South Park: Retaguardia en Peligro

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Más de tres años después, la secuela de South Park: La Vara de la Verdad es una realidad. Os aseguro desde ya que, South Park: Retaguardia en Peligro, es un más y mejor en toda regla. Es cierto que Ubisoft ya tenía la base establecida con lo que creó Obsidian, eso no quita el esfuerzo que han tenido que realizar.

Primero de todo, Snowdrop es el motor gráfico por el que han apostado. Es el motor creado por el estudio que desarrolló The Division. Consideramos que es un acierto apostar por ese motor ya que es de lo mejor que hemos podido ver en todo lo que llevamos de generación. El Snowdrop se ha adaptado a las mil maravillas al aspecto visual de South Park. Y es que estamos ante un RPG que nos traslada de pleno a la serie de animación. Nos da la total sensación de estar controlando multitud de capítulos de la serie de TV. Todo un prodigio.

Antes de profundizar en nada, para quienes no conozcan South Park hay que decir que es un producto orientado al 100% al público adulto. No se cortan con nada, muchos insultos, parodias en las que no dejan títere con cabeza, humor pícaro y adulto que no entenderán los más jóvenes (o no deberían), etc. Se puede decir que todos los protagonistas (aunque muchos sean niños y niñas) son extremadamente brutos, con lo cual producirá rechazo entre la gente más sensible. Por otra parte, quienes conozcan South Park, simplemente, están de enhorabuena. Es sumamente espectacular lo que han recreado. Así pues, entre los que conocen la serie y los que no pero sean adultos, os garantizo que no querréis soltar el mando. Retaguardia en Peligro tiene de esa dosis que hace que sea muy difícil despegarse del gamepad.

Al comenzar el videojuego, nos dan la opción de crear al personaje que controlaremos en todo momento. Hay opción de cambiar el pelo, vestimenta, atrezo para el propio cabello, manos… Esto de cambiar el aspecto lo podemos hacer en cualquier momento. Cosa normal ya que es muy fácil encontrar nuevos trajes de superhéroes con sets completos o bien alternándolos. Al gusto de cada uno. También se pueden encontrar recetas para luego elaborar nosotros lo que deseemos.

He citado superhéroes porque South Park: Retaguardia en Peligro nos sitúa en un trasfondo de superhéroes y villanos. Al más puro estilo Civil War de Los Vengadores. Aunque en este título lo tratan más como si fuera un DC vs Marvel. Ya os podéis imaginar el humor que se pueden gastar al respecto. Es digno de todo elogio.

En este ámbito, la gran novedad que han introducido es el uso de poderes de superhéroes, los cuales pueden provocar estados alterados a los enemigos (claro está, a nosotros también). A poco de comenzar nos dejan elegir entre tres clases, más adelante nos dan la posibilidad de escoger otra para alternar con la que teníamos y no acaba ahí la cosa, se puede llegar a desbloquear una tercera clase (y ya bien avanzados una cuarta, en total hay 10 clases). ¿Qué proporciona esto? Que podamos modificar los ataques de nuestro personaje a nuestro antojo. Así podemos tener fuego, poder eléctrico, construir torreta, tener golpe duro, etc. Son muchas (pero muchas) las posibilidades que nos ofrecen. Lo ideal es que os centréis en un aspecto, en el sentido de que si usáis sólo la capacidad de súper poderes, entonces podéis equiparos algún artefacto y aspecto de ADN (esto también se consigue después de unas horas) que aumente las capacidades de los súper poderes. Es vital obtener más % de daño para superar ciertos combates. Cabe decir que cada objeto suele aumentar el % de x capacidad, así como también resta de otras. Es por eso que os comento que es mejor centrarse en un tipo para poder hacer el máximo daño posible.

Por lo general, nuestro grupo de combatientes estará formado por cuatro integrantes, si bien habrán misiones en las que estaremos sin compañía y otras en las que tenemos un único compañero/a más. Teniendo como base lo de luchar controlando a cuatro, os sugiero que tengáis a uno que cure, a otro que al pegar le proporcione escudo y pueda focalizar que los enemigos se centren en él y a otro que pueda pegar de lejana distancia. Luego el cuarto ya como queráis. Con eso, os garantizo que los combates se superan bastante bien, si bien algunos de ellos nos pondrán en más de un apuro. Y hablo de la máxima dificultad de los combates. De los tres estados de dificultad para el combate, lo mejor es que vayáis directamente al más difícil pues los dos primeros no tienen ni chicha ni limonada.

En Retaguardia en Peligro, los combates son por turnos y se desarrollan en cuadrículas. Esto se traduce en que cada turno podemos movernos hasta x sitio. Allí podremos efectuar nuestro ataque que puede alcanzar hasta x lugar. Hay ataques de zona, otros de algún lugar específico, etc. También está la opción de finalizar turno con el personaje en cuestión, y es que no siempre estará la opción de poder atacar. Cada cosa que hagamos, si (por ejemplo) ejecutamos un ataque bien hecho (hay que apretar la A en momentos adecuados) o conseguimos defendernos algo (también hay que apretar botón), se irá subiendo la barra de ataque definitivo. Al rellenar el 100% de esa barra, podremos llevar a cabo el ataque definitivo con cualquier miembro de nuestro escuadrón. Como con todo, habrá que cerciorarse de cuál viene mejor ya que cada uno se proyectará sobre diferentes zonas, además que no todos hacen el mismo daño. Podemos ejecutar tantos ataques definitivos como veces rellenemos la barra.

Con el tiempo conseguiremos invocaciones (un total de cuatro) que nos ayudarán para alcanzar la victoria. Cada invocación sólo se puede usar una única vez en cada combate, así que habrá que tener claro cuándo convendrá curar a nuestro equipo, cuándo derrochar las invocaciones que hacen mucha pupa y así, hasta conseguir una prudencial ventaja. De la misma manera, como buen superhéroe no falta la opción de manejar el tiempo. Después de unas horas de juego, conseguimos el poder de alterar el tiempo. Yo he llegado a las modalidades de pausarlo o de volver atrás. Eso sirve tanto para explorar como para los combates. Para los combates, al usarlo haremos que el enemigo pierda ese turno; en el caso de usar el de pausar, además de perder su turno tenemos la opción de pegar a todos los enemigos durante ocho segundos. Por supuesto, esto da una gran ventaja y no se puede usar en cada turno. Cuando se usa una vez hay que esperar tres turnos, así hasta usarlo hasta un máximo de tres veces por combate.

Hay diversas clases de enemigos, nos pueden atacar en zona, individual e incluso pueden hacer ataques contundentes pero que necesitan de un turno de carga. Eso nos ayuda a ver qué cuadrículas atacarán, para saber en dónde no debemos estar para el siguiente turno donde se vaya a ejecutar ese ataque. Hay enemigos que pueden “invocar” a otros, otros que curan… sobra decir que en primer lugar hay que ir a por esa clase de contrincantes, de lo contrario las batallas se complicarán bastante. Otra cosa a destacar, hay combates en los que hay que derrotar a alguien en cuestión, así que si os veis apurados no hace falta que derrotéis a todo bicho viviente. De igual manera, hay otros combates en los que hay que correr para llegar a cierto punto. Esto implica que no hay que “distraerse” y pararse con cada enemigo que se cruce.  Como colofón, los combates contra jefes no son simples. Como es habitual en esta clase de juegos tienen, por así decirlo, tres fases. Eso sí, la última fase no tiene porqué ser la más difícil.

Como RPG, debemos explorar a conciencia cada rincón de todos los emplazamientos que visitamos y descubrimos. Al igual que en La Vara de la Verdad, todo lo que tenga una “pincelada amarilla”, será propenso para que lo podamos abrir y así encontrar diferentes botines. Manteniendo pulsado el gatillo izquierdo accedemos al «modo investigación«. Nos indicará -entre otras cosas- con qué personas podremos hacernos un selfi, objetos que romper (suelen ser agrietados), etc. Con el LB se accede al mapa donde podemos ver las misiones, los lugares a visitar y más cosas. Con el select se accede al menú de personalización. La exploración tiene un gran nivel, desde el primer instante nos damos cuenta de que no podemos acceder a todos los lugares. Sí, después de x horas se van desbloqueando nuevas acciones. Algunas son acciones conjuntas que se hacen con otros compañeros y que tienen como base nuestro “ojete” (así es como apodan a nuestro personaje creado). A base del poder que proporciona nuestro ano y con la ayuda de lo que pueden hacer determinados compis, podemos acceder a lugares que antes no podíamos. Además, los poderes de alterar el tiempo nos ayudarán también para acceder a más lugares que debemos descubrir. Incluso hay ocasiones en los que debemos usar las acciones especiales con compis y los poderes del tiempo para alcanzar algún sitio concreto. Sin duda, todo esto lo han llevado de una manera fabulosa.

Hay muchos tipos de objetos que hay que recolectar. Toda la recolección tiene un fundamento: sirve para que luego podamos elaborar consumibles para restablecer más vitalidad durante los combates, antídotos para curarnos de los estados alterados, el típico objeto de resurrección, la comida para llamar a la invocación de curar a todos… También podemos elaborar artefactos que nos concederán ventajas en los envites. Estos artefactos se dividen en varios campos, al subir un nivel de experiencia (después de superar cada combate o bien consiguiendo diversos hitos nos dan puntos de experiencia) iremos desbloqueando más espacios para colocar más artefactos. Es lo más primordial para establecer, digamos, nuestro rango.

Por ejemplo, en un momento dado puede aparecer una misión secundaria de rango 500. En ese instante puede que apenas tengas poco más de 200. Entonces, hasta que no hayamos desbloqueado (gracias a la experiencia) unos cuantos espacios más de artefactos, no podremos ir a por esa misión ya que no podremos superarla. Y es que los artefactos tienen diferentes niveles, si mejoramos nuestro nivel de elaboración podremos elaborar artefactos de 75, 80… así sumando varios de ellos conseguiremos alcanzar el rango adecuado. Hay que decir que hay artefactos muy pepinos que nos los encontramos bien al explorar recovecos o en enfrentamientos contra jefes.

Hablando de misiones, están las principales que están relacionadas con el Mapache Cartman, quien dirige un bando de la Civil War. Con él vamos conociendo la infancia de nuestro protagonista, el camino que forjó para conseguir ser el superhéroe que es. Las secundarias considero que son las que se centran más en algún personaje. Digamos que nos piden ayuda para solventar ciertos asuntos. A las principales y secundarias se les une varios extras como poner fotos de un miembro de la policía en diferentes ubicaciones, encontrar gatitos perdidos, encontrar posters que recrean escenas de una pareja, etc. Hay una buena variedad que consigue que recorramos mucho y bien cada rincón de South Park. A todo ello se le une la reputación de nuestro personaje. Para tener mucha reputación tenemos que hacernos selfis con los habitantes. No todos accederán a las primeras de cambio, bastantes nos pedirán otro tipo de misiones, conseguir determinadas tareas o bien, hasta que no consideren que seamos famosos no accederán a hacerse un selfi.

A todo lo dicho, insistimos en que el aspecto visual representa South Park de una forma impecable. No se le puede poner ningún reproche. Técnicamente no decae en ningún momento, no hay caída de frames. El motor gráfico se muestra sólido en todo momento.

Por otro lado, el aspecto sonoro es una soberana maravilla. Tenemos el doblaje al castellano con las mismas voces que la serie. La interpretación es de un nivel espectacular, sublime. Cada frase, entonación, todo, absolutamente todo está tratado de una forma brillante. La BSO está a la altura de las circunstancias. Hay melodías de un carácter épico que en cierta manera nos recuerdan a algunas que hemos escuchado en alguna película de Marvel. Y es que el nivel de representar parodias trasladadas al mundo de los superhéroes, ha alcanzado un nivel de aúpa.

Como dije al principio, South Park: Retaguardia en Peligro es un más y mejor en toda regla. Tiene considerablemente más duración que La Vara de la Verdad. Eso de alternar clases para tener diferentes poderes de cada clase o ataques muy diversos, es una idea fantástica. Podemos visitar a Cartman para cambiar las clases y así ir probando lo que más se ajuste a nuestro estilo de juego. Explorar, combates por turnos y cuadrículas, acciones conjuntas, alterar el tiempo, elaborar artefactos, ejecutar invocaciones, mejorar y personalización del personaje… hay mucho que hacer en este nuevo South Park, el cual esta vez sí que ha tenido un trato exquisito en nuestro territorio (doblaje al castellano y sin censura). Sin duda, estamos ante un RPG magnífico que ofrece muchas horas de diversión.