Sea of Thieves

8 Nota General
Gráficos: 9/10
Sonido: 9/10
Jugabilidad: 8/10

Un juego por y para divertirse | La recreación del agua no es de este mundo

No entender lo que el juego propone puede hacernos dejarlo en poco tiempo

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Título: Sea of Thieves

Desarrolladora(s): Rare

Editor(es): Microsoft Studios

Plataforma(s): Xbox One y PC

Género(s): Acción y Aventura

Lanzamiento: 20 de Marzo de 2018

Idioma: Textos: Español, Voces: Inglés

Despierto en una taberna, con un cuchillo clavado en la mesa y un mapa bajo él. A mi lado, dos compañeras de viaje que, igual que yo, no saben bien que hacer. Hablamos con la simpática tabernera, la cual nos cuenta un poco sobre su vida, milagros y, como no, nos ofrece Grog, la bebida pirata por excelencia. Una vez fuera, una isla con diferentes tiendas y comerciantes. Unos se hacen llamar la orden de las almas, otros se dedican al comercio de animales, pólvora o té. El último es un maestro de las llaves, el cual nos vende mapas donde una X marca el tesoro.

Nadie nos dice nada ni existe indicación alguna, pero en el puerto, imponente, vemos un galeón que no sabemos bien por qué, sabemos que es nuestro. Lo que más me llama la atención es ese hombre de las llaves que, al hablar con él, nos propone llevarle un tesoro enterrado en una isla a cambio de oro. Coloco en la mesa del camarote del capitán esa travesía, mis compañeras votan en hacerla y nos dan un mapa, sin nombre, donde aparece la isla y una X marcada en ella. Pronto una de mis compañeras busca la isla en la carta naval mientras otra baja las velas y sube el ancla….nuestra aventura comienza en el mar de ladrones.

No voy a negar que la primera idea para este análisis era narrarlo como los primeros párrafos. Pero después de una serie de charlas sobre el juego (tanto con amigos como más profesionales) han hecho que tirase por la «borda» todo lo anterior y lo cambiase por estas líneas que estáis leyendo. Es difícil analizar un juego como Sea of Thieves. Difícil por que es un producto atípico, único si lo miramos con según que prisma. Difícil por que entra dentro de ese espectro que son los juegos servicio, obras que van creciendo con el tiempo, que incluso mutan en otra cosa totalmente distinta a la inicial. Pero sobretodo, que tienen un recorrido largo, de años en el mejor de los casos, siempre que el público tenga la paciencia que se requiere.

Pero lo que importa ahora es el presente diréis y con el que nos puede ofrecer Sea of Thieves. Lo fácil sería hablar sobre qué tiene y qué le falta al juego. Pero mejor empezar por lo más claro: Sea of Thieves es una caja de arena en la que podemos jugar como queramos. Rare, un estudio con más de 30 años a sus espaldas y, al contrario de lo que muchos piensan, con gente que lleva en la compañía desde el primer día. Se vuelve a reinventar para ofrecer algo que si bien en base es un cooperativo online, nos deja a nuestro total albedrío para surcar sus preciosistas aguas y afrontar de la manera que más nos guste las aventuras que nos proponen. Estas vienen en forma de las tres facciones que están presentes en el videojuego, las cuales podemos subir de nivel para hacer misiones cada vez más difíciles y alcanzar, como meta, el ser pirata de leyenda.

Las tres facciones nos proponen cosas totalmente opuestas. Mientras que con los acaparadores de oro nuestra misión es buscar tesoros enterrados o descifrar mapas con pistas que revelan la ubicación del ansiado botín, la orden de las almas nos da todo lo opuesto, enfrentarnos a esqueletos de varios tipos (ojo con esto) hasta que el importante, más duro, emerja y poder recolectar su calavera. La tercera en discordia es la alianza comerciante. Y la dejamos para lo último por lo pesado de sus misiones. Entendemos que siempre hay una parte en este tipo de juegos que consiste en trabajar más, en ascender más lentamente. Pero personalmente esta facción lo único que hace es alargar el juego de una forma exagerada y, por qué no, agotadora. La principal fuente de ingresos de estos comerciante es la distribución de animales. Desde unos monisimos cerditos, pasando por gallinas y, lo peor, serpientes. Las primeras misiones tienen su gracia, sí. Vernos corretear por islas jaula en mano cazando es hasta cómico. Pero una vez superadas las primeras horas…

No sólo llega un momento en el que debemos recoger todos los animales al mismo tiempo, lo que es un inconveniente por no poder juntar a las serpientes con los otros, si no que a los cerdos debemos alimentarlos mientras viajamos. Esto no sería una pega si las travesías fueran más o menos razonables pero esta facción es la única que nos pide entregar la misión en un puesto de avanzada concreto. Si, como os imagináis esto complica bastante las cosas. Escrito no parece algo tan pesado pero os aseguramos que será la última facción que subiréis a nivel 50. Palabra.

Ahora bien, todo esto, aunque sea la base para prosperar en el mundo de Sea of Thieves, es lo menos importante. Raro, ¿verdad?. Como os decíamos más arriba, Rare ha planteado el juego de forma que cada jugador lo pueda vivir de una forma y, con él, su tripulación. Y es que sabemos que tenemos que ir a X sitio a hacer la misión, pero nunca nos podremos suponer qué pasará en el transcurso de la misma. Lo más probable es que podamos viajar sin contratiempos, manejando el barco cual marineros expertos, modificando el ángulo de las velas según las corrientes de aire y, por qué no, tocando música mientras bebemos Grog hasta estar tan borrachos que nos sea imposible distinguir que canción estamos interpretando. Pero esto es una caja de arena, un lugar donde cada jugador vive de forma totalmente diferente el como afrontar las cosas o comportarse. Allí, a la lejanía, otro barco con jugadores se dirige hacia nosotros. La primera reacción que tendremos es ver si los cañones de nuestro galeón están cargados y listos. ¿Por qué? Bueno, estamos en un mundo de piratas y…como no podía ser de otra forma, ese barco nos empieza a disparar mientras ladea para abordarnos. Uno de los disparos no era de bala, era un jugador que aborda nuestro barco en busca de tesoros o simplemente de pura diversión pirata: matarnos, hundir el barco y seguir su rumbo. Muerte que, por cierto, nos lleva al barco de los condenados. Un lugar donde, como fantasmas, tendremos que esperar a que las puertas se abran y volver al mundo de los vivos.

Todo lo de antes es una de las opciones que podría pasar. Otra es que el barco simplemente pase de largo, o seamos nosotros quienes les demos caza. O quizás hacer nuevos amigos para poder afrontar cierta misión marcada como una calavera gigante en el cielo. Todo está pensado para que siempre estemos pendientes del mundo que nos rodea. Un mundo que, todo hay que decirlo, es de los más vistosos que podréis ver en plataforma alguna. Si, ese aspecto «made in Rare» lo acapara todo, pero una vez pisamos playa o puerto empieza el show gráfico. Y es que Sea of Thieves tiene, sin ningún tipo de duda, la mejor recreación del agua jamás vista. Ya no sólo por la forma en la que se mueve, o como el ciclo día-noche incide en la misma. Cuando estamos en el barco veremos como salpica la cubierta, mojando tablones, moviéndose según se mece nuestro navío o, como es de suponer, inundando nuestro galeón desde la bodega en el peor de los casos. Todo ello gracias al tan cacareado poder de la nube. Sí, ese agua que vemos con nuestros propios ojos se mueve en servidores totalmente ajenos a nuestras máquinas lo cual, si me lo permitís, añade más magia al asunto.

No podemos olvidarnos de las opciones cooperativas. Si bien el juego se puede jugar solo, en compañía es donde se disfruta muchísimo más. Si somos dos jugadores podremos elegir el balandro, un barco pequeño y muy rápido aunque con poca potencia de ataque. Si somos tres o más piratas (de momento máximo cuatro) el galeón es nuestro amigo, un barco imponente, gigante y en el que la coordinación es fundamental para salir airosos.

Puede que nos quedemos con ganas de hablar mucho más, quizás hemos pasado por alto cierto monstruo legendario que vive en las profundidades… pero Sea of Thieves es un juego de descubrir. Un elige tu propia aventura de manual y, a falta de ver como crece y se expande, tenemos la mejor base posible y una única misión, divertirnos. Así que olvidaros del día a día, sentaros delante de vuestra pantalla, brindad con vuestra jarra de Grog y gritad bien alto: Soy un pirata.

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