Dead Rising 2

7.5 Nota General
Gráficos: 7/10
Jugabilidad: 9/10
Diversión: 8/10

Divertido & Rejugable | Los modos Multijugador | La IA de los Supervivientes | Combinar objetos

La historia es sosa | Técnicamente dista de ser una maravilla

Análisis realizado por Shenox

INTRODUCCIÓN

Allá por el año 1968, el director de cine norteamericano George A. Romero estrenó la que sería su mayor y más reconocida obra, Night of the living dead, más conocida por estos lares como La noche de los muertos vivientes. Con ella dio un giro a lo que el género de terror, y más concretamente a las películas de zombis se trataba por entonces. Convirtiéndola en toda una cinta de culto para los amantes del género. Años más tarde, ya en 1978, estrenó la que sería continuación de su obra original, en este caso llamada Dawn of the dead ( El amanecer de los muertos ). Película de la que pudimos ver un remake a cargo de Zack Snyder en el año 2004.

Por otro lado, de la mano de Kenji Inafune, productor y director de sagas tan reconocidas como Megaman y Onimusha, en 2006 nos llegó otro título con temática zombi, pero en esta ocasión bastante alejado de lo visto en sagas como Resident Evil para tomar el género de una forma muy distinta. Homenajeando de forma clara y descarada a la obra de George A. Romero. Inafune y su equipo lanzaron Dead Rising, en exclusiva para XBOX360 y años más tarde, y de una forma un tanto… ¿como llamarla? “forzada”, para Wii. Como anécdota, cabe decir que las semejanzas eran tan sumamente claras que desde Capcom, y para evitar problemas de patentes, tuvieron que exponer claramente en la portada que en ningún momento el propio Romero estaba detrás del proyecto o había participado de algún modo en él.

Con un claro enfoque de humor negro, y en algunos momentos algo absurdo, Dead Rising nos planteaba el meternos en la piel de Frank West, un fotógrafo que investiga una serie de casos extraños que se han dado en Willamette, un pequeño pueblo de Colorado. A su llegada, Frank se ve envuelto en un apocalipsis zombi de proporciones bíblicas. Refugiado en un centro comercial, junto a otros supervivientes, West deberá sobrevivir como sea a lo largo de 72 horas a la espera de un helicóptero de rescate mientras intenta averiguar cual es el origen de la plaga.

La idea estaba clara: búscate la vida. Con esa premisa debíamos afrontar el título pues presentaba una jugabilidad de entorno abierto donde seríamos capaces de movernos libremente por el centro comercial, y así mismo, utilizar a nuestro favor cualquier objeto que encontráramos en él; desde osos de peluche hasta armas de fuego, pasando por guitarras, papeleras, o pistolas de agua. Las posibilidades eran casi infinitas. El juego, al igual que la obra de Romero, también atizaba de lo lindo, siempre desde un punto de vista humorístico y desenfadado eso si, haciendo una crítica sobre la sociedad contemporánea de Estados Unidos, tocando asuntos como el consumismo y el materialismo desmedido.

Algunos años después, Capcom decide lanzar una secuela, pero en este caso, y para sorpresa de propios y extraños, en lugar de encargar dicho proyecto al mismo equipo de desarrollo, la compañía nipona decide cederles el testigo a un casi desconocido estudio canadiense, llamado Blue Castle Games.

Ahora, en 2010, y en esta ocasión en diversas versiones, por fin nos llega la esperada secuela de lo que promete ser una de las grandes, si no la que más -dicho expresamente por Capcom- franquicia de esta empresa japonesa para Xbox 360, PlayStation 3 y PC.

HISTORIA

Dead Rising 2 arranca justo donde nos dejó Case Zero, encarnando a Chuck Greene, un ex piloto de motocross que, acompañado de su hija Katey, tras contemplar con sus propios ojos como su esposa es devorada por una horda de zombis en Willamette, y conseguir salvar por los pelos a su niña, éste decide viajar a lo largo y ancho del país en la ardua búsqueda de una vacuna para su chiquilla, de un alto coste, llamada ZOMBREX.

Esto hace que llegue a Fortune City, una ciudad resort plagada de centros comerciales, hoteles y casinos (la cual es una especie de Las Vegas venida a menos, o Marina D’or, según se mire) donde se celebra un reality-show llamado Terror is Reality, en el que decide formar parte con el fin de ganar el suficiente dinero como para costearse la vacuna de su hija. La cual ha de inyectarle, sin falta, una cada 24 horas de 7am a 8am.

Dicho show televisivo está presentado y dirigido por el enigmático T.K, y se basa simple y llanamente en aniquilar zombis para gusto y disfrute del público. En él se enfrentan 4 personas en distintas pruebas al más puro estilo Gladiadores Americanos. Greene logra pronto hacerse con un nombre dentro de dicho “concurso” y las cosas parecen irle bien, dentro de lo que cabe. Pero como era de esperar, todo se tuerce cuando menos lo esperan y a algún graciosete no se le ocurre mejor idea que abrir las jaulas donde se hospedaban tan tranquilamente miles y miles de muertos vivientes, plagando así la ciudad de muerte y destrucción, sangre y vísceras.

En este caso la historia peca de ser demasiado parecida a la que ya conocemos, así mismo, se nos presentan unos personajes principales con, en nuestra opinión, cierta falta de carisma en comparación con los vistos en Dead Rising. Podríamos decir que a la trama le falta algo de picante y es demasiado sencilla, incluso para un juego de estas características donde solo supone una mera excusa para dar rienda suelta a nuestros más bajos instintos y aniquilar cuantos más muertos vivientes mejor.

JUGABILIDAD y DESARROLLO

Nada más comenzar, Dead Rising 2 nos plantea el mismo reto que su antecesor: sobrevivir como sea durante 72 horas hasta que vengan a rescatarnos. Esta vez, con el añadido de que no solo debemos preocuparnos de nosotros mismos, o de los supervivientes que rescatemos por el camino, sino también de nuestra hija. Ya que, como mencionamos al tratar la historia, Katey está infectada por el virus y precisa de ZOMBREX cada 24 horas, concretamente, y sin falta, en un margen que va desde las 7am a las 8am. Esto es sumamente importante pues es uno de los pilares donde se asienta el título de Blue Castle Games.

Tomando como punto de partida una sala de seguridad de uno de los centros comerciales de Fortune City, que, al igual que ocurría en el original, es donde se nos darán gran parte de los casos a resolver a lo largo de la aventura, tendremos vía libre para inspeccionar cada centímetro de la ciudad en busca de dicha vacuna, posibles supervivientes y como no, enfrentarnos a una especie de enemigos finales llamados “psicópatas”.

Dead Rising 2 nos plantea un reto contrarreloj; el tiempo es oro, y nunca mejor dicho. De la misma forma que ocurría en la anterior entrega, disponemos de un reloj que tendremos que tener en cuenta en todo momento pues los “casos”, o misiones, deben hacerse dentro de un margen horario, sino los perdemos, así como tener en cuenta la hora en la que debemos inyectarle la vacuna a Katey. Éste se activa de forma fácil y sencilla pulsando izquierda en la cruceta de control. Si bien es cierto que tendremos bastante margen de maniobra a la hora de elegir qué hacer y adónde ir, y en este caso esto se ha llevado con algo más de tacto que en el original, no podemos despistarnos e intentar hacerlo todo de una vez. Si por algo se ha caracterizado Dead Rising es por ser un título con una alta cota rejugable. Y es que hay tanto por hacer, tantas cosas por descubrir, que nos será sumamente difícil ver y hacerlo todo en nuestra primera partida.

A medida que avanzamos, dependiendo de las acciones que realicemos, ya sea machacar zombis sin piedad, escoltar supervivientes o resolver casos, iremos ganando puntos de experiencia llamados PP (puntos de prestigio). Estos se consiguen de muy diversas maneras, incluso a lo largo de los escenarios encontramos algunos “minijuegos” donde obtener PP’s extra como lo podrían ser cintas andadoras en un gimnasio por ejemplo. Detalle que también se daba en el Dead Rising original. Con ello ganamos resistencia al daño, aumentamos nuestra barra de salud, nuestra potencia en los ataques y aprenderemos nuevas habilidades, tanto de ataque a la hora de enfrentar a los muertos vivientes cuerpo a cuerpo como evasivas para liberarnos de sus zarpas.

Por otro lado, cabe mencionar que al igual que en su antecesor, se nos da la oportunidad de reiniciar la historia, ya sea al morir o cuando queramos, manteniendo el nivel obtenido hasta el momento, así como todas las habilidades. Aunque este aspecto ha sido mejorado y seguro no dará tantos quebraderos de cabeza, por simple equivocación, a más de uno como si lo hizo la anterior entrega. Aunque del sistema de guardado hablaremos más adelante.

Otro añadido que podemos encontrar en esta secuela es el uso de dinero. Con él podemos adquirir diferentes objetos, ZOMBREX incluido, en las tiendas de empeños dispersadas por el mapeado, aunque aquí todo tendrá un alto coste. También podremos hacer uso de dicho dinero ya sea en los casinos, jugando a las “tragaperras” o demás juegos de azar, comprar todo tipo de aperitivos como chocolatinas o bolsas de patatas en máquinas expendedoras o participar en otra serie de minijuegos como por ejemplo lo seria una especie de máquina virtual de golf que encontramos en una tienda de deportes. Pero el dinero escasea. Podemos romper las propias máquinas expendedoras o las “tragaperras” del casino para obtener dólares, aunque hay cierto método más eficaz para ello, que comentaremos más adelante.

Según se vaya desentrañando la trama se irán sucediendo una serie de casos alternativos que bien podemos pasar de ellos. Estos pueden ir desde salvar y escoltar hasta el refugio a una serie de supervivientes, hasta vernos las caras con el psicópata de turno. En el caso que nos ocupa, comentaremos el asunto de los supervivientes primero.

Algo que se le criticaba, y con razón, al Dead Rising original era la nula IA de la que hacían gala estos supervivientes. En ocasiones, y no tan en ocasiones, era más difícil completar una escolta que vérnoslas cara a cara con una horda de zombis sedientos de sangre y sesos. Este aspecto ha tenido una mejora bastante notable y aunque no lleguen a ser un dechado de virtudes ni mucho menos, tampoco nos meterán en tantos aprietos a la hora de ponerlos a salvo. En este caso basta con acercarnos a uno de ellos y pulsar círculo/B para hablar con el/ella y hacerle entrar en razón. En algunos casos daremos con alguno que otro bastante duro de mollera y que parece no estar muy bien de sus cabales que nos pedirán algún que otro requisito con tal de seguirnos (si, aveces dan ganas de usarlos como carnaza de los zombis).

Las escoltas se hacen más sencillas si optamos por cederle un arma de nuestro arsenal al susodicho o entregarle algo de comida/bebida para que recupere salud, de la misma forma que lo hacemos nosotros. Ya sea pulsando triángulo/Y, o marcando adónde deben dirigirse mediante L2/LT+triángulo/Y los tendremos siempre a la vista y no causarán más problemas. Aunque también es cierto que en algunos casos específicos tendremos que cargar con él/ella pudiéndonos defender, de esta forma, única y exclusivamente a patadas para apartar a los enemigos de nuestro camino.

Los psicópatas por su parte, aunque es cierto que son bastantes y de lo más variopintos, si se nos hacen algo faltos de carisma con respecto a los vistos anteriormente. Nos encontraremos, sin entrar en detalles, con por ejemplo cierto muchacho “amante del cuero” que obliga a las señoritas a casarse con él a punta de motosierra, o a un antiguo rival de Chuck, receloso de su éxito. Estos son bastante más duros de pelar que en el original, y en bastantes momentos nos pondrán las cosas difíciles a la hora de acabar con ellos. Ya sea por la gran resistencia que demuestran a nuestros ataques, o el gran daño que hacen con sus golpes, aunque de rutina muy marcada y fácil de aprender, en más de una ocasión nos sacarán de nuestras casillas. Como digo, un punto fuerte de Dead Rising eran estos “personajes” pues todos ellos tenían un marcado y estereotipado estilo, cargado de humor. Cosa que se ha perdido en la secuela. Un lástima.

Dead Rising 2 cumple una máxima: si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Por que si, la mecánica de la que hace gala es prácticamente, por no decir exactamente la misma, que la que pudimos ver y jugar allá por 2006. Se han mejorado y pulido ciertos aspectos que lastraban algo la jugabilidad del original, y también se han incluido nuevos añadidos la mar de interesantes como las cartas combo.

Si ya de por si el arsenal con el que contábamos en la anterior entrega de Dead Rising era cuanto menos impresionante, en esta ocasión se nos da la oportunidad de combinar ciertos objetos para crear nuevas armas. Las combinaciones son muchísimas, y aunque con la subida de niveles o tras realizar alguna acción en concreto iremos obteniendo dichas cartas, también podemos dar rienda suelta nuestra imaginación e ir experimentando combinaciones. No todas tendrán resultado, pero si es cierto que muchas veces ni se nos pasará por la cabeza que, tras combinar un objeto con otro, por poco o nada que tengan estos que ver entre si, como resultado dará un «matazombis» la mar de majo que ya quisiera para sí el mismísimo Ash Williams en Evil Dead.

A lo largo de toda Fortune City encontraremos diversos “talleres” donde dar rienda suelta a nuestra imaginación como si del propio MacGyver se tratara, y por poner un simple y sencillo ejemplo, con un simple bote de pintura en spray, un cono y algo de celo crear una auténtica bocina revienta cráneos. Como digo, hay infinidad de combinaciones posibles, y aunque las cartas combo sirvan a modo de recordatorio sobre que objetos en concreto usar, siempre se nos dará la libertad para probar cuando queramos. Del mismo modo, cabe decir que todas ellas tienen al menos dos usos diferentes dependiendo de como las utilicemos y que al usar estas armas contra los zombis ganaremos PP extra.

Otro asunto a destacar y por el cual se criticó bastante a Dead Rising era el sistema de guardado. No solo es que al morir no se avisara de la forma más correcta posible que si guardabas tus avances en ese preciso instante lo que conseguías era reiniciar la historia, manteniendo tanto nivel conseguido como habilidades aprendidas, eso si. Asunto que desquició a más de uno. Si no que solo se disponía de un espacio para albergar dicha partida. Esto ha sido subsanado por los chicos de Blue Catle añadiendo 2 huecos más haciendo un total de 3 bloques donde poder salvar nuestros avances. A la hora de guardar nuestros avances seguimos teniendo que ir al baño. Que, como te dicen en los tiempos de carga; “puedes guardar tu partida aliviándote en el baño”, y vaya si es así. Pues cada vez que tengamos un baño cerca será una salvación tal como si hubiéramos comido kebab en mal estado.

Como decíamos, Dead Rising 2 es un descarado “más de lo mismo pero mejor”, que no es algo malo, dicho sea de paso, aunque esto puede resultar un problema visto de otra forma. Por que si, todo es más grande y dotado de mayores posibilidades, pero no todo iba a ser bueno, ¿no? Sinceramente, todo aquel que ande mal de sentido de la orientación las pasará canutas para recordar donde estaba esto o en qué tienda podía encontrar lo otro. Visto un centro comercial vistos todos, y lo mismo podríamos decir de los casinos u hoteles. Que si, todos están lo suficientemente diferenciados unos de otros, pero en la práctica jugable todos ellos nos resultarán sospechosamente iguales. Por suerte contamos con un mapa al cual echar mano siempre que queramos, y al igual que vimos anteriormente, a la hora de realizar los casos nuestra salvadora será la flecha que aparece en la parte alta de nuestra pantalla, la cual nos indica el camino a seguir. Aunque aveces le entre cierto complejo de veleta.

Se ha eliminado el modo libre, aunque seguimos, por exigencia de guión y cumpliendo ciertos requisitos, disponiendo del modo prórroga con el cual alargar nuestra estancia en Fotune City unas horas más. También han sido incluidos un par de modos multijugador con los que pasar horas machacando zombis junto a nuestros amigos. Estos se componen de un modo cooperativo, en el cual en cualquier momento o privatizando la entrada, podemos contar con ayuda externa a la hora de limpiar de muertos vivientes la ciudad. El aspecto negativo aquí supone que solo es a modo de invitado, el segundo jugador no podrá guardar avances aunque si mantendrá su nivel. Del mismo modo no habría estado de más un modo cooperativo offline. Por pedir…

El modo multijugador se trata de participar en el mismo reality que Chuck; Terror is Reality, o TIR. En él, de manera competitiva nos enfrentaremos a otros 3 oponentes a lo largo de diversas pruebas, 4 concretamente, con el fin de ganas el máximo de dinero posible. Dinero que podemos liquidar y hacer uso de él en el modo historia. Es por esto que al principio comentaba que hay una forma fácil y sencilla de hacer dinero, ya que tirando de cajas registradoras y demás no alcanzaremos nunca la cifra necesaria para hacer frente a los gastos que suponen muchas compras, por el contrario, jugando a TIR podemos hacernos, de forma rápida y fácil, con unos 50.000$ sin apenas pestañear.

Terror is Reality, la pega que tiene es que si, en las primeras partidas será divertido y lo pasaremos muy bien machacando zombis sin descanso, el aspecto negativo aquí es que se hace altamente repetitivo y al final solo lo llegaremos a utilizar para ganar dinero de la forma más fácil y rápida posible.

GRÁFICOS

Si de algo adolece Dead Rising 2 es de poseer, a estas alturas y pasados 4 años desde la aparición de su anterior entrega, de un apartado técnico algo deficiente, o al menos no todo lo trabajado que debería. Básicamente nos encontramos ante lo mismo que hemos visto en la anterior entrega, con la excusa de tener un mapeado más extenso por descubrir y un mayor número de zombis a la vez en pantalla a los que matar.

Encontramos que los modelados de los personajes, sobre todo secundarios y en mayor medida en lo que respecta a los supervivientes, están algo faltos de detalles y sus animaciones podrían haber sido mejor. En el exterior notaremos cierto efecto de “popping” que, aunque no se haga molesto, si se hace de notar. Lo más sangrante en este caso, más si cabe en su versión para PlayStation 3 que es donde hemos realizado el análisis, es el “tearing” del que hace gala en todo momento. Esto es por la no inclusión se sincronización vertical, que vale, puede que hayan andado escasos de recursos, pero es algo que mediante ciertas técnicas de programación puede disimularse.

Mención aparte se merecen los tiempos de carga, tanto por su duración como por la cantidad de los mismos. La versión para PlayStation 3 requiere de una instalación obligatoria de 4GB, aún y así, los tiempos de carga varían de entre 13 a 17 segundos, cosa nada molesta, si no fuera por que nos cortan totalmente el ritmo ya que nos los encontramos casi cada 5 minutos. Eso sin contar que tengamos que rehacer el camino andado varias veces y de forma continuada por alguna razón. Un tirón de orejas para Blue Castle Games en este aspecto.

SONIDO

Si el motor gráfico ha sido reutilizado, no menos lo han sido los efectos sonoros. Todo, absolutamente todo suena exactamente igual a como lo hacia en el Dead Rising original. Detalle que no es malo dado que este aspecto estaba bastante bien trabajado, pero un poco de mano aquí nunca habría venido mal.

El juego, como viene siendo habitual en los títulos de Capcom, nos viene doblado en un perfecto inglés, con subtítulos en castellano. El acting de las voces no es que sea malo, pero si es cierto que en algunas ocasiones pediríamos algo más en según que escenas.

La BSO, en cuanto a música ambiente se refiere, por su parte, combina algunos temas ya escuchados en el original, a cargo del incombustible Hideki Okugawa, con nuevas composiciones. Haciéndonos en todo momento respirar el aire de un centro comercial (o música de ascensor), casinos etcétera. También encontramos diversos temas de buena factura realizados por Oleska Lozowchuk, Jeremy Soule o Julian Soule entre otros. Aunque echamos en falta algo más identificativo como lo fue Justified, de Drea, en Dead Rising.

CONCLUSIONES

La mayor pega de Dead Rising 2 seguramente resida en estar bajo la alargada sombra de su antecesor, el cual para muchos se convirtió, por méritos propios, en uno de los mejores títulos de lo que llevamos de generación. Por que si, el joven equipo de desarrollo que forman Blue Castle Games ha superado con nota, y no era nada fácil, el crear una secuela digna de lo que ya era un gran juego. Con añadidos interesantes y una jugabilidad bien pulida, pero que no es suficiente para superar a su hermano mayor.

Tiene buenas ideas como la posibilidad de combinar armas o los modos multijugador, pero por contra ha perdido la frescura, que no innovación, que mostraba la obra de Kenji Inafune, perdiendo así el efecto sorpresa, que si bien es cierto que era algo comprensible que sucediera, podrían haber puesto algo más de su parte a la hora de innovar dentro de lo que ya conocemos y no beber directamente y en tan repetidas ocasiones de un trabajo ya realizado.

Cabe decir en cuanto a versiones, que en este caso la que sale mejor parada es la correspondiente a XBOX360. Ya que aunque presenta unos tiempos de carga algo superiores, cosa de uno o dos segundos más, también encontramos menos errores gráficos, o al menos no se forma tan acuciantes, así como una mayor resolución y nitidez. De igual modo, los añadidos mediante contenido descargable que podemos encontrar en el Bazar, como son Dead Rising: Case Zero, a modo de prólogo o, próximamente Dead Rising: Case West, donde volveremos a encontrarnos con el protagonista de la anterior entrega, a modo de epílogo, hacen que esta sea la versión más apetecible para todos aquellos que dispongan de ambas plataformas.

Sea como fuere, Dead Rising 2 es un juego notable con el cual pasaremos muchas, y divertidas horas pegados a nuestra consola/pc. Por supuesto, si te gusta el género zombi y disfrutaste del título original es un juego que no puedes dejar pasar.

COMPARTE ESTE POST

  • Facebook
  • Twitter
  • Myspace
  • Google Buzz
Autor: admin Ver todos los post de