No Time To Explain

8 Nota General
Diversión: 8/10
Jugabilidad: 8/10
Gráficos: 6/10

Divertido juego de plataformas con trampas | Ingeniosa forma de transportarse por los niveles

Visualmente puede que no entre a muchos por los ojos

Pincha aquí para ver la Ficha

Título: No time To Explain

Desarrolladora(s): tinyBuild GAMES

Editor(es): tinyBuild GAMES

Plataforma(s): Xbox One (versión analizada gracias a Xbox)

Género(s): Plataformas & Acción

Lanzamiento: 17 de Julio de 2015

Idioma: Textos: Inglés

Normalmente los indies más básicos suelen ser los que más llaman la atención, aquellos que no tienen un presupuesto alto y que ofrecen una jugabilidad sencilla junto con una dificultad que atrae a todo tipo de públicos. Para comenzar podríamos hablar de Super Meat Boy por ejemplo o Shovel Knight, respecto a sus aspectos gráficos -como hoy en día se mide a todos los videojuegos- son muy discretos, uno apuesta por el 2D mientras el otro es un título de un potente carácter retro con un estilo 8/16 bits.

No Time To Explain es lo que hemos hablado anteriormente, un videojuego que en el apartado gráfico es discreto pero que divierte y a la vez tiene una curva de dificultad bien aprovechada. Cuando veáis las imágenes probablemente no os atraiga nada, aunque a un servidor es lo que más le ha llamado la atención.

La historia del título en cuestión se basa en viajes en el tiempo y paradojas temporales, algo que últimamente se lleva mucho en el mundillo y en el cine también. Nuestro protagonista vive tranquilo en su casa cuando una explosión le asusta y de la pared destruida de su casa aparece una persona que se parece mucho a él mismo, le dice que es “él” y que viene del futuro además no tiene tiempo de explicar, pero antes de mediar palabra un cangrejo mutante asesino aparece y se lo lleva.

Nuestro protagonista agarra el arma que llevaba su versión del futuro y se va en su ayuda, aquí debemos de controlarlo y es donde aprenderemos a utilizar el sistema de movimiento del videojuego al igual que también se aprende a usar el arma. Un potente láser que al ser disparado al suelo nos transportará rápidamente a donde queramos; así irá nuestro protagonista metiéndose en agujeros temporales y pasando por diferentes épocas en busca de “sí mismo” para ayudarle. Una vez enfrentado al cangrejo y derrotado comienza el videojuego, dejando atrás lo que es un tutorial rápido.

Los niveles están divididos en pequeñas secciones con un jefe final, una vez completada la sección apareceremos en otra diferente que deberemos completar. Cada una de ellas tiene temáticas diferentes, pues hace avanzar la trama, por ejemplo. Las primera sección del videojuego tiene niveles que se basan en aprender y controlar el láser mientras destruimos rocas. Entre el punto de salida y llegada como todo “plataformas” existen condicionantes para llegar al final. Al igual que en Super Meat Boy tendremos también trampas, ya sean precipicios, pinchos, fuego, ácido… tenemos que ser ingeniosos pues muchas veces el camino correcto está en otra dirección al más obvio.

El láser que hemos comentado anteriormente no es nada fácil de controlar, muchas veces debemos de posicionarnos bien para que nos dé tanto velocidad como altura. Si queremos llegar a un sitio alto debemos de saber que con solo disparar hacia abajo no llegaremos al sitio exacto, o si queremos avanzar por una zona llena de peligros debemos de hacerlo rápido, debemos inclinar el láser para coger velocidad. Además del láser existen otras armas o formas de desplazamiento en el videojuego, como una escopeta que hace que salgamos despedidos.

Cada sección de niveles se tiene que completar matando al boss de un tirón, si decidimos parar y quitar la partida debemos de comenzar de cero esa sección. Sólo guardará partida cuando acabemos con el boss y lleguemos a una zona nueva.

Además del aspecto gráfico y de la forma de desplazarse, tiene niveles que van a rompernos los esquemas, da un vuelco de 180 grados presentándonos otra cosa diferente y muy divertida. No queremos ofrecer detalles más profundos de cómo son los niveles para que os sorprendáis la primera vez que lo juguéis.

En algún nivel también se ha añadido unos coleccionables -no están en todos los niveles-. Son unos sombreros que están en zonas más alejadas o escondidos, para llegar a ellos debemos de tomar algún camino oculto o esforzarnos más para alcanzarlos. Estos sombreros son muy divertidos y de vez en cuando cambiar la imagen del personaje no viene mal.

Si hablamos de la dificultad podríamos decir que es algo ajustado, existen niveles que debemos de repetir en muchísimas ocasiones. Quizá lleguemos a las más de 500 muertes, pero sabemos que cumpliéndolos llegaremos al jefe final, además de aprender la mecánica para que la próxima vez avancemos mucho más rápido. Esta dificultad no hará que queramos tirar el mando contra el televisor o pisotear la videoconsola, no, existen niveles que se pasan de una sentada y niveles algo más difíciles. Pero no imposibles o que tengamos que tener una precisión milimétrica para pasarlos. En este aspecto está muy bien desarrollado.

Sobre la banda sonora y el aspecto gráfico no tenemos mucho que hablar, de lo primero tienen unas melodías bastante básicas y que se repiten muchas veces, quizás algunas las repetiremos si estamos luchando contra un jefe final y éste no hace más que matarnos. Algunos jefes son tan extensos que la canción terminará y volverá a comenzar en bucle.

El apartado gráfico es el más discutible de todos, es sencillo y puede parecer feo, pero aquí reside su encanto. Parecen animaciones de frames pero todo está realizado con un tono tan divertido y de internet, en ocasiones mientras vemos las cinemáticas del videojuego, nos encontraremos guiños y memes que si te mueves por internet sabrás reconocer.

Por lo demás, si te gustan los plataformas 2D con trampas y con una dificultad ajustada, es un estilo de juego que se hace muy ameno y en ocasiones supone un gran reto que superar. Desde Strike-Games os recomendamos No Time To Explain de TinyBuild.

COMPARTE ESTE POST

  • Facebook
  • Twitter
  • Myspace
  • Google Buzz
Autor: José Joaquín Cabrera Ver todos los post de