Phantom Breaker Battle Grounds Overdrive

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Que Switch es el sitio para que ciertos géneros luzcan mejor es algo ya sabido. Los chicos de MAGES lo han visto de lejos y por eso nos ofrecen una versión de Phantom Breaker Battle Grounds para la nueva consola de Nintendo. Para los que no sepáis de que trata, Phantom Breaker es una suerte de «yo contra el barrio» que bebe de clásicos como Guardian Heroes de la extinta Saturn. Aquellos míticos juegos arcade que tantas tardes de diversión nos dieron. La cosa es, ¿está el juego de MAGES a la altura de ellos?.

Lo primero que llama la atención de Phantom Breaker es el cuidado apartado visual que ofrece. Dos dimensiones clásicas, extraídas directamente de los 90 y llenas de color. Tanto escenarios como protagonistas lucen de escándalo en la pantalla de Switch, y que nos lleva a pensar en la reflexión que hacíamos más arriba. Y es que la consola de Nintendo es el lugar ideal para que juegos como este enseñen todas sus galas desde el minuto uno. Por desgracia, Phantom Breaker es un juego que ya ha salido en distintas plataformas y, con el paso del tiempo, no ha sabido pulir sus fallos.

Uno de ellos es su duración. Si bien no pedimos que un título de este estilo dure horas y horas, si que se nos queda bastante corto. Con una base en la que debemos subir de nivel a nuestros personajes a base de apalear enemigos, llega un momento en el que solo nos queda repetir por repetir fases. Si, si jugamos con todos los personajes (algunos más en esta versión que la original) nos durará bastante más. Pero los cambios entre ellos son mínimos y siempre tenemos la sensación de manejar a la misma protagonista.

Lo mismo ocurre con los escenarios. Muy cuidados, la trampa aquí es la poca variedad de los mismos. Diferentes zonas de un Tokio re-imaginado (con apariciones estelares del Club Sega de la capital nipona) y otros en los que solo apreciamos cambios nada más empezarlos. Sí, está bien que su nivel de detalle sea alto, pero a costa de la variedad de los mismos.

El apartado jugable es lo que más podemos destacar del título que nos ocupa (se disfruta a base de bien tanto en solitario como en cooperativo). Y es que no podemos olvidar que Phantom Breaker es el primo lejano de Guardian Heroes, la joya de Treasure para Sega Saturn. Subida de niveles, cambios de plano en el escenario, distintos tipos de ataque en los cuatro botones disponibles….todo recuerda a ese juego pero sin la inspiración y el mimo que tenía el original.

Si que podemos destacar su música. Varias piezas creadas en chiptunes que si bien no inventan nada, contienen una variedad bastante destacable y acompañan a la acción en todo momento.

Poco más podemos decir de Phantom Breaker. Un juego que ha pasado por distintas plataformas a lo largo de los años y que aterriza en Switch en su mejor versión gracias a la portabilidad y lo bien que luce en la consola de Nintendo. Tiene fallos, bastantes, pero también es un juego que nos transporta a aquellos días en los que con 25 pesetas nos lo pasábamos bien sin más pretensiones.