Mega Man 11

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Años han estado los fans del bombardero azul pidiendo a Capcom una nueva entrega principal de la saga. Y es que después de Mega Man 10, salido en la pasada generación, no hemos tenido noticias de una nueva entrega. Por el camino han caído propuestas como Mighty Nº 9, un intento de crear un pseudo-Mega Man por uno de sus creadores, Keiji Inafune. El resultado fue un completo desastre rodeado de polémica. Es aquí cuando Capcom empieza a anunciar recopilatorios de la saga y un buen día…Mega Man 11. Una entrega que deja atrás la estética más retro pero conservando todo lo que hace grande a Mega Man. ¿El resultado?: La mejor entrega de la saga desde la época de la Playstation original.

Y es que Capcom ha sabido traer de vuelta la saga con un juego que respeta punto por punto las mecánicas y desarrollo de los anteriores diez. El Dr. Wily tiene un plan para demostrar que es el mejor científico del mundo, poniendo a prueba un invento que tuvo que dejar años atrás: el Doble Mega. Quedaros con este nombre por que es, sin lugar a dudas, el eje central del juego y la novedad más importante de la saga.

La base sigue siendo la misma: ocho niveles con sendos robots masters como jefe final y que una vez vencidos conseguiremos sus habilidades. Si completamos las ocho fases accederemos a la guarida de Wily, donde otros cuatro niveles (uno de ellos es vencer de nuevo a los ocho final bosses de seguido) nos esperan para, por fin, enfrentarnos a nuestro verdadero enemigo.

No vamos a mentiros, de los ocho niveles hay algunos más inspirados que otros. Desde lugares donde querremos tirar el mando por la ventana (recordad unos globos y nos entenderéis) hasta coloridas ruinas que hacen lucir al juego como nunca antes lo había hecho un Mega Man. Y es que si bien se han dejado de lado los sprites 2D en esta entrega, todo luce de una forma increíble para el tipo de juego que Capcom nos ofrece. Sin duda alguna el Mega Man más trabajado hasta la fecha en ese apartado.

Jugablemente tendremos, como siempre, nuestro Buster que dispara en una sola dirección, la segada que tan bien nos viene para esquivar ataques y la ayuda, como no, de Rush. El fiel perro de Mega Man vuelve en esta entrega para ser de ayuda en determinados saltos y montarnos en él para escapar de alguna situación peliaguda.

Y hablando de escapar de situaciones complicadas, toca hablar del sistema Doble Mega. Esta nueva incursión en la saga es más importante que los propios poderes de nuestros enemigos. Con un botón frenamos el tiempo lo que hace que podamos saltar con más precisión, dar a ese enemigo imposible o escapar de una serie de explosiones. La segunda habilidad dentro del Doble Mega es amplificar el daño que hacemos con nuestro buster, haciendo de Mega Man un tanque andante. Pero no acaba aquí el asunto. Y es que cuando nos quede poca vida podremos activar las dos habilidades a la vez, volviendo a Mega Man un ser casi indestructible.

Como es obvio tenemos una barra que controla el tiempo que usamos el poder, si nos pasamos se recalentará y tendremos que dejarlo enfriar, perdiendo todas sus capacidades durante un valioso período.

Modos de dificultad más variados para que todo el mundo pueda terminarlo, un modo desafío que hará las delicias de los que quieran más y, como no, una galería con un montón de artworks de esta entrega completan un producto que devuelve a Mega Man, por fin, al lugar del que nunca se debió ir.

Una reflexión final, si me lo permitís. Y es que viendo este Mega Man o el reciente Sonic Mania Plus uno no puede dejar de pensar. ¿Si las fórmulas clásicas funcionan, por que no seguir con ellas?