Vanquish

8.8 Nota General
Jugabilidad: 9/10
Gráficos: 8/10
Control: 9/10

Acción trepidante | Fabuloso control | La armadura ARS | Muy rejugable

Argumento poco original | Siendo totalmente arcade, hay muy pocos modos de juego

Análisis realizado por Eva Cid

INTRODUCCIÓN

Con menos de un año de diferencia aterriza en el mercado europeo el nuevo título de Platinum Games tras el exitoso Bayonetta. El juego de la excéntrica bruja, a cargo de Hideki Kamiya, entusiasmó a crítica y usuarios en un maravilloso ejemplo de cómo reinventar y perfeccionar un género demasiado anclado en su mecánica y estereotipos. Ahora es el turno de Shinji Mikami, otro peso pesado de la compañía, de demostrar su talento y experiencia, esta vez en el terreno de los shooter en tercera persona con su primer título desarrollado bajo el amparo de Platinum Games, compañía que con un breve currículum de 4 títulos en su haber ya despunta como una de las desarrolladoras japonesas más interesantes y con más talento del momento. No es de extrañar, teniendo en cuenta que mantiene gran parte de la plantilla de la magnífica Clover Studio, y que entre sus filas trabajan algunas de las mentes creativas más importantes del país, como son Shinji Mikami, Hideki Kamiya y Atsushi Inaba.

Mucho se ha hablado y debatido sobre las excesivas similitudes de Vanquish con ciertos títulos, concretamente con Gears of War, y lo cierto es que esta comparación está totalmente justificada. Sin embargo, más allá de encontrarnos con un clon a la japonesa del popular título de Cliff B., descubrimos que Vanquish es un producto muy fresco, que no inventa nada pero que recoge y aúna con maestría diversos elementos ya conocidos, cohesionándolos bajo un planteamiento de juego muy arcade, y a los que inyecta una dosis extra de adrenalina y adorna con una capa de gris metalizado. Y es que Vanquish no muestra pudor alguno a la hora de evidenciar cuales son sus influencias, ya que al mismo tiempo ofrece una experiencia lo suficientemente original como para labrarse una personalidad propia dentro del muy explotado género de los juegos de acción. Y esto último lo consigue con creces.

La velocidad endiablada y un control exquisito se dan de la mano en este hipervitaminado shooter sci-fi de impecable factura técnica y visual. Veamos más detenidamente y punto por punto lo que ofrece la nueva obra del padre de la popular (y difunta) saga Resident Evil.

ARGUMENTO

Una de las características de Vanquish es que a pesar de ser un producto 100% japonés, se esfuerza en occidentalizar su apariencia, muy al estilo Kojima Productions. Así pues, a la hora de inventarse un argumento a la occidental no se han complicado mucho y en un alarde de convencionalismo han situado al juego en una realidad ficticia en la que la Tierra, dominada por los todopoderosos EEUU (los buenos) sufre la amenaza de un grupo terrorista ruso (los malos). El argumento es muy genérico y precisará de la buena voluntad del jugador para seguirlo con un mínimo de interés. Aun así la historia se adapta al tipo de juego y acompaña más o menos bien a la acción, pero no supone ningún aliciente por si misma, sino que se trata de un mero y necesario trámite para ponernos en mitad de un bello y sintético campo de batalla.

La crisis energética acaecida por una expansión demográfica sin precedentes a finales del siglo XX ha provocado numerosas guerras entre las diferentes naciones, en una lucha por acaparar los recursos naturales del planeta. En esa situación de miedo e incertidumbre, los Estados Unidos de América depositaron todas sus esperanzas en la colonia espacial SC-01 Providence. En esta colonia se llevó a cabo el desarrollo de una nueva fuente de energía de microondas de la mano de un laboratorio científico llamado DARPA. Sin embargo, esta colonia no estaba a salvo de los ardides que la nefasta situación social en La Tierra provocaba de manera irremediable.

La Orden de la Estrella de Rusia, una facción violenta del ejército ruso liderada por el temible Victor Zaitsev, que tomó el poder político de su patria tras un golpe de estado, ha invadido por sorpresa la colonia y ha modificado el dispositivo de energía de microondas para utilizarlo como arma, lanzando un devastador ataque sobre la ciudad de San Francisco. Con esta declaración de guerra demandan la rendición incondicional de los EEUU en un plazo máximo de 10 horas, bajo la amenaza de repetir del brutal ataque en la ciudad de Nueva York.

La presidenta Elizabeth Winters, tras negarse en redondo a colaborar con los terroristas, se ve obligada a ordenar un ataque militar para aniquilar a los invasores y recuperar el control de la colonia, en una operación liderada por el teniente coronel Robert Burns, y en la que también participará Sam Guideon, un operario de DARPA que aprovechará dicha misión para poner a prueba un prototipo de armamento avanzado.

Nosotros encarnaremos el papel de Sam, un tipo aficionado a fumar cigarrillos en mitad de las situaciones más inverosímiles, y que también será el encargado de llevar al campo de batalla esa nueva tecnología armamentística. Oficialmente su misión será ayudar al teniente coronel R. Burns en su tarea y probar su prototipo, pero además ha de llevar a cabo otra misión encubierta: rescatar al Dr. Francois Candide, principal investigador de DARPA y diseñador del sistema de microondas que ahora los rusos han usurpado para sus pérfidos planes. Esto provocará numerosos encontronazos con Burns y sus intereses, pero en cambio contaremos en todo momento con el apoyo logístico de Elena Ivanova, trabajadora de DARPA, que continuamente nos dará instrucciones y consejos por radio.

Todos los personajes se mueven dentro del estereotipo propio del papel que representan; el teniente coronel Robert Burns, rudo y veterano soldado curtido en mil batallas y especialista en soltar tacos y chascarrillos; Sam Guideon, un héroe cuyos principios son firmes e inamovibles y resuelve cualquier situación de peligro con un estilo envidiable; y el villano Zaitsev, que con semblante maquiavélico es muy dado a pronunciar frases sentenciosas con el fin de impresionar.

No habría estado de más un argumento algo más elaborado e interesante, pero lo cierto es que tampoco importa demasiado en un título cuyo planteamiento arcade enfatiza en la diversión que obtenemos en el transcurso del juego, más que en el interés por ver el final del mismo.

JUGABILIDAD Y DESARROLLO

El planteamiento jugable de Vanquish es bastante clásico, esto hay que tenerlo en cuenta a colación de la tan cacareada duración, que a pesar de todo es de unas 6-7 horas en dificultad normal. Lo importante del juego no es alcanzar el final, sino el disfrute que supone el simple hecho de jugarlo. La campaña está dividida en 5 actos que a su vez se dividen en varios capítulos con una duración bastante breve, al final de los cuales aparecerá una tabla con nuestra puntuación, así como una serie de estadísticas. Dichas estadísticas contemplan desde los enemigos abatidos, munición utilizada, tiempo a cubierto o tiempo total de la misión, hasta el número de aliados socorridos en combate. Por otra parte, para aumentar nuestra puntuación tendremos que acabar con el mayor número de enemigos en el menor tiempo posible, valorando si usamos o no tiempo bala, el arma utilizada o las muertes múltiples, y penalizándonos duramente cada vez que morimos. Básicamente se trata de matar mucho, rápido y con estilo.

Todo esto conforma el mayor aliciente de Vanquish, más allá de terminarlo y dejarlo olvidado en la estantería, el juego nos motiva a repetir una y otra vez cada fase para lograr un dominio absoluto sobre la misma y superar nuestra puntuación o la de nuestros amigos, que podremos comparar mediante el menú de marcadores.

El proceso de aprendizaje del juego está calibrado de manera excelente, y aunque se trate de un titulo más o menos exigente, tendremos la sensación de absoluto control sobre nuestro personaje, de modo que si fallamos siempre será a causa de nuestros propios errores, y normalmente al segundo o tercer intento superaremos sobradamente ese tramo que tanto nos costó la primera vez. Lo mismo ocurre con los diferentes niveles de dificultad, una vez dominado uno, el escalón hacia el siguiente se antoja bastante suave, que no fácil.

El ARS, esa bella maquinaria de combate.

El ARS es un sistema de armadura de reacción aumentada fabricado con tejidos de nanotubos de carbono, más resistentes que el acero y extremadamente ligero. O lo que es lo mismo, la armadura de Sam que nos permitirá activar el tiempo bala así como deslizarnos a gran velocidad durante un corto período de tiempo. Ese tiempo bala se activará también de manera automática si recibimos demasiados daños, lo que nos dará unos valiosos segundos para ponernos a cubierto.

Nuestra flamante armadura lleva incorporado un medidor térmico que limita el tiempo durante el cual podemos usar sus diferentes funciones, ya sea el tiempo bala (ideal para acabar con varios enemigos al mismo tiempo sin derrochar munición, o simplemente como maniobra evasiva) o el deslizamiento (perfecto para huir de situaciones demasiado peligrosas o bien recorrer largas distancias en poco tiempo). Será tarea nuestra administrar bien estos recursos para no sobrecalentar el traje y vernos expuestos durante los breves segundos que tarda en alcanzar la temperatura normal, algo muy importante en ciertos momentos en los que un solo y certero ataque enemigo nos puede causar la muerte de manera instantánea.

El arsenal armamentístico por su parte no es demasiado numeroso pero si que consta de armas muy diferenciadas entre si que nos posibilitarán una gran variedad de situaciones a la hora de acabar con los diferentes enemigos. Rifle de asalto, metralleta pesada, escopeta, francotirador, lanzadiscos, lanzacohetes, arma EBF, láser de fijación y granadas, componen el arsenal del juego. Iremos recogiendo cada una de ellas a través de los escenarios y aparecerán representadas con un color diferente para que podamos identificarlas a cierta distancia. Las armas poseen además un sistema de subida de nivel bastante interesante, de manera que si cogemos el mismo tipo de arma que ya tenemos equipada, y ésta está a tope de munición, dicha arma avanzará en su proceso de mejora.

El plantel enemigo a pesar de ser completamente robótico es muy variado. En nuestra lucha por reconquistar la colonia nos encontraremos desde pequeños androides armados, hasta enemigos literalmente tan grandes como un edificio, cada uno de ellos con sus puntos débiles y a los que haremos más o menos daño según el arma que utilicemos.

También tenemos la posibilidad de realizar espectaculares ataques cuerpo a cuerpo que variarán en forma e intensidad según el arma que llevemos equipada. Estos ataques pueden acabar de un solo golpe con los enemigos más débiles pero sobrecalentarán nuestra armadura cada vez que los realicemos. Por último también se han incluido algunas secuencias QTE en combates contra enemigos de cierta categoría que tendremos que solventar normalmente girando el stick o aporreando un botón determinado. Estas secuencias animadas son muy puntuales y se han implementado de manera inteligente, de modo que no llegan a cansar ni a frenar el ritmo de la acción en ningún momento.

Modo desafío

Aparte del modo historia encontramos el complicadísimo modo desafío, que se irá desbloqueando conforme completemos los diferentes actos de la aventura. Un total de 5 desafíos componen este exigente modo de juego solo apto para los más expertos, en los que tendremos que acabar con incontables hordas de enemigos que irán apareciendo a lo largo de diferentes rondas. Cada ronda como era de esperar nos irá poniendo las cosas más complicadas, y a su vez cada desafío presenta un nivel de dificultad mayor que el anterior. Sin duda todo un reto que nos llevará muchas, muchísimas horas dominar.

GRÁFICOS Y SONIDO

Vanquish es un auténtico espectáculo visual al que no hacen justicia las capturas de pantalla, hay que verlo en movimiento. El apartado puramente técnico es sólido como una roca, el motor gráfico no se resiente en ningún momento a pesar de la velocidad de la acción y la cantidad de elementos moviéndose simultáneamente en pantalla (algunos de tamaño colosal). Todo se sucede de manera completamente fluida, sin ralentizaciones de ningún tipo. A eso hay que sumarle una cantidad y variedad de efectos de luz que quitan el hipo: ráfagas, explosiones, rayos, humo y partículas se mezclan en un hermoso caos que además cobra una nueva dimensión visual con el efecto de ralentizado del tiempo bala y el difuminado cuando usamos la propulsión.

Las texturas por su parte son excelentes y tan sólo en un momento del juego, en una fase determinada, hemos podido apreciar problemas poco importantes en el tiempo de carga, de apenas unas décimas de segundo. Nada que empañe el excelente trabajo llevado acabo porque como decimos se trata de algo muy puntual.

El sobresaliente apartado técnico es el perfecto marco en el que se desenvuelve un juego que presenta además unos valores artísticos de indudable calidad y con un estilo propio. Más allá de hacer uso de un apartado gráfico genérico como el que presentan muchos juegos de temática espacial o galáctica, Platinum Games vuelve a demostrar que no se deja llevar por convencionalismos (ya lo vimos en Maddworld y poco después en Bayonetta), y ha dotado a su Vanquish de un estilo visual muy personal y característico.

El diseño de la colonia espacial que tenemos que reconquistar está cuidado hasta la extenuación, presentando una gran cantidad de entornos muy diferenciados entres si. A las bases militares y zonas de carácter industrial se le irán sumando enormes autovías, zonas residenciales llenas de edificios con neones luminosos, parques, plazas, incluso canales acuáticos y zonas de gravedad cero, todo ello con las evidentes muestras del reciente ataque de los mechas enemigos.

Los enemigos por su parte son muy variados y hacen gala de unas animaciones muy cuidadas en todo momento, desde los pequeños robots humanoides hasta los enormes y temibles prototipos bípedos. Por último y no por ello menos importante hay que señalar la espectacularidad de las animaciones de nuestro protagonista que se suceden a velocidades de vértigo gracias a su imponente armadura.

Como guinda del pastel, el apartado sonoro es también soberbio, con temas techno de marcado estilo japonés que imprimen todavía más frenetismo al ritmo de juego y que se adaptan muy bien a cada entorno. Los FX son muy variados, contundentes, cumplen bien su cometido de acompañamiento y caracterización auditiva de explosiones, disparos y todo tipo de efectos mecánicos. Por último, el juego viene completamente doblado al castellano en un esfuerzo por parte de Sega para que el título tenga la mayor acogida posible, algo que siempre es de agradecer. El doblaje, cuyas interpretaciones no pasarán a la historia, es más o menos aceptable y cumple.

CONCLUSIONES

Intenso, adictivo, frenético, trepidante y con una personalidad arrolladora, Vanquish aterriza en el mercado con una propuesta de juego a la antigua usanza para disfrutar en solitario, remarcando con negrita la palabra disfrutar.

La inspiración no surge de la nada, nunca es espontánea, en todo proceso creativo hay más de asimilación e interpretación que de inventiva. Lo importante en dicho proceso es de qué manera se encauza, se enfoca y se imprime al producto de una visión propia y personal. Y esto es básicamente lo que ha hecho Platinum Games, ha recogido una serie de elementos habituales en los juegos de acción, a los que ha dado un enfoque muy personal y sobre los que ha arrojado una luz propia, y los ha ensamblado en un conjunto sólido, fresco y de indudable atractivo.

Vanquish es claro y directo en lo que ofrece, y lo hace en altas dosis, con clase y con estilo. Quizá no satisfaga a aquellos que busquen experiencias más profundas en las que el guión tenga un peso importante, o donde se amplíe la experiencia jugable con elementos de otros géneros, pero sin duda hará las delicias de los que busquen acción pura y dura sin otra finalidad más que la diversión instantánea y directa.

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Autor: admin Ver todos los post de