God of War: Ragnarök

9,8 Nota General
Historia: 10/10
Audiovisual: 9/10
Jugabilidad: 10/10

La historia y la narrativa | Las secundarias | Los personajes

Que no esté desarrollado en exclusiva para la nueva generación

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Título: God of War: Ragnarök

Desarrolladora(s): Santa Monica Studio

Editor(es): Sony Interactive Entertainment

Plataforma(s): PS5/PS4

Género(s): Acción/RPG

Lanzamiento: 9 de Noviembre de 2022

Idioma: Textos: Español, Voces: Español

Santa Mónica Studio continúa con la historia que comenzó hace 4 años con el viaje de Kratos y su hijo Atreus por los Nueve Reinos para cumplir una misión muy especial. A lo largo de este primer título, se nos mostraría una nueva reinvención de los mitos de los Dioses Nórdicos.

God of War: Ragnarök continúa contando la vida de los héroes unos cuantos años más tarde. Con Atreus siendo adolescente y queriendo contar su propia historia y con Kratos luchando por evitar conflictos.

Ya en el comienzo del juego nos pone en situación. Han pasado unos pocos años desde lo acontecido en el anterior God of War. El Fimbulwinter ha llegado a los Nueve Reinos como consecuencia de los actos de Kratos y Atreus. Midgard está siendo azotado con un largo y duro invierno a causa de dicho Fimbulwinter.

Pero no solo tienen que sobrevivir al Fimbulwinter, hay viejas heridas que no han cicatrizado y que buscan venganza. En medio de todo, Kratos solo quiere buscar la paz e impedir que Atreus desate el Ragnarok, tal y como está escrito. Pero Atreus ya no es un niño y quiere forjar su propio destino…

En los primeros compases de God of War: Ragnarök, el juego nos da pequeñas muestras de lo que nos depara esta nueva aventura. Tenemos a un Kratos que solo busca la tranquilidad y el proteger a su hijo, pero él mismo es el epicentro de una tormenta que está a punto de comenzar.

Esta tormenta es la consecuencia de los actos del primer juego. Nada más empezar tendremos un encuentro con un viejo conocido, la búsqueda de la normalidad con su hijo, sueños premonitorios, pequeños gestos que son el comienzo de algo grande… Y cómo Atreus busca su camino.

En menos de una hora el juego nos hará pasar por una gran variedad de situaciones. Pero la más importante será la de ver como Atreus ya no necesita a Kratos para escalar o sobrevivir a ciertas situaciones.

Este es uno de los ejes del juego: la independencia de Atreus. Así como el primer God of War trataba la paternidad de Kratos, este God of War: Ragnarök gira en torno a la madurez de Atreus.

Con estos dos puntos, la lucha de Kratos por tratar de alejarse de todo lo relacionado con el Ragnarok y la búsqueda de su propio destino de Atreus, disfrutaremos de una historia única.

Santa Monica ha construido una historia sólida, llena de giros, sorpresas y mucho más coral que la anterior entrega. En God of War: Ragnarök aparecen muchos personajes, algunos nuevos y otros viejos conocidos, que acompañarán a Kratos y Atreus en su aventura. Todos ellos tendrán su momento, su parte de historia y todos ellos se complementan para hacer algo memorable.

A lo largo de la aventura podremos saber más sobre la historia de los Nueve Reinos por medio de misiones secundarias, tareas y la recolección de artefactos y escrituras. En muchas ocasiones serán los propios personajes los que completen la historia con sus conversaciones mientras avanzamos.

La propia narrativa del juego nos ayudará a comprender mejor lo que ha pasado y quiénes son todos los implicados en la llegada del Ragnarok. El juego sabe llevarnos y mostrarnos en cada momento lo que necesitamos saber.

La forma de explorar los Nueve Reinos se va abriendo poco a poco. God of War: Ragnarök es como una cebolla a la que vamos retirando capas hasta llegar a su corazón. En dicho corazón encontraremos el final de una historia que se ha ido contando en dos entregas y que no dejará indiferente a nadie.

El juego nos irá guiando por medio de la misión principal en la exploración de los reinos. Poco a poco se nos irán abriendo nuevas misiones opcionales y nuevas áreas para explorar, cada cual más amplia y con más secretos por descubrir. El juego crece junto con la experiencia de los personajes.

En muchas ocasiones la estructura recordará a la de un Zelda, ya que para poder avanzar por ciertas áreas, necesitaremos mejoras o armas que nos permitan avanzar. Lo interesante es que el propio juego nos llevará a áreas ya exploradas cuando obtengamos la forma de avanzar por las mismas de manera natural.

Esa misma forma natural es la que usará para introducir las misiones secundarias. En ningún momento corta el ritmo de las misiones principales o nos dejará con la sensación de que al hacerlas no estamos avanzando orgánicamente en la historia.

La jugabilidad no ha cambiado mucho. Kratos sigue usando diversas armas y combos para destrozar a los enemigos y cuenta con el arco de Atreus para aprovechar las debilidades de los enemigos. Y usando un botón para el ataque rápido y otro para el ataque fuerte. Ambos tipos de ataque se pueden cargar para hacer más daño pero teniendo en cuenta que dejará a Kratos desprotegido unos instantes.

Lo interesante es como el árbol de habilidades de cada arma desbloquea nuevos movimientos y muchos de estos se pueden mejorar con el uso. Digamos que el juego premia la maestría que se va adquiriendo con los combos y los ataques especiales.

Otro punto importante a tener en cuenta cuando atacamos es la posibilidad de cambiar rápido de arma para poder encadenar diversos tipos de ataque. Y todo ello sin olvidarnos de las flechas de apoyo para poder ser más destructivos.

Todas estas combinaciones hacen que el combate llegue a ser muy estratégico con ciertos enemigos o jefes. Especialmente para poder explotar sus debilidades y defendernos de sus ataques más poderosos. En este sentido, tanto la esquiva como el bloqueo con el escudo tienen también mucha relevancia. Una esquiva a tiempo o un bloqueo en el momento adecuado nos dará una gran ventaja contra el enemigo que tengamos delante.

Además, también tendremos piezas de equipo que mejorarán ciertos apartados de nuestras armas y armaduras. Gracias a la gran cantidad de estos elementos para mejora, podremos personalizar y adaptar el juego a nuestra forma de jugar.

Otro apartado que no ha cambiado en exceso es la calidad gráfica. Más allá de las opciones con las que cuenta el juego no ha habido una evolución muy enorme con el paso a la nueva generación. Tanto en PS4 como en PS5 cuenta con dos modos: calidad y rendimiento. En calidad la consola intentará ofrecer la mayor resolución con una tasa de frames de 30 imágenes por segundo estables. Mientras que en rendimiento será una resolución dinámica con una tasa de 60 frames. A destacar que en PS5 cuenta con compatibilidad con VRR y un modo “alta frecuencia en fotogramas” para mejorar la tasa de frames en ambos modos a costa de la resolución.

Pero en cambio, el arte del juego sí ha evolucionado. Los diseños de los personajes han mejorado, tienen más detalles y se aprecian mejor las expresiones y los pequeños gestos. Los escenarios, a pesar de ser los mismos lugares que ya visitamos en la primera parte, también han sufrido una lavada de cara.

Los Nueve Reinos se han visto afectados de una forma u otra por el Fimbulwinter y eso ha afectado al clima, a la flora y a la fauna. En la mayoría de los Nueve Reinos visitaremos zonas nuevas por descubrir mientras de fondo apreciamos otras áreas del anterior juego.

Santa Mónica se ha esforzado para intentar repetir lo menos posible los escenarios del primer God of War. Y, si lo hace, hay nuevos elementos que cambian su exploración por completo. Incluso hay áreas que son un juego entero y no solo por su duración, si no por su contenido.

La exploración será un elemento diferenciador, ya que poco a poco iremos descubriendo nuevas zonas gracias a adquirir nuevas habilidades. El juego está constantemente en evolución y nos da la libertad suficiente para poder explorar en cualquier momento. Incluso, una vez finalizada la misión principal, seguirán apareciendo nuevas misiones secundarias. Y muchas de estas misiones complementarán el final del juego.

Completar enteramente el juego lleva en torno a 50 – 60 horas, con todas las secundarias y tareas completas. La historia principal dura alrededor de 30 horas.

La banda sonora del juego sabe como mezclar los temas más clásicos y distinguibles de los primeros God of War con los temas más actuales. Siempre acompaña a la perfección lo que está sucediendo en pantalla.

El juego muchas veces nos recordará el pasado de Kratos, ya sea por conversaciones con otros personajes o porque el propio Kratos lo rememora. Y en esos momentos el tema de la saga original se mezcla con la actual, dando unos matices muy reveladores al desarrollo de los personajes.

Como bien decíamos al comienzo del artículo, God of War: Ragnarök es un juego de pequeños detalles. Y se ve tanto en la música como en la integración con el control háptico. En todo momento se siente lo que sucede con las pequeñas vibraciones localizadas del Dualsense y en alguna ocasión hay cierta resistencia a las acciones que realizamos.

Todo esto, unido a los efectos de sonido, ayuda a la inmersión dentro del juego y a disfrutar mejor de la aventura.

Cabe destacar todas las opciones de accesibilidad incluidas. Permite adaptar múltiples apartados visuales y sonoros; muy en la línea en la que nos tiene Sony acostumbrado últimamente en sus títulos.

God of War: Ragnarök marca el final de una etapa, el cierre de una nueva historia protagonizada por Kratos. Un Kratos más maduro pero igual de violento que intenta cambiar el destino de su hijo a toda costa. Y aquí tenemos a un joven Atreus que se cree lo suficientemente maduro como para tomar sus propias decisiones.

Este podría ser el resumen del juego, pero God of War: Ragnarök es mucho más. Es la culminación de una historia coral, de la reinvención de los mitos de los dioses nórdicos por parte de Santa Monica Studios y un juego redondo.

Poco hay que se le pueda recriminar a Santa Monica en este God of War. Podríamos echar en cara que la versión de Playstation 5 podría haber evolucionado más gráficamente, pero a nivel artístico lo suple sobradamente.

En conclusión, si el primer God of War de esta nueva etapa te gustó, este God of War: Ragnarök te va a encantar. Personalmente iba muy escéptico a que esta continuación fuera mejor que su primera parte, pero me alegro de haberme equivocado.

El primer juego marca una nueva etapa. Sorprende en su desarrollo cuando se va descubriendo la nueva jugabilidad y abriendo poco a poco a la nueva mitología. Y este segundo refuerza la exploración, la jugabilidad, los personajes y la mitología. Y lo más sorprendente fue experimentar cómo te atrapa en todo momento y cómo hace que te estremezcas en los pequeños gestos.

Totalmente recomendable para cualquiera al que le guste disfrutar de una buena historia con mucha acción, muchos giros en la trama y mucha exploración bien premiada.

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Autor: Miguel Ángel León Ver todos los post de