Primer contacto con The Darwin Project

Uno de los modos de juego que más está dando que hablar desde hace escasos años es el Battle Royale. Todo este bombazo lo generó PUBG, su éxito hizo que otras compañías se fijaran y están creando sus propios Battle Royale, desde Fortnite a Fear The Wolf que se anunció hace realmente poco.

El año pasado en el E3 2017, durante la conferencia de Microsoft  se anunció The Darwin Project. El anuncio fue peculiar ya que lo hicieron mostrando una partida como si fuera de eSports, de hecho hasta había un comentarista que narraba las jugadas.

The Darwin Project (desarrollado por Scavengers Studio) parece que nace con la premisa de que se juegue con menos personas (10 jugadores por partida) a la par que está más centrado en los eSports. Para empezar existen por ahora (pues el videojuego está en GamePreview / Early Access) 3 modos de juego planeados, el básico para luchar contra otros jugadores, por equipos de 2 y el modo director.

¿Qué tiene de especial este Battle Royale? Pues es lo más parecido a los Juegos del Hambre que a lo que hemos visto en otros videojuegos, principalmente porque son menos jugadores (un máximo de 10) y el director. El mapa en consecuencia es mucho más pequeño, aunque el mapa sea circular está dividido en secciones; cada una dividida en un pentágono, existen un total de 7 secciones en el mapa. ¿Por qué está dividido así? Para darle armas/herramientas al director, que de eso hablaremos un poco más adelante.

Volvamos a lo anterior, el jugador comienza con 2 armas básicas, un hacha para obtener recursos y un arco. Nada más salir el jugador debe de tener en cuenta que tiene 9 contrincantes por delante. Si quiere ganar debe recoger recursos básicos que son 3: madera, tela y electrónica. Con esos recursos debe crear herramientas para sobrevivir, ya sean flechas para el arco, una fogata para calentarse o trampas para detener al enemigo que pueda matarnos.

Durante el transcurso de la partida, tanto la partida en sí misma como el director tendrán parte fundamental en las modificaciones en el mismo mapa. Como todo Battle Royale existe una pared invisible que va cerrándose, pero el jugador que controla al director tiene la posibilidad de ir cerrando esas secciones, además de tener otras habilidades como curar a jugadores que él crea conveniente, darle invisibilidad o más rapidez…, este tipo de acciones gastarán puntos que genera automáticamente.

La verdadera importancia de The Darwin Project es que ha traído frescura, diversión y algo nuevo al terreno multijugador. Dota al mundillo de posibilidades, al desarrollarse las partidas en mapas más cerrados, hace que sea mucho más rápido y la supervivencia sea más letal. En Xbox One (a expensas de probarlo en Xbox One X) quitando caídas de frames típicas de la optimización bastante verde del proyecto y su estado en la consola, no existen grandes problemas. Sus ambientaciones en la nieve, las diferentes secciones del mapa que están bien divididas y diferenciadas, hacen que en lo que respecta al aspecto técnico no se pueda tener muchas dudas. Apunta muy buenas maneras en todos los aspectos.

Le queda todavía un largo camino que recorrer, que le den más vida a las partidas con esos modos en equipo. El modo director es muy divertido, aquí podéis ver una partida en la que hacíamos las labores de director.

Siempre es bueno tener un videojuego con un claro componente tan diferenciador. Solo hace falta que triunfe entre los jugadores para que The Darwin Project cale hondo en la industria.

COMPARTE ESTE POST

  • Facebook
  • Twitter
  • Myspace
  • Google Buzz
Autor: José Joaquín Cabrera Ver todos los post de