Enslaved: Odyssey to the West

8 Nota General
Gráficos: 8/10
Jugabilidad: 7/10
Diversión: 8/10

Dirección Artística sublime | Las animaciones de los personajes | Apartado sonoro de gran nivel | La relación entre Trip y Monkey | El enfoque aventurero

Algunas inconsistencias en el motor gráfico | Puntuales bugs en la IA enemiga | El sistema de combate es poco profundo

Análisis realizado por Eva Cid

INTRODUCCIÓN

Han pasado exactamente 3 años desde que Heavenly Sword, el que debía ser el buque insignia de la recién nacida Playstation 3, viera la luz. El juego de la entonces casi desconocida Ninja Theory fue posicionado por la propia Sony como el lanzamiento estrella que impulsaría las ventas de su consola y supondría un puñetazo en la mesa y un lanzamiento de guante en la cara de la competencia, competencia que por aquel entonces contaba ya con un catálogo mucho más que notable, tanto en cantidad como en calidad.

Probablemente demasiada presión, demasiadas expectativas y demasiados ojos puestos en el título de la joven compañía inglesa. Todo ello provocó cierto desencanto tras la salida del juego, cuando tanto crítica como usuarios no vieron en él la infinidad de bondades que Sony les había estado prometiendo. Esto ha provocado que en el imaginario colectivo del sector a menudo se considere a Heavenly Sword como un mal juego, o un producto deficiente, cuando no lo es en absoluto. Jugablemente podría no ser tan complejo y completo como otros exponentes del género, pero cumplía y era divertido. Tenía además muchas virtudes que a día de hoy siguen siendo difíciles de superar; contaba una magnífica historia bajo una dirección artística espectacular, sumado a un impresionante trabajo de caracterización de personajes –que derrochaban carisma por los cuatro costados- y un doblaje al castellano inolvidable. En lo personal, he de decir que la aventura de Nariko es una de las que más me ha cautivado en los últimos años y le guardo un cariño especial, quizá aumentado por el excesivo “maltrato” que ha sufrido el título desde ciertos sectores.

De cualquier manera Ninja Theory ha dejado todo eso atrás y ha tenido el tiempo y la tranquilidad necesarios para desarrollar su nuevo título sin tantos ojos a sus espaldas, esta vez de manera multiplataforma. En esta ocasión nos ofrece una aventura inspirada en la novela china Viaje al Oeste, de 400 años de antigüedad, en la que también se inspira el conocido manga Dragon Ball – y con el que encontraremos numerosos paralelismos- y han contado con Alex Garland (28 Días Después, La Playa, Sunshine) como guionista, y el todoterreno Andy Serkis para la caracterización de Monkey, su personaje principal, que también se encargó de dar vida al genial villano de su anterior trabajo, el rey Bohan. Veamos cual ha sido el resultado.

 

ARGUMENTO

Nuestra historia se sitúa 200 años después de que el mundo, tal y como lo conocemos, fuera totalmente destruido. La devastación de los núcleos urbanos y el estilo de vida moderno de la humanidad están tratados visualmente de manera distinta a lo habitual en otras historias postapocalípticas, ya que la vegetación crece ahora libre, voluptuosa y salvaje sobre lo que antes eran edificios de viviendas, oficinas, parques y avenidas. Este mundo es ahora dominado por esclavistas miembros de una enigmática organización llamada Pyramid, cuyos temibles mechas de combate campan a sus anchas, aniquilando cualquier resquicio de vida y atacando los pequeños asentamientos humanos que intentan subsistir.

En este contexto, Monkey, nuestro protagonista, aparece en la celda de una nave-prisión propiedad de Pyramid encargada de la captura y transporte de esclavos, y durante una oportuna avería del sistema de seguridad aprovecha para escapar. En su huída se cruza con una chica, otra prisionera fugada, que casualmente es la primera en alcanzar la última cápsula de evacuación libre. Justo antes de que la nave colisione contra las ruinas de Nueva York, Monkey se aferra a esta cápsula y ambos salen disparados.

Nuestro protagonista despierta aturdido y malherido por la brutal caída, y al abrir los ojos descubre a la muchacha sentada frente a él, con semblante temeroso. Tras cruzar unas breves palabras, la chica le confiesa que le ha instalado en la cabeza una diadema de esclavo que está directamente conectada a su cerebro, lo que significa que tendrán que permanecer juntos en todo momento, pues si se marcha, o ella muere, él también morirá. De esta manera ambos tendrán que cooperar y mantenerse unidos para salir vivos de las ruinas e iniciar un viaje hacia el oeste para llegar sanos y salvos al pueblo natal de la misteriosa joven.

A lo largo del viaje, los compañeros irán conociéndose y estrechando poco a poco su relación, una relación en la que tan importante es lo que se dicen y la forma en que lo hacen, como lo que se callan y dejan entrever con simples gestos y miradas. Ninja Theory vuelve a demostrarnos que se les da estupendamente bien, aparte de contar historias, recrear las relaciones entre sus personajes de manera sutil, sin demasiados artificios, pero con gran efectividad. La complicidad y el feeling entre Trip y Monkey salta a la vista, y a lo largo de la historia protagonizarán momentos emotivos, “tensos” y otros bastante divertidos. Además, el poderío físico de Monkey contrasta con la fragilidad de Trip, que tan pronto se esconde, como sale corriendo completamente fuera de si, o rompe en sollozos, aterrorizada por la presencia de enemigos.

Como hemos dicho, Enslaved se inspira en la clásica novela china Viaje al Oeste, que narra la peregrinación hacia la India del monje budista Tripitaka en busca de ciertos textos religiosos, acompañado de varios súbditos entre los que se encuentra el Rey Mono y un hombre-cerdo. No os será difícil identificar el paralelismo con la historia que nos ocupa. Sin ir más lejos, la chica comparte nombre con el personaje central de la novela, aunque la llaman simplemente Trip -en inglés, viaje- haciendo así un oportuno juego de palabras.

A grandes rasgos, no puede decirse que la trama sea el colmo de la originalidad, pero es buena y está bien planteada, superior al nivel medio que suele verse en este tipo de juegos, y sabe captar muy bien la atención del jugador. Sobre todo destaca, más que lo que cuenta, el cómo lo cuenta, el uso de la narrativa, que es sin duda un de los puntos fuertes del título.

JUGABILIDAD Y DESARROLLO

Enslaved es una aventura, sin más. No podría clasificarse dentro de otro género, pues los elementos que presenta, como los combates o las plataformas, no tienen el peso suficiente en el contexto del juego como para etiquetarlo. Esto hay que tenerlo claro desde el principio, y no intentar buscar en él cosas que no ofrece, ni pretende ofrecer.

Los primeros capítulos funcionarán a modo de tutorial, en los que iremos aprendiendo los movimientos básicos de Monkey – saltos y espectaculares acrobacias que se realizarán de forma extremadamente sencilla-, así como los rudimentos básicos de combate y algunas de las opciones de interacción con Trip. Estos son básicamente los recursos que utilizaremos a lo largo del juego; cooperar con nuestra compañera, combatir eventualmente contra mechas, y superar todo tipo de obstáculos con saltos y acrobacias realizados de manera semiautomática, en un desarrollo de la acción completamente lineal.

Cooperando con Trip, nuestra captora y compañera

La diadema de esclavo nos proporciona una conexión sonora continua con Trip, lo que viene a significar simple y llanamente que oiremos su voz aunque esté en un lugar alejado, y podrá darnos indicaciones (o nosotros a ella), así como pedirnos ayuda cuando la necesite. Tendremos que estar pendientes en todo momento de su ubicación, pues si muere a manos de un enemigo supondrá también nuestro fin.

En una sencilla interfaz radial aparecerán las órdenes que podemos dar a nuestra compañera en cada situación. Así pues, podemos ordenar a Trip que use un holograma a modo de señuelo para captar la atención de los mechas y poder movernos durante un tiempo limitado a salvo de sus disparos. Del mismo modo podemos atraer la atención enemiga hacia nuestra propia posición, y ordenar a Trip que se mueva de manera segura. En otras ocasiones, a la hora de resolver sencillos puzzles, mediante esa misma interfaz le indicaremos que active y desactive las palancas o mecanismos oportunos, incluso podemos pedirle que nos cure, siempre y cuando esté a nuestro lado.

Fuera de este menú radial también podremos realizar diferentes acciones cooperativas, como subir a Trip a nuestra espalda para superar obstáculos, así como impulsarla para que acceda a sitios elevados o realice determinados saltos.

En teoría, todas estas opciones de cooperación están muy bien planteadas y la dependencia de nuestra compañera promete una enorme variedad de situaciones distintas, pero durante el transcurso de la aventura veremos que esto no es así. Todas las acciones están muy prefijadas a causa de la linealidad del juego, solo podremos usarlas en momentos determinados, cuando el juego así lo exija, sin darnos la libertad de jugar con ellas para superar los distintos obstáculos o combates de la manera que consideremos oportuna. Una mayor profundidad en este sistema, que nos permitiera cooperar de manera más libre y personalizada, habría sido mucho más satisfactoria.
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Nuestra compañera además podrá mejorar las aptitudes de Monkey a cambio de orbes tecnológicos, una especie de esferas de luz anaranjada que están repartidas por todo el mapeado, y que también dejarán caer los enemigos derrotados. Las mejores disponibles afectan básicamente a nuestra salud, aptitudes de combate, escudo y bastón.

Por último señalar que la IA aliada responde bien en todo momento, no hemos observado ningún problema en este sentido.

Combatiendo enemigos acorazados

Monkey cuenta, como ya hemos mencionado, con un bastón como arma principal, con el cual realizaremos tanto ataques cuerpo a cuerpo como a larga distancia. El sistema de combate no es demasiado profundo y presenta un repertorio de movimientos algo limitado, aunque cumple bien su cometido. Para el combate cuerpo a cuerpo disponemos de ataque rápido, ataque pesado, ataque radial – lanza una onda expansiva que no daña a los enemigos, pero los aleja de Monkey, ideal para cuando nos vemos rodeados- y ataque concentrado, que utilizaremos para aturdir a los enemigos o bien quitarles el escudo.

Como arma de larga distancia nuestro bastón puede disparar dos tipos de proyectiles de energía; aturdidores, para romper escudos y aturdir, y de plasma, que inflingen daño directo. Habrá que administrar bien estos proyectiles, dado que son limitados y tendremos que rellenar el medidor de cada uno de ellos con barriles que iremos encontrando a lo largo de las fases.

Por supuesto también podremos bloquear los ataques enemigos, o eludirlos rodando por el suelo. En general, una vez asimiladas las pautas de ataque de los distintos tipos de robots – incluyendo los final bosses – no deberíamos tener demasiados problemas para derrotarlos usando el repertorio de habilidades del que dispone Monkey. Tan solo nos veremos en algún aprieto cuando estemos rodeados de 3 o más mechas simultáneamente, cosa que solo ocurrirá de manera eventual, y especialmente en la segunda mitad del juego.

Por otra parte, el bastón no será lo único que lleve equipado Monkey. Si Son Goku contaba con su inseparable nube Kinton, nuestro protagonista no podía ser menos y también tiene su propia nube, o así la llama él, aunque más bien se trata de un disco de energía en el que subiremos en ciertos momentos para recorrer a gran velocidad zonas que a pie son inaccesibles. De nuevo este elemento jugable presenta restricciones, ya que solo será posible utilizarlo cuando el juego nos lo indique.

Acrobacias automatizadas

La mecanización no solo es el rasgo literal más característico de los enemigos del universo de Enslaved, sino que Ninja Theory ha trasladado ese concepto, de manera figurada, a los movimientos de Monkey. Y es que todo sucede de manera mecánica, automática. No tenemos control directo sobre nuestro protagonista a la hora de saltar o realizar acrobacias al más puro estilo Prince of Persia. Si el salto no es seguro, el juego no nos permitirá realizarlo, así como las acrobacias, para las que simplemente tendremos que pulsar el botón de salto y Monkey irá directo a donde tenga que ir, sin posibilidad de caer al vacío por calcular mal un movimiento.

Estas decisiones en el control seguramente no gustarán a ciertos jugadores que prefieran un estilo de juego más desafiante y que dependa directamente de su habilidad, pero lo cierto es que a Enslaved le viene como anillo al dedo. Lo que se busca precisamente con ese sistema es una mayor agilidad, un ritmo endiablado. Todo debe suceder deprisa, sin interrupciones, dejando libertad al jugador para contemplar los espléndidos escenarios mientras se sucede la acción, y cuando nos acostumbramos a esta mecánica, nunca mejor dicho, es una completa delicia, al menos desde un punto de vista puramente contemplativo.

GRÁFICOS Y SONIDO

Técnicamente el juego presenta un acabado bastante estable. Los escenarios son muy amplios y normalmente se generan con suavidad, aunque a veces apreciaremos algunas texturas algo irregulares, y otras que tardarán más de la cuenta en cargar. Se aprecia también en algunas fases una bajada de frames, apreciable como decimos, pero en ningún caso llega a molestar. A pesar de estos aspectos poco pulidos, el juego resuelve bien el apartado puramente técnico.

Donde Enslaved brilla y lo hace con luz propia es en su apartado artístico. El trabajo realizado por Ninja Theory en este sentido es, como era de esperar, sobresaliente. Todos los escenarios presentan un aspecto espléndido, vivo, exuberante, están cuidados hasta el mínimo detalle y poseen un estilo visual muy personal, todo ello bajo una puesta en escena bellísima. Resulta bonito y triste al mismo tiempo descubrir que sobre lo que antes era un aséptico edificio de oficinas -en el que aun podemos ver los restos del típico mobiliario- han crecido sin control todo tipo de plantas y flores.

Otro de los puntos fuertes del apartado gráfico, más allá del notable diseño de personajes, son las animaciones faciales, que presentan un tratamiento magistral, dotando a los personajes de una expresividad extraordinaria, y en los que será muy sencillo identificar un amplio abanico de emociones y sentimientos, especialmente cuando entre ellos no hay más que silencio. No nos sorprende por otra parte, Heavenly Sword ya presentaba un excelente tratamiento en este mismo campo.

El apartado sonoro es sin lugar a dudas uno de los aspectos más destacables de Enslaved. El repertorio musical, obra del compositor Nitin Sawhney, presenta melodías bellísimas, y junto a temas de un marcado estilo clásico encontraremos otros con aire chill out que acompañan a las mil maravillas todo lo que vemos en pantalla. Los FX por su parte presentan un gran nivel y consiguen crear una atmósfera muy envolvente durante los numerosos tramos de la aventura que se sucederán sin melodía alguna de fondo.

El juego nos llega doblado completamente al castellano, con un trabajo notable y unas interpretaciones acertadas, pero sin llegar a las cotas de excelencia que presenta el doblaje original inglés.

CONCLUSIONES

Los chicos de Ninja Theory van a lo suyo. Vuelven a demostrarnos que tienen un estilo propio y una visión muy personal a la hora de desarrollar videojuegos, dando más importancia a los recursos narrativos y estéticos que a un sistema de juego profundo y exigente, aunque esto tampoco quiere decir que esté descuidado en absoluto.

Esto tienen que tenerlo bien claro desde el principio todos aquellos que a priori se sientan interesados en él y crean encontrarse ante un hack ‘n slash genérico, pues se equivocan de juego. Enslaved es una experiencia puramente aventurera, lineal, que no profundiza en exceso en ninguno de sus apartados jugables pero que consigue un equilibrio perfecto entre todos ellos, dando lugar a un producto altamente accesible para todos los públicos.

Más allá de lo que pudiera haber sido y no es, Enslaved es un producto muy satisfactorio, es un juego muy bello, con una gran cantidad de virtudes no tan presentes en otros géneros que actualmente están más «de moda», donde la acción elevada a la enésima potencia es la constante en la mayoría de ellos. Pero más que hablar de virtudes y carencias en unos y otros, hay que simplemente tratar a cada cosa como lo que es, pues afortunadamente el mercado es lo bastante amplio para que en él tengan cabida todo tipo de productos.

En resumen, si buscáis una experiencia exigente y que requiera de toda vuestra habilidad a los mandos olvidaros de Enslaved. En cambio, si os apetece disfrutar de una aventura narrada con virtuosismo a través de unos personajes carismáticos y bien retratados, con un envoltorio estético de lujo, sin duda es vuestro juego.

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