Risk

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Quién no conoce Risk, el mítico juego de mesa en el que encarnamos a un General que debe guiar a sus tropas a través del mundo y conquistarlo. Años siendo un referente en este tipo de juegos, Ubisoft junto con Zoe Mode nos trae la versión 2010 (en cuanto a reglas) a consolas. Y si bien el resultado es el esperado y adapta perfectamente el espíritu del juego, se queda corto en casi todo. ¿Impide esto que Risk sea un buen juego?. Vamos a descubrirlo en nuestro análisis.

Lo primero que nos puede chocar es lo sencillo de sus menús. En sí esta creado para ser accesible a cualquier jugador y, cómo no, ir directamente al grano. Todo lo contrario a nuestra primera partida si no estamos habituados a lo que ofrece Risk. Lioso es la palabra si pecamos de novatos. Y esto conecta con lo principal en Risk: es un juego por y para fans de su versión de mesa. No intenta adaptarse para otros jugadores o cambiar sus mecánicas. Está hecho por y para los seguidores. Pero claro, muchos no conoceréis la base de Risk y, aunque en un principio parezca liosa, es más sencilla de lo parece.

Ante nosotros tenemos un tablero con distintas partes del mundo y con un color de jugador asignado. Como General, nuestro objetivo es conquistar todo el mundo con nuestras tropas y evitar que nuestros rivales hagan lo mismo. Esto se consigue mediante tres pasos: Reclutamiento, donde debemos coger un número limitado de unidades para luego colocarlas. Ataque, que como su nombre indica sirve para ir a por un continente y hacerlo nuestro. El último turno será Fortificación, donde si disponemos de unidades de sobra, podremos mandarlas a otros continentes para así hacerlos más fuertes y que no estén a merced de nuestros contrincantes. Todo ello unido a un sistema de cartas que iremos ganando según lo que conquistemos y que nos darán bonificaciones.

En cuanto al aspecto gráfico pues lo que comentamos al principio del análisis. Simple pero efectivo para lo que quiere mostrar, usando un sistema de colores para cada jugador y representando cada continente de forma clara. Para que os hagáis una idea, no deja de ser un tablero con aspecto futurista. Sí es cierto que el juego nos obsequia con algunas CG cuando conquistamos un territorio completo aunque, como os imagináis, muy básicas. Visualmente tiene un empaque que sin muchas pretensiones nos traslada con eficacia a un ‘virtualizado‘ tablero de mesa. El sonido es más de lo mismo, con una melodía que no molesta para el transcurso de las partidas y un doblaje en castellano que cumple sin más.

Risk tiene como claro objetivo a los jugadores tradicionales del juego de mesa. Adapta perfectamente su desesarrollo a consola y nos ofrece partidas largas y llenas de variantes, bien jugando contra una IA que sabe adelantarse a nuestros movimientos -si no se dominan los tempos el jugador puede llegar a sentirse frustrado al jugar contra la CPU- o más acentuadas si jugamos con cooperativo local  o mejor aún, online con hasta cuatro jugadores. Si sois jugadores noveles de la franquicia os puede llegar a gustar. Para los habituales es una compra segura.