progresar hay diferentes maneras. Por un lado está la influencia que obtenemos como Inquisidor sobre el mundo de Thedas. Con cada nivel de influencia que aumentemos se permite que desbloqueemos más cosas, como por ejemplo poder llevar más pociones (por defecto sólo se permite 8), poder llevar más peso en el inventario (no hay baúl para guardar, así que conviene mucho aplicar esta mejora para cargar más y luego vender, equipar o desechar), etc. Luego está el aumento de nivel de cada personaje, no mejoramos manualmente los parámetros de ataque, defensa… eso se hace de forma automática. Lo que si se puede hacer es desbloquear habilidades propicias para nuestra clase. En total se pueden tener asignadas ocho. A lo largo del videojuego se obtienen unas cuantas más, hay que tener muy claro cuál merece la pena tener activada.

La curva de dificultad es progresiva. A través de la mesa de guerra es como se llega a desbloquear las diferentes zonas de Thedas. Para las que se juegan requieren “x puntos de poder” (estos puntos se consiguen completando misiones, tareas secundarias…). Cuantos más puntos de poder requiere una zona, implica que más nivel para los personajes se aconseja tener. Lo inteligente es ir primero a lugares de 4 puntos, hacerlo todo o casi todo allí para conseguir más experiencia, luego ir a las zonas de 8 puntos… así sucesivamente. Sin duda es lo que más os recomiendo.

La IA de la CPU se fundamente en los estilos de los enemigos. Los hay que combaten cuerpo a cuerpo, otros a distancia, otros persiguen e incluso se camuflan, otros envenenan… hay un gran cóctel aunque tengo que decir que no son muy inteligentes. Es fácil hacerles emboscadas en plan de hacer que uno me siga delante de los demás y cuando esté alejado darle su merecido. Choca un poco como los demás pasan tanto de él como para dejarle tirado a su suerte. No obstante no se da mucho este caso ya que lo más normal es que estén bien equilibrados entre ataques de corta y lejana distancia.

Gráficamente, Dragon Age: Inquisition deja patente que es un videojuego intergeneracional. En las versiones de “nueva generación” hay más elementos en pantalla tanto para el entorno como de personajes, también va más fluido y cómo no, se ve bastante más nítido. En Xbox One no he experimentado ninguna caída brusca mientras se juega, en todo momento lo he percibido muy fluido, no se me ha resentido en ningún combate por muy multitudinario que fuera. Hay localizaciones que son muy preciosistas, son momentos que invitan a quedarse parado para observar el paisaje y lo viva que está la fauna.

Aunque gráficamente no sea de mucho nivel destaco mucho el plano de diseño. La ambientación épica, fantástica y medieval es marca de la casa de BioWare. Una joya que ha pulido hasta sus límites. Hay mucha variedad de emplazamientos: desérticos, nevados, con fuerte lluvia, zonas con mucho colorido, otras donde la oscuridad se apodera de casi todo, cuevas, interiores… se han curado de espanto y en ningún momento se transmite lo monótono que fue DAII. Todo lo contrario, los parajes tan diversos y bellos alegran mucho la vista.

El modelado de los personajes, de las armaduras, edificios… tienen un nivel que cumple muy bien con su cometido. Las texturas no desentonan y se dejan ver con gran calidad. Los rostros, por el contrario, no destacan mucho siendo fundamental pues hay muchos diálogos que se viven con planos cercanos. No obstante, la gesticulación y algunas animaciones son muy resultonas.

La Banda Sonora está a gran altura. Como le corresponde a un videojuego del calado de Dragon Age: Inquisition, tiene piezas instrumentales del perfil épico. Acompañan muy bien a lo que se ve en pantalla. El doblaje en inglés está muy trabajado… siempre y cuando se domine el idioma. Se distinguen diferentes tipos de acento para según quien sea el protagonista. Como siempre decimos, hubiera estado mejor si se hubieran currado un doblaje de altura en castellano, en ocasiones se hace incómodo leer los subtítulos (están en la parte de arriba de la pantalla) perdiéndose así algunos fragmentos de varias escenas.

Dragon Age: Inquisition es un soberbio RPG que abruma con todo el contenido que tiene. Es demoledor todo lo que tiene para hacer. No sé decir una duración precisa, cuando llegué a las 50 horas de juego apenas había avanzado mucho en la trama principal, con eso os digo todo. Hay mucho por hacer, mucho por descubrir (la aparición de las monturas para ir más rápido ayuda lo suyo). En la mesa de guerra por mucho que se haga van apareciendo más y más encargos. Es impresionante. Además de todo lo que hay por hacer es muy rejugable para ver qué es lo que pasa si se toman otras decisiones o se pasa de los templarios o magos. La trama y los personajes están muy bien tratados, tiene un gancho brutal, más aún si se viene de Origins y DAII ya que seguir la historia que se comenzó en Origins e ir recordando todo, invoca en gran medida a grandes momentos.

Como dije al principio, Dragon Age: Inquisition es una obra maestra de los RPG. BioWare lo ha vuelto a conseguir. Ojalá que con Mass Effect recoja el mismo feedback que han recogido para Dragon Age y me impresionen de la misma manera que lo han hecho con Inquisition. Impecable.

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Autor: David Graña Ver todos los post de