Wolfenstein: The Old Blood

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Wolfenstein es una de las sagas más populares y más importantes de los shooters. La franquicia se había quedado estancada en el pasado pero Bethesda y MachineGames decidieron resucitarla dándole una segunda vida, así nació Wolfenstein: The New Order, el Mad Max de los videojuegos de acción en primera persona, acción pura y dura.

Después del éxito cosechado, Bethesda encargó a MachineGames una expansión que finalmente se transformó en un videojuego con menos duración que The New Order y que se puede jugar de forma independiente. Así nació Wolfenstein: The Old Blood, más nazis, más armas locas y más acción.

Argumento

Wolfenstein: The Old Blood es una precuela que se vende por separado, no es ningún DLC; se puede adquirir sin necesidad de tener la entrega que salió hace tiempo.

Si hablamos de la Historia no está tan trabajada como en The New Order pero igualmente cumple con su cometido. Se reparte por ocho interesantes capítulos divididos en dos partes. La primera parte tiene cuatro capítulos que se desarrollan en el castillo Wolfenstein, donde nuestro protagonista B.J. Blazkowicz debe de enfrentarse a un alemán loco llamado Rudi Jäger que tiene una alocada afición, coger a los prisioneros del castillo y dárselos de comer a sus perros.

Mientras la segunda parte es muchísimo más clásica en lo que a recuerdos nos referimos pues aquellos que jugaron a los títulos más antiguos de la saga sabrán identificarlo. En la segunda parte de esta precuela nos trasladan a  los oscuros secretos de Helga Von Schabbs, quien busca  las coordenadas que llevan a nuestro héroe hasta la ciudad de Wulfburg, donde una arqueóloga nazi obsesionada está desenterrando artefactos misteriosos que amenazan con liberar un antiguo y oscuro poder.

Supongo que muchos ya habéis visto trailers y bastante información al respecto, pero en el último tercio del videojuego la cosa cambia drásticamente y como podéis leer en la descripción de esa segunda parte del videojuego o los 4 capítulos restantes, el misterioso poder no es nada más ni nada menos que Zombies Nazis. Durante el tramo final del título nuestro intrépido héroe BJ Blazkowicz deberá enfrentarse a hordas de zombies. Su jugabilidad y a la hora de enfrentarnos a ellos ya lo comentaremos más adelante.

En general la historia como hemos dicho no es compleja, pero tampoco es anodina; seguimos teniendo a esos Nazis muy malos que se ríen en nuestra cara, que nos pondrán en mas de un apuro, pero en líneas generales no nos podemos quejar.

Jugabilidad

Wolfenstein: The Old Blood tiene las bases de “The New Order” y las mejora mucho añadiéndole muchas cosas que faltaban en el anterior título. Comenzando por Blazkowicz que se mueve de una manera muy ágil, esos 60fps y el movimiento del personaje acompañan en todo momento. El personaje llevará consigo todas las armas que podamos recoger que nos encontremos. Apretando LB/L1 accederemos al mapa radial del inventario del personaje, aquí podemos escoger entre las armas nuevas que han añadido (una escopeta de dos cañones recortada o un mini lanzagranadas); así se accede a todas las armas y asignamos una o dos al botón Y según cuantas veces abramos el inventario. En armas no se queda corto teniendo en cuenta que es un videojuego «reducido«.

Por otra parte si hablamos del desarrollo de niveles, tenemos que decir que son inmensos y muy laberinticos. Tenemos para elegir bifurcaciones para llegar al punto final donde queramos, podemos coger mapas que están por la zona para guiarnos, para abrirlos hay que acceder desde la cruceta apretando arriba. Una vez apretemos podemos ver desde zonas interesantes hasta el punto donde debemos llegar. Como hemos comentado los mapas o el diseño de estos está muy cuidado, lleno de secretos como documentos, cartas, objetos de curación hasta Easter Egg o guiños a títulos clásicos de la saga. Cada capítulo tiene una duración de treinta minutos más o menos, según el tiempo que le dediquemos avanzando a los mismos, pues puedes hacerlos de varias maneras diferentes.

The Old Blood es un videojuego donde el sigilo es bastante importante, pero no es nada preocupante si quieres avanzar dando tiros -es una opción más-. El sistema de juego no te va a imponer ningún tipo de camino ni barrera, como quieras afrontarlo se podrá realizar. Quizás existe la forma sencilla que es con el sigilo que está muy potenciado en esta precuela. Es bastante fundamental, una de las armas nuevas que es una tubería es de las armas de sigilo mas brutales que se han podido mostrar en un videojuego en años. Esta tubería también sirve como accesorio para superar barreras en los mapas y acceder a nuevas zonas, además puede partirse en dos y lo utilizaremos para subir por paredes marcadas, el personaje y nosotros con el mando deberemos compaginar los botones para subir.

Si hablamos de los enemigos, podemos decir que la dificultad está a la altura. En ocasiones debemos de pensar muy bien nuestras acciones si no queremos entrar en fuego cruzado con los nazis, están muy bien armados y si se juntan muchos podemos morir fácilmente. Se han añadido nuevos enemigos como los comandantes que llevan unos auriculares, son los únicos enemigos con capacidad para alertar a los demás, si los derrotamos podremos pasar libremente sin llamar la atención.  Antes nombrábamos los Zombies Nazis, los zombies de este título en cuestión no son pan comido, pues aunque parezcan lentos y tontos cuando llegan a cierta distancia se vuelven locos y nos atacarán con mucha fuerza.  Por otra parte tenemos que los enemigos nazis normales son capaces de convertirse en zombies al morir, eso sí, es algo aleatorio.

Gráficos y Sonido

Wolfenstein: The Old Blood está desarrollado bajo las herramientas ID Tech 5 que tanto han dado que hablar pero que tantas posibilidades brindan a los desarrolladores que saben trabajar con ellas. Si profundizamos un poco podríamos decir que el estudio que ha desarrollado el videojuego ya sabe trabajar con estas herramientas y se han refinado, han conseguido obtener grandísimos resultados, mejores que con “The New Order”. En este caso hemos optado a la versión de Xbox One y cabe decir que exceptuando dos momentos puntuales que no perjudican a la jugabilidad, lo demás se ha mantenido a 60 fps rocosos. Inclusive cuando hemos tenido que vérnoslas con muchísimos nazis.

Por otra parte, antes hemos hablado y alabado el diseño de niveles, pues tienen una importante además de fundamental parte en la jugabilidad. Eso en el tema grafico también podríamos hablar pues gráficamente y sus diferentes ambientaciones o entornos nos ha gustado mucho, no tiene niveles que se repitan, están en constante movimiento, sin sensación de repetición.

Si hablamos de la parte sonora, el título cuenta con voces y textos en completo castellano. Además, las voces de muchos soldados nazis nos las podemos encontrar en alemán, algo que nos meterá muchísimo más en la ambientación de la época. Sobre la BSO no se puede destacar mucho, más que algunas melodías que podemos encontrar cuando avanzamos por el castillo, cuenta con algo característico en productos clásicos que es la música de alerta, pues si algún enemigo te ha avistado la BSO cambia y si somos receptivos nos daremos cuenta que existe al menos un enemigo que quiere atacarnos.

Conclusiones finales

Wolfenstein: The Old Blood es lo que podríamos decir una gran experiencia en forma de expansión / videojuego independiente. La palabra expansión se había devaluado muchísimo con la llegada de los famosos DLC pero parece que siguen existiendo compañías que apuestan por lo clásico y nos regalan una campaña de una duración más que aceptable, sin online pero con una rejugabilidad bastante importante. Es acción pura y dura, para aquellos que sin despeinarse necesiten esas dosis de acción que se requieren de vez en cuando. Los 20€ que cuesta es un gran incentivo para no dudar a la hora de ir a por este producto que es de lo mejorcito que hemos jugado en los últimos tiempos.