God of War: Ascension

8.5 Nota General
Gráficos: 9/10
Sonido: 9/10
Jugabilidad: 8/10

Nivel de producción audiovisual sin precedentes | Las nuevas habilidades y magias | El debut del multijugador | Los puzzles

Excesivamente continuista con God of War III | Se echan en falta peleas de envergadura con colosales enemigos | Argumento sin gancho | Las armas secundarias | Bugs o errores que pueden afectar al apartado jugable

La franquicia God of War es una de las sagas exclusivas de la marca Playstation que mayor renombre cuenta a nivel mundial. Con cinco entregas a sus espaldas, tanto en Playstation 2, PSP o Playstation 3, esta serie nació en el año 2005 de la mano de David Jaffe y un primerizo equipo afincado en la ciudad norteamericana de Santa Monica. La idea de Sony Computer Entertainment era crear una IP exclusiva occidental capaz de competir con los más grandes del género hack and slash, un esquema jugable que hasta el momento parecían dominar los japoneses en exclusiva. De esta manera nació God of War, una saga que nos narraba las peripecias del atormentado Kratos en su lucha contra los dioses de la Antigua Grecia, con un diseño artístico que quitaba el hipo, claro.

Eso es a grandes rasgos, God of War. Una serie que ha ido evolucionando, unas entregas más y otras menos, pero que siempre gozó de un éxito tremendo a nivel comercial y crítica. Tanto es así, que hasta la llegada de Uncharted en la actual generación, God of War era el buque insignia junto con Gran Turismo, y a pesar de que quedó algo desplazada en los últimos años, con cada juego siempre consigue mantener un nivel de hype a tener muy en cuenta. En parte porque a todo el mundo le encanta un hombre rabioso y que desea acabar/destruir todo lo que se encuentre a su paso con tal de cumplir su propósito. Además es bastante accesible, no muy complejo y que no cuesta demasiado ponerse a los mandos para empezar a destrozar seres mitológicos, algo de lo que pocos pueden presumir.

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Aunque estaba claro que tendríamos otra entrega de la saga God of War en la actual generación de consolas, pocos esperábamos que este nuevo capítulo dentro de las aventuras de Kratos fuera otra precuela. Con esto ya son tres los títulos que sirven de nexo o unión (como prefiráis) entre la trilogía original, y es que si bien hay ganas de saber cómo continúa el asunto después del polémico final de God of War III en una posible cuarta parte, eso es algo que seguramente tendrá que esperar, coincidiendo en números, con Playstation 4.

God of War Ascension se presentó a principios del 2012, con la idea de lanzarlo ya en el mes de Marzo del año siguiente (momento clásico ya en el que suelen salir las entregas de la serie) para Playstation 3. Una de las principales novedades de esta entrega y que se hizo oficial a las pocas semanas de su anuncio, es que por primera vez habría un modo multijugador. En el E3 2012 pudimos ver un pequeño fragmento de la campaña, pero no fue hasta escasos meses antes de su lanzamiento cuando volvimos a ver el apartado un jugador de la aventura, estaba claro que para Sony Santa Monica la faceta online de este título era algo de gran prioridad, y como comprobaremos en el texto ha cumplido las expectativas.

Pero… ¿qué ha pasado también con la campaña?, ¿estamos ante el mejor God of War de todos?, ¿viene Kratos listo para desatar toda su brutalidad?

Kratos busca poner fin al terror de las Furias en el reino.

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Dejando introducciones a un lado, God of War: Ascension es la precuela de la franquicia, quizá algunos ya os hayáis perdido. Hasta el momento el orden cronológico es el siguiente, repasemos: Chains of Olympus < God of War < GoW: Ghost of Sparta < God of War II < God of War III. ¿Más claro ahora?, pues situad a Ascension de primero de la lista. Este capítulo de la saga nos narrará la búsqueda de Kratos para romper el pacto de sangre que le vincula con el Dios de la Guerra, Ares.

Seis meses después de que Ares le engañara para matar a su mujer e hija, un joven Kratos ha sido condenado a vivir con la Furias, tres peligrosas hermanas que actúan como “cazarrecompensas” y torturadoras de los Dioses del Olimpo. Nuestra nueva aventura da comienzo con Kratos recluido en una prisión del tamaño de un titán, el conocido como Hecatónquiro. Torturado hasta casi la muerte por Megera, el fantasma de esparta se hace con la fortaleza suficiente para liberarse de la prisión y comenzar su odisea. En los primeros compases del juego estaremos un poco “vendidos” a nivel argumental, y sin saber exactamente de qué va esto, por eso una vez comenzamos el prólogo, el juego hará un «pequeño» flashback varias semanas antes para saber cómo llegó a estar capturado.

En este momento se nos presentará también a un aliado de Kratos, Orkos, quién más tarde tiene un pasado inesperado. Con su ayuda, el antihéroe comenzará su búsqueda para acabar con las Furias, redimirse de sus pecados con Ares y saber cuál es el siguiente paso. ¿Estará preparado?

Una brutalidad ya conocida con pequeños cambios

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A nivel jugable, God of War: Ascension no ha cambiado en exceso con las anteriores entregas de las aventuras del fantasma de Esparta. Estamos ante un juego que sigue muy de cerca el esquema de God of War III y sus predecesores, sin embargo, se han incluido ciertas novedades y pequeños cambios que estaban inéditas hasta ahora. Unos añadidos que le han sentado de fábula a esta entrega en un apartado que siempre ha ido a contra remolque en comparación con el acabado visual. En primera instancia el manejo es muy similar a la serie, tanto en distribución de los analógicos como de los botones, pero también en el manejo de la salud o la magia (recuperándose matando o abriendo cofres). Por lo que si ya somos muy amigos de Kratos, no nos resultará un problema grave ponernos a los mandos de God of War: Ascension. A medida que la aventura avanza ya nos damos cuenta de que algunas cosas no son iguales, cosas que iremos detallando a continuación. Y es que si bien este God of War: Ascension no está entre lo más alto del género hack and slash en el terreno jugable (en especial los de corte nipón, con esa espectacular Platinum Games), Sony y su equipo están haciendo todo lo posible para enriquecer poco a poco nuestra experiencia en estas épicas aventuras exclusivas para las plataformas Playstation.

El desarrollo de esta entrega es un tanto diferente. Dividida en treinta capítulos, tiene un comienzo demoledor, espectacular como pocos, pero poco después va perdiendo un poco de fuelle y espectacularidad hasta que llegamos al siguiente gran jefe final, donde ahí coge un buen ritmo hasta el final. Mientras God of War III no nos dejaba ni un minuto de respiro, este título apuesta más por ciertas reminiscencias clásicas como el primer God of War donde nos enfrentamos a enemigos más multitudinarios, pero menos grandes, a la vez que sorteamos algún que otro puzzle. ¿Significa esto que esté mal?, pues allá cada uno, quizá un servidor prefiera épicas batallas como la de Poseidon al comienzo, el mano a mano con Hércules o la inolvidable –y mi preferida de la saga- con Cronos, espectacular es quedarse poco- vividas en God of War III. Las batallas contra los enemigos finales han sufrido una clara discriminación en God of War: Ascension en contraposición a dicha entrega. Se echa mucho en falta enemigos épicos de alta escala con los que descargar la ira de Kratos. Hay tres grandes peleas en el juego que no vamos a detallar, sólo a situar, una en el principio (la de la demo contra el Hecatónquiro), otra intermedia y otra en el final, y ninguna de las tres desde luego está a la altura de las que hemos citado en el que fue el colofón de la trilogía. Hay que señalar que aunque God of War: Ascension ha cambiado un poco en ese sentido, su brillantez de diseño de niveles dista bastante de lo extraordinario que hizo David Jaffe y su equipo con la primera entrega (en serio, ¿qué tomaron en Santa Monica para crear tal barbaridad en el buen sentido?), hablamos por supuesto de cuando te adentras en el Templo de Pandora, más de la mitad del juego se desarrolla ahí. Cuando sales al exterior te das cuenta de que alguien te ha frito la mente, pues ya no te acordabas que habías entrado cinco horas antes.

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Las espadas del Caos o como queráis llamarlas, ya sabéis que han tenido diferentes nombres según lo que ocurre a nivel argumental –pero siempre manejándose sin excesivos cambios-, siguen siendo el arma principal de Kratos, con sus múltiples combos y vertientes. Si bien en God of War III se puso a disposición del jugador otros objetos de gran importancia como la guadaña o los guanteletes, en esta ocasión se ha eliminado todo eso. A diferencia de sus predecesores, esta vez Kratos podrá equiparse con cualquier cosa que encuentre por el entorno, esto es desde espadas que sueltan los enemigos, lanzas o hasta hondas pasando por escudos, cada arma de estas se utilizará pulsando o manteniendo (para ataque secundario) el círculo, y tiene un uso muy limitado, aunque son útiles si las utilizamos bien. La verdad es que no está mal, y es una buena forma de evadirse de las míticas espadas, pero Sony Santa Monica sigue pecando del mismo error y no tienen ni por asomo la misma profundidad jugable que sus competidores en esta faceta. Parece que el estudio esta vez ha desechado la idea de God of War III de intentar darles protagonismo, obligando a usarlas en según qué cosas, para que directamente desaparezcan del mapa y se pongan otras cuyo uso no será ni mucho menos indispensable en la aventura. De esta manera se podría decir que la única arma que usará Kratos en todo el juego son sus espadas con cadenas, es así.

Hablando de esto, que el estudio se focalice en un único arma para usar durante toda la aventura tiene ciertas ventajas, como por ejemplo que por primera vez en la saga vaya a tener nuevos movimientos. Hay que destacar el principal, que nos lo enseñan en los primeros compases de la aventura, y es que gracias a la cadenas de las espadas de Kratos podremos agarrar a los enemigos a distancia. De esta forma conseguimos no sólo tenerlo a nuestra merced, sino la posibilidad de atizarlo manteniendo las distancias (pulsando cuadrado), usarlo como ariete contra el resto (pulsando círculo) o atraerlo hacia nosotros y estamparlo contra el suelo (pulsando triángulo). El hecho de poder coger a nuestras víctimas pulsando simplemente el R1 es un añadido interesante que aporta variedad a los combates, ya que los podemos pescar tanto en el aire como por tierra, lo que ciertamente está muy bien si nos enfrentamos a enemigos aéreos, que hasta ahora en la serie era complicado golpearles directamente. Aparte de esto está el tema de que si un enemigo está aturdido y listo para ser rematado, podemos cogerlo entre el medio de la muchedumbre sin necesidad de acercarnos, otro punto que abre y mejora el esquema jugable.

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Con ya menor importancia, pero teniendo necesaria mención, Kratos tiene en su haber pequeños elementos nuevos para usar mediante el DualShock 3. Será capaz de esprintar, pudiendo empujar fuertemente a los enemigos a largas distancias, la forma de escalar está mucho mejor conseguida siendo más dinámica (recordando a Assassin’s Creed o a Uncharted) y Kratos también tendrá que descender por pequeños “toboganes” griegos. Apoyado en sus espadas, deberá evitar chocarse con los peligros del escenario a la vez que baja a toda velocidad. En ese sentido han sido muy consecuente con el “lore” y la cronología de la serie, por lo que Kratos no tendrá las alas de Dédalo ni nada similar que le permita volar a grandes distancias, esto ciertamente se agradece, para dotar a cada entrega de cierto estilo único a nivel de diseño o transcurso para el jugador.

Un punto que también que se ha excluido en God of War: Ascension son –con matices- las magias, esta vez Kratos no hará uso de excesivos poderes sobrenaturales. Llegados a un punto del juego conseguiremos, de forma quizá excesivamente apurada, los cuatro principales y únicos “poderes” del espartano, los cuales están ligados por completo a sus espadas y a los elementos: Fuego de Ares, Hielo de Poseidón, Relámpago de Zeus y Almas de Hades. Para que os hagáis una idea, el que nos ofrece Ares es especialmente útil si buscamos enzarzarnos en un mano a mano y buscar el máximo daño posible, mientras que el de Zeus es especialmente eficaz de cara a hacer un buen puñado de “hits” y atacar simultáneamente a varios enemigos. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y sus desventajas, y aprovecharlos bien cuando se nos pongan las cosas difíciles será nuestra única opción. Haciendo uso de la cruceta, podemos cambiar entre una mejora u otra a nuestro antojo, permitiendo ciertos combos o alterar los ataques de cara a buscar las debilidades del rival.

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Los nuevos seres mitológicos a los que haremos frente están de muy buen ver, enormemente espectaculares todos ellos, en todos los sentidos. Aparte de los míticos ogros o perros hay que dar la bienvenida a unos voluminosos Elephanteur o las peligrosas nuevas hidras, que por cierto esta ya es la tercera reedición que sufren en su diseño. Como es habitual en la serie cada uno de ellos tiene sus puntos fuertes y sus debilidades, que debemos aprovechar o evitar para salir endebles de los combates. Pero lo mejor de este asunto es que se ha potenciado de forma importante los remates. Al margen del cambio visual (ahora ya no aparece un círculo en la cabeza del enemigo noqueado, sino que hay que pulsar el R1), los enemigos ahora podrán ser noqueados también sin posibilidad de rematarlos al instante (les aparecerá una línea blanca que les hace vulnerables y si es roja ya les aniquilamos). Lo que más hay que destacar es que con los seres mitológicos más grandes, ya no hace falta que sean jefes finales, se ha alterado la forma habitual de despedazarlos, sustituyendo en algunas ocasiones los habituales Quick Time Events por un combate 1:1 donde tenemos que atacar o esquivar teniendo mucho cuidado con los movimientos que hace el enemigo, esto hace que sea algo diferente acabar con ellos que si se pusiera delante nuestra la ya habitual serie de botones a pulsar.

La forma de mejorar a Kratos es la habitual de la franquicia, matando o destruyendo tanto enemigos como objetos del entorno conseguimos orbes rojas, estos orbes pausando el juego se pueden utilizar para aumentar de rango/nivel tanto nuestras espadas como las habilidades que hemos citado antes. De esta manera, al “subirla de nivel”, mejoramos el poder de las mismas o adquirimos nuevos combos. Aparte de esto, tampoco se ha eliminado el hecho de conseguir los ojos de Gorgona o las plumas del Fenix, que aumentan la salud y la magia respectivamente. Como podéis comprobar, no hay grandes cambios en esta mecánica, muy tradicional todo y bastante simple.

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Como dijimos antes, esta entrega pretende volver a sus fueros originales con la aparición de más y prometedores puzzles/rompecabezas. Nuevamente Kratos sigue estando limitado a la hora de interactuar con el escenario, haciendo uso simplemente de los objetos indispensables para avanzar. God of War: Ascension está lejos de ser el más complicado de la franquicia, los dos primeros se llevan la palma, pero desde luego es mucho mejor en este terreno que God of War III y las entregas portátiles. A modo de ejemplo, los retos con los que se encontrará Kratos a nivel intelectual en su aventura serán típicos como usar objetos pesados para acceder a situaciones elevadas, usar cajas o cosas similares para cargar peso en un área concreta… pero algo cambia con la aparición de dos grandes ítems. No queríamos entrar en muchos spoilers, pero es importante recalcar la llegada de ellos, el primero (llamado Amuleto de Uróboros), que permite a Kratos navegar entre pasado y presente para construir o destruir un determinado elemento (puente, pared, cofres… lo que sea necesario). De esta manera la cabeza de Kratos emitirá un aura verde, que nos alertará de forma instantánea que algo con lo que interactuar está cerca, y mediante el joystick podremos manipular nuestro entorno para inclinar la balanza a nuestro favor y poder avanzar. En la otra parte, ya más cerca del final, está la Piedra del Juramento de Orkos, que permite a Kratos clonarse a sí mismo, con las ventajas que ello conllevan. Su uso en los puzzles no es tan grande como el otro, siendo mucho menor, pero es también indispensable y mucho más eficaz en el combate.

Han desaparecido por completo los puntos de guardado manual. En esta ocasión, el juego autoguardará la partida en forma de checkpoint -que por cierto lo hace bastante a menudo, prácticamente al final de cualquier pelea-. Desconocemos la causa de este notorio cambio, quizá se ha tomado la decisión de hacer esto para que no estuviéramos buscando lugares como un loco para asegurar nuestro progreso si vamos pillados de tiempo. También y ahí tenemos que dar un tirón de orejas al estudio por bugs, está el asunto que ya ocurría en los anteriores, y es que muchas veces nos es imposible avanzar en contra de nuestra voluntad, -ejemplificando- se nos pedirán acabar con todos los enemigos y aunque no lo hayamos hecho las puertas no se abren, obligándonos a reiniciar el punto de control más cercano. Un error garrafal que merece ser solucionado.

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Completar God of War: Ascension nos llevará alrededor de unas ocho horas en la dificultad normal si nos lo tomamos con mucha calma, por ahí anda con el resto de los juegos de la serie. Una cosa también inédita en la serie es que ahora se ha introducido el modo “Nueva Partida +”, que nos permitirá empezar el juego con todos los progresos a nivel de habilidades, armas, ítems secundarios, etcétera que hayamos conseguido la primera vez. A mayores, tenemos los niveles Difícil y Titan, siendo esta última un nivel extremo que se obtiene al acabar el juego por primera vez, como siempre un reto para los fans, y que nos obligará a empezar de cero la aventura, sin nada. Sí recogemos todos los objetos secundarios –que en realidad no lo son tanto, resultan casi indispensables- como los ojos, las plumas o los tesoros, el juego no nos durará más tiempo en especial. Ya que suele estar todo bastante a plena vista y no supondrá grandes quebraderos de cabeza hacernos con el 100%.

Como se puede ver, esto sigue siendo God of War,y eso a grandes rasgos nos gusta mucho. La entrega Ascension hace pequeños cambios en las mecánicas sin arriesgarse demasiado, refinando un poco el manejo y trayendo de vuelta los puzzles. Es más novedoso que God of War III en ese sentido, pero no termina de dar un gran paso adelante en la serie. De hecho en ciertos sentidos lo ha dado hacia atrás, como restándole importancia a las peleas con colosales criaturas. Dicho de otra manera, Sony Santa Monica ha querido navegar entre dos aguas, construir un God of War algo exigente como el primero pero manteniendo la espectacularidad del tercero, y entristece decir que no consigue destacar ni en una faceta ni en la otra. ¿Queremos seguir sintiendo a Kratos como hasta ahora con nuestro DualShock?, desde luego, sin embargo también deseamos y de hecho la serie necesita ya dar un gran paso al frente, sin reutilizar tantos conceptos vistos desde hace casi una década.

Kratos viene con amigos, dad la bienvenida al multijugador.

Un importante añadido de God of War Ascension que destaca por encima del resto es su apartado multijugador. Hasta ahora la serie ha permanecido ausente de cualquier tipo de añadidos online, y aunque Sony Santa Monica ya tuvo en mente incluirlo para God of War III, no fue hasta el final del desarrollo de dicho título cuando tuvieron ya una demo de lo que podrían llegar a lograr.

Estamos en la generación donde pocos son los juegos que quedan sin modos para jugar con más gente, pero un género en el cual cuesta un poco imaginarse estas cosas es en el de los hack and slash. ¿Qué ha hecho Sony Santa Monica para dotarlo de lógica?, pues ya os adelantamos que el trabajo ha sido más que notable en este sentido. En primer lugar nada más accedemos nos saltará una cinemática que resulta bastante familiar, pertenece al modo historia del juego, donde Kratos se encuentra con un prisionero que se salva del ataque del Hecatonquiro. Sí, ese preso musculoso y de gran presencia resulta ser el personaje que jugamos y moldeamos en el online del juego. Muy bien metido dentro de la trama y que resulta ser un guiño genial. Durante los primeros minutos nos llevan al Olimpo, literalmente, donde tendremos que escoger quien será nuestro “mentor” (luego se podrá cambiar cuanto quieras, aviso, aunque habrá que empezar de cero). Hay cuatro en total a nuestra disposición: Ares (Dios de la Guerra) , Hades (Dios del Inframundo), Zeus (Dios del Olimpo) y Poseidón (Dios de los Mares). Cada uno otorgará a nuestro personaje de una serie de bonificaciones exclusivas, por ejemplo, escoger a Ares nos meterá en la rama del Guerrero y nos otorgará grandes beneficios ofensivos, mientras que Zeus se centra en las magias. Esto resultará clave según como queramos enfocar nuestro personaje y la forma de jugar en el multijugador online, pues cada uno ofrece sus magias, habilidades y reliquias exclusivas. Tras escoger sabiamente a quien queramos, nos saltará un tutorial con trofeo incluido que nos explicará los controles básicos y los pormenores para aprender a ser todo un “Dios” contra nuestros rivales.

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Como se puede comprobar, aunque se juega prácticamente igual que si tuviéramos a Kratos bajo control, hay ciertos apartados que se han visto alterados. Por ejemplo algunos movimientos especiales o el hecho de aprovechar el “momento” del rival (si está noqueado o no) a nuestro beneficio. Aparte está por supuesto que la manera de recuperar la salud/magia es completamente diferente, y no habrá que abrir cofres, sino situarse encima de plataformas que nos regenerarán con gran rapidez. Dicho esto, al igual que en el modo historia, habrá dos barras situadas encima de nuestro personaje, que controlará en todo momento la salud nuestra y la del rival, siendo mucho muy intuitivo todo. No nos costará de forma importante adentrarnos en el multijugador de God of War Ascension, es bastante simple en su cometido, y aunque la mecánica da pie a estrategias propias, tampoco os esperéis un lugar donde profundizar en el juego online. Su cometido es a grandes divertir, y eso lo hace notablemente.

Los mapas de los que hace gala el título es de lo más interesante, al principio pueden parecer suficientes pero cuando jugamos más de una tarde ya nos damos cuenta de que hacen falta más alicientes a nivel de número de escenarios. Entre ellos nos podemos encontrar desde una enorme arena con un cíclope (al que podemos matar, ojo) hasta tejados de la antigua Grecia. Cada mapa posee características únicas y peligros, con trampas que los jugadores podrán activar (fuego, pinchos o catapultas) e inclusive criaturas o peligros aleatorios que acabarán con cualquier jugador sin discriminación. Son mapas grandes, de hecho quizá demasiado para ser un máximo de ocho jugadores por partida, algunas veces estaremos corriendo de esquina a otra para matarnos, pero gracias al HUD que marca a los más cercanos tampoco llega a ser frustrante. En cada mapa hay también armas secundarias para recoger, cofres (que nos dan puntos extra), tesoros e ítems para utilizar (como unas botas que nos ofrecen velocidad extra durante un tiempo limitado). Ahora se abre un nuevo abanico de estrategias con la aparición de todo esto, por lo que si conocemos ya donde está cada objeto, mucho mejor de cara a ganar al rival.

Las modalidades son bastante limitadas, apenas cuenta con tres modos en su faceta competitiva y con un total de ocho jugadores como máximo por partida. Lo que nos ofrece God of War Ascension es en total: Favor de los Dioses, Duelo de Campeones y Capturar la Bandera. Del último no vamos a explicar nada, lo conocéis de sobra, en el caso de Duelo de Campeones se puede disputar con un máximo de cuatro u ocho jugadores, según queramos. Se trata del típico Deathmatch, un escenario bastante concurrido y a darse de tortas entre ellos con un único ganador, es quizá el más directo y hasta cierto punto el más simple o gratificante. En el otro lado está Favor de los Dioses, que se juega con equipos de 4vs4 o 2vs2, aquí, el tamaño de los mapas es considerablemente más grande y ganará el equipo que consiga la puntuación más elevada. La principal forma de obtenerla es capturando unos puntos estratégicamente colocados por el mapa, y que al conquistarlo el equipo en cuestión le subirá como la espuma su contador de “Favor de Dioses”, matando, también se consigue, pero mucho más lento. Para terminar está el modo Juicio de los Dioses, una especie de modo horda donde nos aliamos con un amigo en cooperativo para empezar a aniquilar oleadas y oleadas de enemigos controlados por la CPU antes de que se acabe el tiempo. Y esto es todo, deja con ganas de bastante más, ¿no es así?.

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La personalización del personaje está seccionada en tres partes: prenda casco, prenda superior y prenda inferior. En cada una de ellas se nos presentan más ropajes para ponerle, aunque no hay que ir raudo y veloz, cada uno de ellos nos ofrece un bonificador exclusivo (aumento de la salud, del daño físico, de la resistencia…) por lo que no hay que dejarse llevar por la estética y seleccionar lo que mejor nos convenga de cara al combate. Las armas son tres tipos: espada, martillo y lanza. Nuevamente dentro de cada una tenemos varios tipos para escoger con su apariencia y sus correspondientes atributos, lo mismo ocurre con las magias, las reliquias o los objetos, indispensables su uso de cara al combate o para que nuestro héroe sea capaz de “cundir” contra los enemigos. Os preguntaréis, ¿ya tengo todo esto desde el principio?, pues no. God of War Ascension utiliza un sistema de niveles en el multijugador similar a títulos como Call of Duty, según como hagamos las cosas en cada partida, obtendremos más o menos experiencia y unas medallas u otras al final. Con cada nivel subido nos darán un punto de habilidad, y será el elemento necesario para ir mejorando el equipamiento. Aparte algunos ítems no basta con tener el nivel requerido, también será necesario cumplir objetivos adicionales para desbloquearlos, como por ejemplo matar a 100 enemigos con un arma concreta o arrojar a 10 rivales fuera del cuadrilátero. Está claro que el objetivo de Sony Santa Monica es que la gente se pique y siga jugando.

Probablemente lo peor de este juego reside en su funcionalidad, que es un tanto deficiente. Para ser el debut de Sony Santa Monica no está nada mal, se han inspirado en los apartados online de los juegos más importantes del mercado, pero hay facetas donde tienen que mejorar. Buena muestra de ello son los elevados tiempos de carga entre partida y partida, sumado a que no hay miles de jugadores en el online de God of War Ascension (se puede formar grupo de hasta cuatro, pero aún así…), tenemos que una de las grandes lacras es esperar más tiempo del deseado a que se inicie otro combate. No hemos detectado problemas de desconexiones, pero sí algo de lag, que obviamente es cuestión del usuario que tengamos enfrente –no es habitual darse casos así- que bien nos puede causar algún quebradero de cabeza para poder liquidarlo. Cabe mencionar que a nivel visual el juego no ha sufrido recortes, es cierto que la cámara se aleja en las partidas, obligando a que se pierda algo de detalle, pero cuando asestamos un remate y descuartizamos los órganos del rival, nos damos cuenta de que esto sigue siendo igual de impresionante.

En resumen, el apartado multijugador online de God of War Ascension es solvente. Nadie tenía muchas expectativas, pero se han dado unos primeros pasos con bastante seguridad. La idea es buena, funciona y promete de cara al futuro, le falta pulir algunos aspectos y potenciar algunos de sus apartados. Más y mejor es la idea; más mapas, muchos más modos de juego, más equipamiento y si es necesario más jugadores por partida. Ya han prometido futuros DLCs ampliando la experiencia, por lo que los que ya estén enganchados, van a tener horas nuevas por delante. Seguro que no va a estar entre los más grandes nunca, una IP de estas características es difícil que arrebate el trono a los más grandes del Playstation Network, pero desde luego es una apuesta diferente y que a buen seguro será del agrado de los fans de la serie. En su día la beta tuvo ciertos problemas, por lo que desde luego no esperábamos este buen trabajo, es satisfactorio lo que nos hemos encontrado en líneas generales.

Un despliegue audiovisual sin precedentes.

Si ya God of War III dejó el listón por las nubes, esta vez Sony Santa Monica lo ha vuelto a hacer. A primera vista puede parecer que estamos ante un título extremadamente continuista en su apartado visual, pero es que tiene toda razón de ser, ya la anterior aventura supuso un punto y aparte en lo que a exprimir los circuitos de Playstation 3 se refiere, pero con esta entrega se ha hecho lo que parecía imposible. Ir un poquito más allá. De hecho resulta increíble que ya el estudio interno de Sony consiguiera exprimir el hardware de la máquina allá por el 2010 de semejante forma, con Ascension, se han limitado a pulir los aspectos más flojos, por lo que si hace tres años ya hablábamos no sólo del hack and slash más puntero, esta vez estamos ante lo mejor de lo mejor. Sin importar plataformas o géneros, parece que a Sony Santa Monica esta generación se le queda pequeña, y ya necesitan una nueva plataforma a la que sacarle partido.

Nuestro protagonista, Kratos, puede presumir de ser uno de los héroes que cuenta con los mejores modelados de la generación. Cuando se aproxima la imagen en las escenas de vídeo, podemos comprobar el apabullante nivel que se maneja en polígonos, pero no sólo los suyos, también los de los otros personajes. Es muy impresionante. Las animaciones aunque siguen siendo algo “ortopédicas” cuando nos golpean, se ha hecho bastante avance por mejorar el asunto, gracias a las nuevas posibilidades a nivel jugable de Kratos, esto ha ayudado a que para escalar se haga de forma más realista o al arrastrarse por el entorno no notemos un “salto” entre sus movimientos. Con movimientos algo más naturales y que no dejará tan a la vista la “torpeza” de Kratos a la hora de moverse con naturalidad.

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El otro punto sobresaliente que conforma el apartado visual de la saga God of War es el diseño artístico de la serie, siempre cuidado de forma exquisita. En esta aventura recorreremos desde zonas portuarias hasta montañas nevadas, como siempre Kratos es todo un viajero incansable, y el trabajo que se ha tenido que hacer a nivel de grafismos vuelve a ser fuera de serie. Las criaturas, los entornos… todo vuelve a cumplir con creces el alto nivel que marca todo nuevo capítulo dentro de la franquicia. Por supuesto la aparición de personajes mitológicos o históricos vuelve a estar presente en la serie, y nos encontraremos con alguna cara conocida de los libros de clase. Nada que objetar, todo lo contrario.

Elementos secundarios como efectos y partículas también es un fuera de serie, con un manejo de la iluminación magistral. El viento que azota la ropa de Kratos, el agua que pasa por los ríos o cae por cascadas… y lo que es más importante, sangre, mucha sangre, muchísima. La saga God of War jamás se ha cortado un ápice en mostrar situaciones de gore extrema, llegando al punto de ser hasta desagradable. De esta manera habrá decapitaciones, tripas desgarradas, huesos rotos… todo con un acabado brutal. Por si fuera poco, durante la serie hemos ido viendo al Dios de la Guerra tener escarceos con damiselas que se encontraba por el lugar, de modo que en God of War: Ascension no faltan tampoco los típicos desnudos, mostrando ese lado más festivo de la época, de modo que estamos ante un juego que justifica con hechos el PEGI +18.

La estabilidad del juego está garantizada en todo momento, sin estar a la altura de los 60fps de Platinum Games, God of War Ascension corre en todo momento a una tasa por encima de los treinta fotogramas por segundo, lo cual para mover lo que mueve en pantalla es digno de admiración. No hay tantos parones entre guardados como en el anterior, y no hay transición con cinemáticas de ningún tipo, absolutamente todo el juego está corriendo con el motor gráfico. Aunque muchas veces lleguemos a tener dudas en el buen sentido. Un punto que se ha mejorado todavía más en God of War: Ascension son las colosales batallas que ocurren en pantalla. Con espectaculares juegos de cámara que sólo Sony Santa Monica sabe hacer con esa maestría, dotando a la aventura de un nivel de detalle santo y seña de la saga God of War. De esta manera es inevitable que no queden guardados en nuestras retinas ciertos momentos. Desde la distancia de dibujado hasta absolutamente todo lo que se plasma en pantalla.

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Como es habitual en God of War, Ascension ha llegado completamente localizado a nuestro idioma, y por supuesto cuenta con las voces famosas de la serie. Kratos volverá a tener las mismas cuerdas vocales. El resto de apartados del juego a nivel sonoro está al mismo nivel del visual, estamos ante una producción titánica que no puede fallar en este sentido. Será un habitual oír los gritos de pelea de Kratos, la angustia de sus rivales al ser descuartizados, todo ello armonizado con una épica como pocas banda sonora, la cual parece ser marca de la casa, pero no, corre a cargo de un nuevo compositor, Tyler Bates (300 o Watchmen) que no alejó para nada de los temas originales de la franquicia. Que si bien después de seis entregas puede empezar a aburrir, no se nos ocurren temas mejores para dar un empujón a la odisea de Kratos de derrocar a los dioses.

Conclusión

God of War Ascension es uno de los pesos pesados exclusivos de Playstation 3 este año, un nuevo capítulo que trata de hacer más redonda y da una nueva vuelta de tuerca a una de las mejores sagas de Sony.

Esta nueva aventura de Kratos vuelve a ser todo un espectáculo de ver, dado que está acabando la actual generación de consolas, seguramente estemos ante uno de los juegos más punteros en cualquier sistema. Un ejemplo de la maestría que tiene Sony Santa Monica a la hora de exprimir las plataformas, como ya demostraron en su día en Playstation 2. Sumándole además un sistema jugable que es continuista con la serie, pero incorpora los suficiente cambios/novedades para no aburrir del todo, adornado con unos rompecabezas más desafiantes que de costumbre. No hay que olvidar un modo multijugador que nos parecía impensable en la saga hace unos años, pero que funciona con una solvencia que ya le gustaría a más de uno.

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Por la contra el listón dejado por God of War III es alto, y son inevitables las comparativas con el juego que puso punto y final a las peripecias de Kratos hasta el momento con la mitología griega. Estamos ante un título que funciona simplemente de precuela, sigue las bases desde la primera entrega al dedillo, y que no llega enriquecer del todo la trilogía a nivel argumental, se repiten algunos errores a nivel jugable y lo más notorio, le faltan peleas más grandes y espectaculares que tuvimos en dicho título. God of War tiene que ser siempre sinónimo de dejarnos boquiabiertos por lo que se muestra en pantalla. No hemos vivido esto salvo momentos muy puntuales.

No estamos ante el peor título de la franquicia ni tampoco ante el mejor, lo cual es criticable, ya que una secuela siempre tiene que cumplir el dicho de “más y mejor”. Se trata de una entrega que quiere dar un giro potenciador a la serie y lo consigue en algunas facetas pero en otras no como se esperaba. Se queda en el medio del río, necesitará reforzarse más seriamente. Para la próxima, que seguro no será ya en Playstation 3, Kratos debería dar, como sólo él sabe, todo lo que tiene dentro. Únicamente de esta manera volverá a estar en el Olimpo de los videojuegos.

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Autor: ThunderPayne7 Ver todos los post de