La Tierra Media: Sombras de Guerra

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Ya han pasado casi 3 años desde que nos llegó esa joya oculta llamada, Sombras de Mordor. Un videojuego que mezclaba de manera brillante, lo visto en videojuegos como la saga Arkham de Batman, Assassin’s Creed y más sandbox de acción. Tal fue el impacto y llegada de este “Sombras de Mordor” que en un año más bien discreto, logró ganar el Game of the Year o GOTY.

Monolith, desarrolladores de la primera entrega, vistos que explotaron literalmente con el éxito, se pusieron manos a la obra con una segunda entrega, llamada esta vez Sombras de Guerra.

Historia y Jugabilidad

La historia de Sombras de Guerra nos pone justo después de Sombras de Mordor. Talion y Celebrimbor están forjando un anillo más poderoso que el que tiene Sauron y después de ser forjado en un último golpe, ambos personajes que están unidos, se separan y una nube oscura muy extraña se lleva al espectro.

Talion, preocupado va en busca de Celebrimbor y se encuentra en una cueva, habitada por un monstruo mítico en el universo de la Tierra Media, Ella-La araña. Con todo, Talion tiene que darle este nuevo anillo al monstruo para que libere al espectro. A partir de este punto, comienza el prólogo o primer acto de Sombras de Guerra. El videojuego está claramente diferenciado en su argumento y jugabilidad, en tres actos.

Para no destripar sobre escenarios, personajes y desarrollo, decir simplemente que la historia está realmente bien contada. Se avanza en la historia de ambos personajes principales, se introducen nuevas subtramas como la de Ella-La Araña donde nos van contando en base a coleccionables, su historia con Sauron.

También es verdad que si buscas algo canónico en el universo de Tolkien, simplemente aléjate. Se han tomado ciertas libertades, tanto en personajes que no deberían estar, sucesos y bases establecidas que no deberían ser. Estos cambios o retoques han sido para que la historia quede mejor en el videojuego y aporte al desarrollo del mismo. Por ejemplo, la humanización de Ella-La Araña.

Dentro de la jugabilidad se han mantenido cosas, con lo cual es bastante continuista pero se han añadido variantes que hacen nada más que fortalecer las bases de la misma. También tiene añadidos, como tener nuestro propio ejército orco que es algo maravilloso.

Nada más comenzar el primer acto, es como si jugásemos al primer videojuego, sin ningún tipo de añadido, no tenemos la posibilidad de reclutar y las habilidades son pocas. Eso sí, el primer escenario o mapeado es tan grande como el primero de Sombras de Mordor. Nos ofrecen la posibilidad de visitar minas Ithil, que para aquellos lectores de la Tierra Media, sabrán que es un lugar muy importante. Estos primeros compases en la jugabilidad, son claramente importantes porque te hacen a la idea de cómo será el videojuego. Seguimos teniendo el sistema némesis; aquí entra uno de los añadidos, en cuanto vayamos a matar a un capitán nos encontraremos en las primeras muertes que nos recompensarán con equipo que podremos añadir al personaje principal. Cosas como espadas, la daga, arco, pechera o la propia capa del personaje, pueden ser modificados gracias a lo que nos dejen las muertes de dichos enemigos poderosos. Existen varios tipos de rareza común, poco común o legendario; este equipo mas raro se consigue amenazando a los capitanes, quienes subirán su dificultad pero a cambio obtendremos mejores recompensas.

En estos primeros compases también descubriremos el árbol de habilidades, muchísimo más amplio que el de su predecesor, con varias ramas donde podremos obtener habilidades base y comprar ramificaciones para darle efectos o añadidos. Como por ejemplo la habilidad Ira Elfica, pudiendo añadirle que queme o envenene a los enemigos. Esta ampliación del árbol de habilidades hace que el personaje, cuando consiga todas las habilidades base con son expansión, sea una máquina de matar orcos. Ya si le sumamos obtener un set completo de equipo legendario, ya hablamos de palabras mayores.

Una vez dejado de lado las habilidades, hablemos de otro de los añadidos importantes, las monturas o la montura por excelencia. Ya en Sombras de Mordor podíamos dominar a los Caragors. Estos «perros» gigantescos eran el terror de los orcos y hacernos con esta montura, era en ocasiones una ayuda. En Sombras de Guerra gracias a una rama de ese árbol de habilidades, podemos dominar, invocar e inclusive mejorar dichas monturas, como por ejemplo que recuperen más vitalidad al ejecutar enemigos, que reciban menos daño o poder invocarlos directamente sin tener que dominarlos.

Y pasamos a una de las partes más importantes del videojuego que son el reclutamiento y formación de nuestro propio ejército. Este sistema no lo desbloquearemos hasta llegar al segundo acto; aquí obtendremos la posibilidad de dominar a diferentes orcos pero llegados a cierto punto, podremos reclutar capitanes para tenerlos a nuestro favor.  Una vez tengamos claro a qué capitán vamos a reclutar, debemos de realizar su misión como cualquier otra pero llegará un momento en el combate, que este tendrá poca vitalidad y nos alertará un pequeño cartel con la denominación de “Quebrantado”. Esto significa que podemos acercarnos al capitán y con nuestro espectro podremos acceder a él. Una vez lo tengamos a nuestros pies podremos bajarle el nivel humillándolo, que luche hasta la muerte o reclutarlo, sólo podremos reclutar capitanes que estén a nuestro nivel o inferior, nunca podremos hacerlo si es superior. Por eso tenemos la posibilidad de humillarlo, que huya para volver a encontrarlo y con un nivel inferior (unos 5 más o menos) podremos unirlos a nuestras filas.

No existe un capitán igual a otro, puede que tenga una habilidad o una misma debilidad, pero siempre con posibilidades diferentes, algunos tendrán miedo al fuego o al veneno. Una vez tengamos reclutado a uno, vamos a por muchos más y llegados a cierto punto, nos encontraremos con que podemos infiltrar a uno de nuestros mejores capitanes en las filas del ejército enemigo para que de un golpe y mate a uno de los suyos para tenerlos controlados. Una vez tengamos suficientes y poderosos capitanes podemos asaltar la fortaleza enemiga. Esto se realiza cual modo “capturar la bandera” de un videojuego multijugador online. Tenemos que adentrarnos en la fortaleza, llegar a la zona y plantar la bandera, pudiendo así seguir a la siguiente zona hasta que lleguemos a la sala donde se encuentra el líder de la fortaleza o como se llama en el juego, el Señor. Combates realmente duros, porque ya no es que el enemigo esté solo, tendrá en ocasiones una importante protección.

Una vez capturada, obtendremos una zona más para reclutar orcos, ganando así terreno a Sauron para avanzar en la historia del videojuego. Esta parte de la jugabilidad se extiende también al multijugador y a la polémica con las lootboxes o cajas. Si hablamos del multijugador, podremos asediar otras fortalezas online y al hacerlo obtendremos diferentes recompensas como lootboxes básicas, dinero del videojuego o equipo.

Pero pasemos a hablar de dicha polémica, desde mi punto de vista y después de jugar muchísimas horas, este sistema no es para nada, obligatorio. El equipo para el personaje principal se puede obtener fácilmente, pero lo que sorprendió en todo esto fue que los orcos legendarios y poderosos sólo se pueden obtener con las lootboxes que compremos en el videojuego y no las más básicas, que se pueden obtener fácilmente sin aportar dinero,  las que cuestan más de 1€.  Pero igualmente con sudor y empeño se pueden encontrar capitanes suficientemente poderosos como para subir el nivel del ejército y que sea competente.

Pero para terminar esta sección, que esto último no empañe tus ganas de jugar a Sombras de Guerra, en términos jugables y de historia son completísimos, complejos, divertidos y que darán docenas y docenas de horas de juego y diversión.

Gráficos y Sonido

En la faceta gráfica, no hemos jugado (como es lógico) a la versión de Xbox One X, lo hemos jugado en la Xbox One One normal. El videojuego es estable, se ve muy bien, consigue mejorar en muchos apartados a su predecesor. Con cosas como mapas más amplios, más variedad pudiendo ver nieve, bosques, zonas desoladas, montañas… sin duda han puesto empeño en que sea mucho más variado que Sombras de Mordor.

Otra de las cosas que me ha impresionado es la cantidad de personajes en pantalla que mueve el videojuego. En una de mis muchas locuras en el videojuego, decidí dar la alarma y que se concentrara el mayor número de enemigos posibles, pero esto puede ir aumentando, porque si tenemos jaulas con bestias, algunos dragones volando… la cosa se va desmadrando y la cantidad es muy importante.

Por otra parte que se vea bien, sea estable y mueva cantidad de enemigos en pantalla, no quita que en general el apartado artístico sea continuista, cosa totalmente comprensible ya que viene a ser una secuela desarrollada en la obra creada por Tolkien.

A partir del 7 de Noviembre de 2017 podremos jugar este mismo videojuego en Xbox One X, tenemos muchas ganas de presenciar las características técnicas de calidad ultra, además claro está de poder jugar con una resolución mucho mayor.

En la faceta sonora, cuenta con un doblaje notable en castellano, con sus textos traducidos y algo que me ha impresionado, la pronunciación de los nombres que está realmente muy bien. En la banda sonora, no tiene demasiado que destaque -a mi modo de ver-, más bien melodías de acompañamiento y sobre todo que son recordatorio de que estamos en la Tierra Media, no tiene nada más que eso.

Conclusiones finales

Quitando la polémica de las lootboxes, Sombras de Guerra es una dignísima continuación de Sombras de Mordor. Consigue mejorar las bases del primero y añadir cambios tan divertidos como el reclutamiento y asaltos a fortalezas con nuestro propio ejército de orcos. En definitiva, horas de duración, diversión, mejoras…, nosotros os lo recomendamos.