Virginia

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Las experiencias visuales o novelas visuales son un género que no se prodiga demasiado y solo unos cuantos estudios han conseguido sacarle provecho de alguna forma. Telltale Games, antes de dar el verdadero salto, se dedicaba  a hacer títulos algo menores de otras franquicias, inclusive pudieron hacer uno basado en Jurassic Park. Otro estudio que verdaderamente es grande y se dedica a hacer este tipo de videojuegos es Quantic Dream, verdaderamente han tenido títulos realmente importantes como Fahrenheit o Heavy Rain mientras que Beyond fue un paso atrás, pues perdió esencia o esa jugabilidad que había traído con sus anteriores títulos.

Virginia está desarrollado por Variable State, un estudio pequeño que ha nacido para desarrollar este tipo de propuestas. Pero en cierta manera, tiene luces y sombras, hace cosas realmente bien aunque otras que lo dejan realmente mal.

Bueno, ¿qué es Virginia? Pues un thriller en primera persona que está ambientado en una ciudad. En esta ciudad ocurre algo, tiene un secreto que debemos desentrañar. Nosotros somos Anne Tarver, un agente del FBI, estamos acompañados por Maria Halperin. Debemos de ir al condado de Burgess, en Kingdom (Virginia).  En este lugar ha desaparecido un chico, en principio los motivos no son nada claros.

Nada más coger los mandos del videojuego nos damos cuenta que es algo especial, nada que los jugadores más hardcore tendrán en cuenta. Contamos con los sticks para movernos y el botón A/X para aceptar o hacer acciones determinadas en el propio título.  Demasiado simple, ¿verdad?.  En ese sentido, la jugabilidad ya torna en convertirse en algo totalmente ajeno a los videojuegos, no es una experiencia ligada a un reto, es una experiencia audiovisual, si como si se tratara de una película.  Y este puede ser totalmente bueno o totalmente malo.

Como toda película el titulo lo sigue a rajatabla, dura literalmente dos horas que podemos jugarlas de un tirón o parar y seleccionar el capítulo en el que nos hemos quedado.  La jugabilidad tiende a eso, a la consecución de algo que se juega porque se mueve, pero que no tiene  ninguna repercusión, ni reto, ni decisión, ni un puzzle. Telltale Games al menos tiende a ofrecer elecciones al jugador. Nos dedicamos a apretar el botón A y a movernos, los primeros minutos fliparemos pero cuando llevemos la mitad del videojuego, nos daremos cuenta que no hacemos nada más.

Si de verdad hubieran puesto una interacción muchísimo más profunda, una búsqueda de objetos por algún escenario -que son amplios en algunos casos- sólo para saber datos y detalles… Simplemente es visual, debemos recrearnos e imaginarnos todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Que quizás lleven a un equívoco.

Y vayamos a lo verdaderamente importante, ¿qué tal la historia? Está muy bien, se ejecuta de una manera brillante aunque con unos fallos que son bastante de novatos. Quizás el fallo que acabes notando cuando llevas más de una hora, es los cambios de plano tan repentinos. Al principio puede sorprender, te llevará a la confusión en el sentido de no saber en qué plano estamos si durmiendo o despiertos, pero llega un momento que parece algo más parecido a un error garrafal que a algo verdaderamente intencionado.

Este videojuego alardea pues nos lo representa así, de estar escrito como una historia negra de detectives, basándose en obras de gran calibre como pueden ser Twin Peaks, Fargo o True Detective.  En ocasiones, se pierde, en un momento tenemos unos documentos en la mano y al instante estamos en un pasillo donde tenemos que poner la atención en otros detalles, no deja al jugador reaccionar ni unir los diferentes detalles que vamos viendo.  Una verdadera pena.

Donde de verdad el videojuego sobresale es en su estilo tanto artístico como sonoro. Virginia hace gala de un cell shading para recrear un mundo tanto de fantasía como de realidad. Todo muy sólido pero a la vez triste, decadente, en ocasiones veremos parajes preciosos, la iluminación trabajada y los colores totalmente opuestos a esa tristeza en algunas ocasiones de ciertos escenarios.

Si hablamos del apartado sonoro, nos quedaremos con dos detalles. La ausencia total de diálogos y/o doblaje. Si, el videojuego tiene ausencia total de voces, los personajes no hablan -debemos de asociarlos a la imagen que nos transmiten-. Todo el apartado sonoro recae en algo tan esencial como la banda sonora.

Esta está compuesta por Lydom Hollan y grabada en la orquesta filarmónica de Praga, en el estudio Smecky. Es tan espectacular y tan emotiva en ocasiones que nos pondrá la piel de gallina. Es lo que verdaderamente transmite el videojuego a través del sonido. Tiene un nivel bastante importante y no cabe la menor duda que es el apartado sobresaliente del videojuego.

Conclusiones finales

Virginia como hemos dicho al comienzo, son luces y sombras. Las luces residen en lo audiovisual, tanto la banda sonora como el apartado artístico son de un nivel sobresaliente. Pero donde cojea es donde alardea, la historia está bien -para que negarlo- pero está desarrolladá y montada de una manera muy mala. Además de carecer de un aderezo en forma de desarrollo jugable. Una pena.