Rad Rodgers

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Una de las cosas que más está llamando la atención últimamente es como están saliendo de buenos ciertos títulos de categoría indie o independientes. El caso más llamativo que hemos visto es Celeste, que ha recibido grandes críticas positivas alabándolo. No obstante, cierto sector más conservador de jugadores no entiende que un título de un valor tan poco importante hablando del apartado técnico, se lleva notas que se han llevado títulos como Zelda Breath Of The Wild o Horizon: Zero Dawn.

Quizá en las bases, el trabajo, empeño y esfuerzo por crear algo diferente es lo que hace a Celeste merecerse dichas notas. Rad Rodgers tiene buenas premisas, ¿conseguirá una nota sobresaliente o simplemente es un indie más? Como en muchos indies, no voy a realizar apartados porque cosas como la historia, por ejemplo, no son más que una excusa de unos segundos para que juguemos.

En este caso, la historia de Rad Rodgers se centra en el protagonista del mismo nombre, el cual jugando en mitad de la noche es sorprendido por su madre que le dice que apague la videoconsola y que se acueste. Como muchos niños, le replica y le dice que no irá la mañana siguiente a la escuela, a lo que su madre le amenaza consiguiendo que se marche a la cama. En mitad de la noche, la televisión empieza a hacer cosas extrañas y un torbellino le atrapa junto con su videoconsola. Despierta en un mundo virtual y es sorprendido por Dusty, su videoconsola que con una voz ruda le dice que es hora de ponerse manos a la obra para salir del sitio.

Aquí comienza la aventura de Rad y Dusty por salir de ese mundo virtual.

Rad Rodgers es un videojuego de acción, mucha acción en 2D, con lo cual es muy parecido a títulos que hemos ido viendo últimamente en formato indie. Rad tiene a su disposición a Dusty como videoconsola, que le ayudará en los saltos para apoyarse en algunos salientes. Podremos pegar un golpe físico con sus puños pero la verdadera arma que tenemos es una pistola. Además del disparo más básico, podremos obtener munición de otros tipos como granadas, disparos rápidos o unos pájaros de fuego; esta munición lógicamente se gasta y volveremos al disparo más básico.

El videojuego sorprende de buena manera, pues los primeros 3 o 4 niveles son bastante lineales. Llegados a otros posteriores se hacen muy muy amplios. Nuestra principal misión consiste en conseguir partes de un medallón para abrir una puerta. Siempre es la misma misión, lo que pasa es que cada nivel se desarrolla de una forma u otra. También ganan en dificultad (se puede modificar)  y no va nada mal de violencia, pudiendo ver sangre y vísceras en un comienzo o simplemente un mejunje morado que sale de los enemigos al morir.

Volviendo a la dificultad, los niveles no llegan a ser difíciles porque siempre acabaremos encontrando las 4 piezas del medallón. La jugabilidad no está del todo pulida, algo que quizás me puso personalmente nervioso son los saltos, tienes que calcular demasiado el salto desde la esquina y con eso llegar al siguiente saliente, algo que se solucionaría dándole al personaje un poco más de potencia de salto  o que nuestro compañero Dusty al llegar a esos salientes respondiese como debe. Sobre la primera recomendación es algo que pienso de forma más personal, quizá otra gente perciba que tiene la potencia adecuada.

Otra es la IA enemiga, que en alguna ocasión se ha quedado clavada realizando un mismo ataque de golpe en un sitio, pudiendo disparar tranquilamente desde la distancia. Es algo que puede solucionarse con un parche.

Hablando más de la jugabilidad, nombraremos las fases pixeladas de Dusty. Jugaremos con Dusty también, en ciertas partes del mapa veremos como existe una distorsión. Al introducirnos en ella nos pondremos a los mandos de Dusty. Para aguantar deberemos de tener la energía que sueltan los enemigos al morir o las que existen en el mundo distorsionado. Existen dos tipos, la primera deberemos de encontrarla en ciertas partes del escenario que se han quedado distorsionadas o ‘bugeadas’ y liberarlas. La segunda son para activar mecanismos, aparecerán bolas de energía y debemos conectarlas entre ellas.

Es una de las cosas positivas del título, pensaba quizás que llegados al último nivel esto se volvería repetitivo, pero ni son difíciles y ni se ha llegado a atragantar.

Hay que decir que es un videojuego homenaje en toda regla a los que jugamos en esa época dorada de los 90s a esas consolas de 8/16 bits. Hasta la dificultad que tiene.

El apartado gráfico no es demasiado llamativo. Diríamos que es bastante normal. Tiene texturas y entornos, sobretodo zonas de cuevas, cascadas que son bastante llamativas…, por lo demás como hemos hablado antes, los grandes problemas que hemos encontrado son jugables o la IA. En lo visual no tiene problemas y funciona bien, sin bajones de frames.

Donde sí es muy notable es en el apartado sonoro, desde el primer nivel pues dicha música y sonido ha sido creada por Andrew Hulshult. Algo realmente fantástico, inspirado en los sonidos midi que podíamos escuchar en aquella época. Muy recomendada.

Conclusiones finales

Rad Rodgers es un indie más que es divertido de jugar. Nos proporciona unas 5 horas de juego de plataformas, búsqueda de secretos y lleno de referencias al género al completo, en una época donde los más jóvenes disfrutábamos simplemente de los videojuegos. Por otro lado tiene problemas jugables y de la IA, pero nada que no pueda ser solucionable.

Los que disfruten con los títulos de acción 2D, van a hacerlo con Rad Rodgers.