Mass Effect 3

9 Nota General
Jugabilidad: 8/10
Gráficos: 9/10
Sonido: 9/10

El guión sigue siendo su fuerte. | La reforma del sistema de armas e inventario. | El añadido online es de agradecer. | Absolutamente todo lo demás. Es emocionante, dramático e intenso.

La gran falta de optimización en su versión de PlayStation3. | El modo online a la larga se hace escaso y repetitivo. | El trato tan impersonal que han recibido muchos de los personajes secundarios. | La falta de profundidad en el mapa galáctico y las misiones secundarias.

Información General

Título: Mass Effect 3

Desarrolladora(s): Bioware

Editor(es): Electronic Arts

Plataforma(s): PC, X360, PS3 y Wii U

Género(s): Rol, Acción RPG. (Ciencia ficción)

Lanzamiento: 8 de marzo de 2012. (Pegi: +18)

Idioma: Manual: Español, Textos: Español, Voces: Inglés

 

La Galaxia está en guerra y sólo un hombre se interpone entre la humanidad y la que es la mayor amenaza de nuestro tiempo. Shepard regresa para poner punto y final a la fantástica trilogía de Bioware.

 

INTRODUCCIÓN

El nacimiento de una leyenda

 

BioWare (creadores de la sagas Star Wars: Los caballeros de la antigua república y Dragon Age) desarrolló Mass Effect en un primer momento en exclusiva para Xbox 360. Lanzado el 20 de Noviembre de 2007 en Estados Unidos, tres días más tarde en Europa. El juego posteriormente fue re-editado con la ayuda de Demiurge Studios para su lanzamiento en PC, por parte de Electronic Arts, en el verano del 2008. Además dos expansiones vieron la luz en este periodo: El cielo se está cayendo y Estación Pináculo.

La serie también contó posteriormente con dos novelas que expandían más la historia del videojuego. La primera es Mass Effect: Revelation que actúa a modo de precuela y Mass Effect: Ascension que hace de secuela del primer juego y de precuela del segundo. Más tarde aparece Mass Effect Galaxy, un spin-off desarrollado para el iPhone y el iPod Touch de disparos de vista cenital con una dirección artística más estilizada que los juegos principales de la serie y usa las funciones de acelerómetro y pantalla táctil de los dispositivos.

Debido al tremendo éxito cosechado fue inevitable el lanzamiento en enero de 2010 para Microsoft Windows y Xbox 360 del Mass Effect 2. Justo un año después la saga aparece por primera vez en la plataforma PlayStation 3. Debido a la imposibilidad de lanzar para esta plataforma el primer videojuego al poseer los derechos su competencia, EA y BioWare optaron por una especie de comic interactivo llamado Génesis donde el jugador era podía tomar las decisiones más importantes de la trama. Como ventaja, los DLC’s desarrollados hasta la fecha fueron incluidos de forma gratuita: Zona de impacto de la Normandía, Zaeed: el precio de la venganza, Kasumi: La memoria robada, Misión Overlord y el Corredor Sombrío. El último de todos ellos, La Llegada, fue lanzado posteriormente en ambas plataformas digitales.

Una tercera novela aparece, titulada Mass Effect: Retribution, ubicada después de los eventos de Mass Effect 2. Además la serie de comics, Mass Effect: Redemption y Mass Effect: Evolution, termina de complementar la historia.

Y finalmente llegamos a Mass Effect 3, desarrollado por BioWare y publicado por Electronic Arts. El tercero y último de la trilogía iniciada por Mass Effect. El juego tuvo un lanzamiento simultáneo para Microsoft Windows, Xbox 360 y PlayStation 3 el 5 de Marzo del 2012 en Estados Unidos y el 9 de Marzo en el resto del mundo.

El universo de Mass Effect 3 nos ofrece una fantástica experiencia que evoluciona en algunos de sus aspectos pero lamentablemente se echan en falta parte de los componentes clásicos de la saga. No obstante, es un indispensable que desborda talento y espectacularidad en todos sus facetas.

 

ARGUMENTO Y DESARROLLO

La última defensa de la Tierra

 

Muchos ya conoceréis las aventuras del comandante Shepard y su epopeya por salvar a la humanidad, por lo tanto ya estaréis familiarizados también con su mecánica jugable. Para aquellos que no, se puede definir como un Shooter de Acción RPG (Ciencia ficción) con uno de los guiones más fascinantes y absorbentes de la historia de los videojuegos.

Haciendo un breve resumen sin dar demasiados detalles, la saga comienza en el año 2283, donde el jugador asume el papel del Comandante Shepard, líder de un escuadrón de élite a bordo de la nave SSV Normandy (o Normandía en español). La historia principal gira en torno a salvar a la Galaxia de una amenaza inminente: Los Segadores. Deben su nombre al mito de que despiertan de su hibernación en el Espacio Profundo Intergaláctico cada 50.000 años para exterminar cualquier rastro de vida orgánica.

En sus dos primeras entregas los conoceremos bien y frustraremos parte de sus planes, ganando tiempo y reuniendo un equipo de entre lo mejor de las distintas razas de la galaxia para hacerles frente. Sin embargo, es en esta tercera entrega donde realmente tiene lugar la batalla por nuestra supervivencia. La invasión a gran escala de los Segadores, comenzando por la Tierra, el lugar natal del ser humano al convertirse en una potencial amenaza.

Visto así, parece cumplir perfectamente con la estructura básica de cualquier historia: Planteamiento (ME1), nudo (ME2) y desenlace (ME3). Por eso podemos afirmar con seguridad que la mejor y más completa experiencia dentro de este universo se obtiene al jugar sus tres entregas. El sistema de importación de partidas es un claro ejemplo de ello ya que las relaciones con nuestros compañeros, la apariencia de nuestro personaje y nuestras decisiones tendrán gran influencia sobre los acontecimientos venideros. Es por ello que hay que valorar todo este inmenso proyecto a nivel de guión y su magnífica puesta en escena por parte de Bioware.

Centrándonos en el cierre de la trilogía, se ha optado por enfocar la acción y reforzar la trama principal. Ganando en espectacularidad e intensidad pero perdiendo la profundidad a la que estamos acostumbrados. Esto también tiene una fuerte repercusión en su faceta jugable que veremos más adelante.

A lo largo de sus precuelas hemos ido abriendo distintos hilos argumentales, muchos de ellos secundarios, que ven su máxima repercusión en esta entrega. Por esta razón, Mass Effect 3 no nos ofrece importantes decisiones más allá de su propia conclusión. Resaltando así el hecho de que veremos pocas novedades en lo que respecta al universo de esta saga. Nos serán familiares muchos de los conflictos, razas y personajes que cobrarán, eso sí, un peso mucho mayor durante el desarrollo de este capítulo. Hay que agradecer también que se hayan tenido en cuenta los anteriores DLC´s que tendrán su influencia en los diálogos y en la aparición de ciertos personajes.

También hay que resaltar el cuidado con el que la narrativa ha sido tratada. Un paso adelante respecto a las otras entregas que se nota en ciertos detalles, por ejemplo el hecho de que algunas escenas jugables, como las pesadillas de Shepard, tendrán un único fin: reforzar su fuerza narrativa. Sin embargo, esto produce un fuerte contraste con la poca atención recibida a los personajes más secundarios limitando nuestra relación con la mayoría de ellos. Además ahora las conversaciones ajenas irán contando una historia o dándonos alguna información de forma escalonada, es decir, ésta se dividirá en varios segmentos de forma que cada vez que pasemos por la zona, la conversación continuará desde donde se dejó anteriormente. De esta forma, se gana cierto dinamismo que hace que nuestros paseos obtengan algo de interés.

Como no podía ser menos, existen varios matices finales dependiendo de nuestras decisiones y de los refuerzos con los que contemos para la batalla final. Aunque es cierto que es un final que ha levantado bastante frustración entre los fans. Sólo podemos decir que BioWare ha escrito el guión concienciados de que se trataba del final de una trilogía. Y aún asi, han decidido obtar por algo más arriesgado de lo habitual y os garantizamos que no dejará indiferente a nadie, causando todo tipo de opiniones.

 

JUGABILIDAD

La última esperanza de la galaxia

 

El comandante Shepard ha sufrido esta vez un salto menos cuantitativo en este apartado respecto a su segunda parte. Mantiene básicamente los mismos pilares que su predecesor salvo por algunos pequeños añadidos.

Lo primero que hay que mencionar es el sistema de importación de partidas que sigue funcionando de igual forma que en la secuela sólo que esta vez se nos permite modificar la apariencia y la clase (Soldado, ingeniero y adepto junto con las otras tres especialidades híbridas: Infiltrado, centinela y vanguardia) de nuestro personaje importado por si no estamos conformes con su adaptación a la nueva versión del motor gráfico. El perfil psicológico sigue teniendo importancia pues marcará una parte importante de los diálogos y nuestra actitud y respuestas ante muchas conversaciones. Superviviente, héroe e implacable siguen siendo los diferentes perfiles.

Si usamos esta opción, comenzaremos con ciertos beneficios dependiendo del estado de nuestra partida guardada. Nuestro personaje aparecerá con nivel 30 y con los poderes de nuestra clase a cierto nivel además de con una suma importante de dinero. A la hora de distribuir los puntos ganados nos encontraremos con las primeras diferencias respecto a las anteriores entregas.

En la pantalla de nuestro pelotón seguiremos observando toda la información que rodea a nuestro personaje y aliados. Su apariencia irá acompañada a la izquierda de una única barra donde se representa nuestra reputación general. Conforme cumplamos misiones, realicemos ciertas acciones o activemos diálogos concretos, ésta se irá rellenando pero esto no significa que el sistema de moralidad se haya eliminado. Dividida en 5 niveles reflejará en dos tonos diferentes nuestra predilección por la paz o la violencia. Si nuestras acciones han estado basadas en el camino de la virtud, la barra será en su mayoría de color azul. Sin embargo, si hemos optado por ser más rebeldes, será mayoritariamente de color rojo. Se trata de un sistema dinámico en el que puede ir ganando terreno un camino u otro sin anularse entre sí. De hecho, podemos conseguir un equilibrio perfecto entre ambos conceptos si queremos pero eso significaría que las decisiones más difíciles donde se requiere un alto nivel de reputación en un campo u otro no podrán ser tomadas.

Pasando a la derecha nos encontramos con el menú de nuestros poderes. A simple vista parece que mantiene la misma estructura que ya conocemos pero al comenzar a distribuir nuestros puntos observaremos ciertas diferencias. Los poderes se siguen dividiendo en niveles, concretamente 6, y el gasto de puntos continua siendo proporcional al nivel que deseamos ampliar dicho poder. Los primeros proporcionan un porcentaje de mejora en el daño, tiempo de recarga o incluso ampliar el radio de efecto pero a partir del cuarto nivel tendremos que decidir entre dos vertientes distintas a donde queremos llevar dicha habilidad. Por ejemplo, tendremos que decidir si nuestro dron de defensa adquiere un 40 % más de daño o es capaz de usar un lanzamisiles. Esto crea una vertiente mucho más interesante de personalización que dependerá de las características de las que queramos dotar a nuestro personaje y pelotón. Además si profundizamos un poco en la relación con nuestros compañeros será posible adquirir uno de sus poderes especiales para añadirlos a nuestro repertorio.

Nuestro diario también sigue mostrando la información que vayamos desbloqueando del Códice con las razas y acontecimientos de todo el universo de Mass Effect así como las tareas y las misiones. Aunque esta vez la forma en la que se muestra dicha información es confusa e inútil. Más de una vez nos veremos forzados a usar el Mapa para ubicarnos y ver claramente qué personajes o acciones podemos/debemos realizar para continuar alguna misión. Esto se debe en mayor parte a que la información de nuestros objetivos no se actualiza con nuestros avances sino que mantiene el mismo encabezado hasta su conclusión.

No quiero continuar sin mencionar dos cosas que creemos son añadidos de agradecer. El primero es que en el menú de opciones ahora es posible configurar el uso o no del casco (tanto del protagonista como del pelotón) durante las escenas o conversaciones, permitiéndonos disfrutar de sus expresiones durante todo el juego. El segundo se refiere a la incursión de un sistema de guardado rápido que nos permitirá guardar en cualquier momento del juego mientras no estemos combatiendo sin interrumpir el juego. Aunque los puntos de control serán muy generosos. Dicho esto es hora de que profundicemos en los aspectos más puramente jugables del título.

Mass Effect 2 incluía un sistema de regeneración automática de salud, en lugar de tener que usar Medi-gel como en el primer juego, se usaba únicamente para curar o revivir a tus compañeros de pelotón. En Mass Effect 3 se mantiene este mismo sistema excepto que ahora podremos revivirlos si nos acercamos a ellos lo suficiente evitando gastar Medi-gel.

El sistema de sobrecalentamiento de las armas fue reemplazado por munición térmica que funciona como disipadores de calor. En vez de tener diferentes tipos de munición para las distintas armas, los cargadores térmicos son universales. Más de una vez nos vimos en apuros, sobre todo en los modos de dificultad más altos, debido a la escasez de munición en los enfrentamientos más largos y complicados ya que dependíamos mucho de los cargadores que soltaran nuestros enemigos. Ahora, BioWare pone a nuestra disposición numerosos puntos con munición y cajas de reabastecimiento a lo largo de los escenarios y no sólo eso, sino que reaparecen una vez pasado un tiempo. Esto hace que nos despreocupemos completamente de ella restando cierto componente táctico a los enfrentamientos.

El armamento es quizás el apartado que más cambios ha sufrido y el más notorio. Muchas de las armas que ya conocemos vuelven en esta entrega con algunas nuevas en su repertorio. Mantiene el mismo sistema de categorías que su predecesor (pistolas, subfusiles, fusiles de asalto y rifles francotirador) excepto por el hecho de eliminar el hueco para las armas pesadas que hicieron su debut en ME2. Ahora, en lugar de poder llevarlas con nosotros, aparecen en algunos niveles siendo éstas de usar y tirar. El inventario regresa esta vez con un acabado más interesante (habiendo sido prácticamente eliminado en su precuela) donde gracias a los bancos de trabajo repartidos también por los niveles, podremos elegir que armas llevar con nosotros, modificar sus accesorios para aumentar el daño, la estabilidad o la munición y todo ello sin perder de vista el peso de nuestro equipamiento que tendrá una influencia directa en la capacidad de regeneración de nuestros poderes: Cuanto más peso llevemos, más tiempo será necesario esperar para poder usarlos de nuevo. Algo muy a tener en cuenta dependiendo de la clase de nuestro personaje y el tipo de juego que queremos realizar.

En los combates se ha apostado por la movilidad. Por ello se han añadido una serie de opciones de movimiento de cobertura al más puro estilo Gears of War que nos permitirá, entre otras cosas, cambiar de lado o avanzar a otra cobertura de más adelante ya sea saltando por encima de la que estamos o bordeándola. Todo ello manteniendo únicamente el botón de correr y dirección. El sistema funciona bien en la mayoría de situaciones pero hay momentos en los que nuestro personaje realizará alguna acción sin que nosotros queramos, entorpeciendo el curso normal de nuestro movimiento. Ello se debe principalmente a que usamos el mismo botón tanto para correr como para parapetarnos. Además se acabó el cubrirse en un sitio seguro y desde allí liquidar a todos. Quieren que nos movamos y busquemos buenas coberturas para la acción. Sin embargo, el recurso más utilizado para forzarnos a ello se trata de lanzarnos (de manera precisa) una granada a nuestros pies de forma constante, incluso con las razas alienígenas más extrañas. Algo que generará bastante frustración al jugador en los momentos de mayor presencia enemiga. Lo mismo ocurre con las granadas de humo que hacen su aparición por primera vez en esta entrega. Un recurso que usado de forma inteligente podría generar interesantes resultados. Sin embargo, debido a su uso abusivo por parte de nuestros enemigos, acabará generando cierta molestia al provocar pausas en la acción y el combate ya que ni ellos podrán vernos a nosotros ni nosotros a ellos. Ni siquiera aprovechan el momento para buscar posiciones más aventajadas o avanzar en grupo. Matizar que éstas sólo podrán ser utilizadas por el enemigo aunque nuestro personaje contará con otra clase de apoyo en este sentido dentro de las habilidades.

De vez en cuando, algún enemigo (sobre todo los que llevan camuflaje óptico) se acercarán a nuestra posición para atacarnos directamente. BioWare ha puesto a nuestra disposición un elemento nuevo que nos permitirá enfrentarnos cuerpo a cuerpo a estas situaciones con mayor eficacia. Como se ha visto en casi toda la promoción del videojuego, Shepard cuenta ahora con una especie de cuchilla en su Omniherramienta que le permitirá asestar golpes casi mortales manteniendo pulsado el botón de golpeo o desde una cobertura. Si contamos con ayuda biótica existen algunos movimientos nuevos. No obstante, más allá de estos y una serie de habilidades que nos permitirá aumentar su daño y potencia, no existen más añadidos.

Otras características que se implementaron en su secuela y que se mantienen intactas han sido por ejemplo la capacidad de dar órdenes a nuestro pelotón para que ocupen ciertas posiciones o ataquen a un objetivo en concreto. Aunque en el desarrollo de algunas misiones podremos asignar una tarea a uno de nuestros dos compañeros mientras el otro nos ayuda a cubrirle, sin embargo no tiene ningún efecto si escogemos a uno u otro convirtiendo este hecho en una mera anécdota más que en un añadido de interés. También Shepard continua siendo es capaz de interrumpir un diálogo con tácticas agresivas o pacíficas cuando se le da la opción en pantalla. Si se muestra a la derecha un icono rojo, la acción nos aportará puntos de rebeldía (como matar a alguien), pero si en cambio aparece a la izquierda y es azul, nos aportará puntos de virtud (como impedir un asesinato).

No hemos de dejar de hablar de uno de los aspectos más queridos por los jugadores que ha generado mucho entretenimiento al margen de la campaña principal: El mapa galáctico. Desde nuestra nave insignia somos capaces de acceder al holograma de nuestra galaxia y desplazarnos a los distintos sistemas y planetas. Esto nos ha servido no sólo para avanzar en la historia sino para cumplir numerosas misiones secundarias. En ME1 éramos capaces de descender a la superficie de muchos planetas y explorarlos gracias a nuestro vehículo el M35 Mako. En ME2 se eliminaron las partes de conducción y se optó por un sistema de minería que nos proporcionaría recursos para desarrollar armamento o mejoras para nuestra nave. Todos los planetas de los distintos sistemas contenían una mayor o menor presencia de los cuatro tipos de recursos existentes: Paladio, Platino, Iridio y Elemento Cero. Mediante un escáner podíamos barrer su superficie hasta encontrar alguna veta de mineral aprovechable. Debido a la inmensidad de la galaxia este minijuego procuró montones de horas extras y una utilidad primordial en la jugabilidad. Finalmente llegamos a ME3 donde de nuevo se produce un cambio en la exploración planetaria. Todo el sistema de minería ha sido eliminado, además de que los distintos cúmulos de la galaxia irán apareciendo de forma progresiva esta vez conforme avance la historia principal. En su lugar aparece lo que se denomina sistema de recursos.

A lo largo de todo el juego tendremos que reunir un grueso militar y de apoyo de cara a la batalla final. Esto se refleja en una barra que se irá llenando conforme consigamos estos recursos. Todo está detallado en nuestra sala de guerra, donde veremos en forma de listado qué razas, flotas, recursos científicos y de apoyo se van uniendo a la causa. Básicamente esto se consigue de forma casi automática conforme avancemos en la historia principal, cumplamos misiones secundarias y tomemos ciertas decisiones en las que personajes o grupos independientes se unirán o no a nosotros. Además, seremos capaces de aumentar el número del grueso disponible a través de lo que llamamos Tareas secundarias. Un sistema muy parecido al usado en Dragon Age 2. Una forma de cumplir recados que funciona de la siguiente manera: Durante nuestros tranquilos paseos en las zonas pobladas iremos topándonos con conversaciones ajenas de sus ciudadanos. Con algunas de ellas, al terminar, se nos añadirá automáticamente una nueva tarea. Ni decir tiene lo caótico que resulta este sistema cuando tienen lugar varias conversaciones a la vez. Dichas tareas se basan en conseguir algún objeto perdido por la galaxia o dialogar con algún NPC dentro de los límites de la propia ciudad. En el caso de los objetos, deberemos coger nuestra nave y usar el mapa galáctico para explorar el cúmulo que se nos indica. Para ello tenemos a nuestra disposición una especie de sonar que al usarlo emitirá una onda capaz de decirnos si a nuestro alrededor se encuentra algún recurso de interés pero hay que tener cuidado con su uso ya que, tarde o temprano, llamaremos la atención de los Segadores que entrarán en el cúmulo para cazarnos. Con un planteamiento tan pobre y lejos de ser entretenido que basta únicamente con salir de los bordes del sistema o activar el Relé. A esto hay que unir la eliminación de cualquier tipo de minijuego de hackeo para forzar cerraduras aparecido en las anteriores entregas. Por tanto no existen paneles o cajas de acceso exceptuando los botiquines, estaciones medicas y algunos PDA´s con un texto totalmente irrelevante. En su lugar, recogeremos dinero y experiencia interactuando con terminales para obtener información o hallando restos de material.

Sólo cuando encontremos el objeto que buscamos en un planeta, podremos usar el mismo sistema de radar que en ME2. Aunque en esta ocasión no habrá que explorar mucho ya que él mismo nos indica exactamente donde debemos lanzar la sonda para recoger el preciado tesoro. En otras circunstancias, podremos encontrar combustible, créditos o algún nuevo recurso bélico como flotas perdidas. Una vez hecho esto, volvemos al origen de nuestro mandado y entregamos el objeto obteniendo nuestra recompensa. Cabe resaltar que una vez avancemos a ciertos puntos de la historia principal será imposible completar algunas de las tareas. Además si no encontráramos algún recurso en concreto, necesario para cumplir alguna de ellas, será posible comprarlos en una terminal especial de los Espectros dentro de la Ciudadela. En esta terminal no sólo adquiriremos material único para quienes posean este rango sino también autorizar o no ciertas solicitudes que tendrán de un modo u otro alguna repercusión.

Debido a la reducción de las misiones secundarias, este sistema de recados cobrará una gran presencia aunque de escasa importancia en la jugabilidad, que sirve como una mera excusa para utilizar el viaje espacial y ampliar ligeramente nuestra barra de recursos. Aunque también nos ofrece una razón más para volver siempre que podamos a la Ciudadela que será el único núcleo urbano y centro neurálgico de esta entrega.

La Normandía sigue cumpliendo su papel al igual que en los anteriores capítulos. Nos ofrece varias posibilidades cada vez que cumplimos una misión, como avanzar en nuestra relación con algunos de los compañeros, organizar nuestro armamento o subirlo de nivel e instalarnos nuevas mejoras, aunque esta vez no se compran directamente sino que se adquieren por obtener ciertos recursos, pudiendo elegir entre dos posibles opciones. Ahora la Ciudadela tendrá un papel similar. Un lugar donde podremos encontrarnos con la tripulación y mantener conversaciones con ella, reabastecernos o hacernos con multitud de tareas. Las misiones secundarias se nos darán de forma automática por nuestros superiores, algunos aliados o en mensajes privados a los que podremos acceder en nuestro terminal al igual que en ME2.

Teniendo una idea global ya de este apartado podemos afirmar que muchos echarán en falta varios aspectos de la franquicia sin embargo hay que lanzar un mensaje tranquilizador ya que mantiene el mismo nivel de calidad de sus precuelas lo cual ya de por sí es una garantía. No obstante es inevitable percibir una mayor despreocupación por parte de BioWare de los detalles más secundarios y cuyo avance en las novedades no ha sido tan significativo como se esperaba. Aún así tiene un lado positivo y es que se nota un mayor esfuerzo por introducirnos de lleno en el conflicto y tratar de ofrecer una experiencia que enriquezca la historia principal.

No olvidar que al videojuego le acompaña el primer contenido descargable llamado De las Cenizas (gratuito para quienes adquirieron la edición N7 Coleccionista) donde conoceremos a Javik, el último proteano vivo. A parte de unirse a nuestro escuadrón con habilidades únicas nos ofrecerá una breve misión en Eden Prime y sobre todo (y donde reside su mayor interés) montones de conversaciones extra donde profundizaremos de forma amplia en esta desconocida y tan importante raza del universo Mass Effect.

No podemos concluir este apartado sin mencionar sus logros/trofeos. Para quienes ya consiguieron la máxima recompensa en Mass Effect 2 se encontrarán con una lista muy similar a la de entonces. Es posible conseguirlos todos en una sola partida si seguimos algunas indicaciones y no nos dejamos de lado ninguna misión o tarea secundaria. La novedad reside en su componente online y es donde BioWare ha dado un interesante giro a lo que estamos acostumbrados. Tan sólo un trofeo es obligatorio jugarlo en online sin embargo el resto podemos conseguirlos tanto con una condición en su modo campaña como por otra en su vertiente online. Es decir, podremos desbloquear el mismo trofeo cumpliendo una de las dos condiciones impuestas. Algo de lo que podría tomar nota otras compañías ya que resulta una idea muy atractiva para aquéllos que les desagrada pasarse varias horas en el componente online de algún videojuego.

  

APARTADO TÉCNICO

Una epopeya espacial y visual

 

Desde un primer momento ya se nos transmite una sensación de mejora en lo visual. Las texturas y los rostros han sufrido un profundo lavado de imagen. Ciertos personajes también han sido ligeramente rediseñados, algo que no ha sentado bien a todos que se han visto algo descolocados por el cambio en términos de diseño respecto a las anteriores entregas. Esto también ha afectado a los entornos, sobre todo en lo referente a la escala, siendo los más grandes, detallados y espectaculares que se hayan renderizado nunca en la franquicia. Incluso hacen aparición nuevos elementos que aportan frescura a la jugabilidad, como escenarios oscuros donde usaremos la linterna de nuestro arma o algo tan sencillo como el uso de escaleras. Anteriormente la acción de Mass Effect siempre se ha desarrollado de forma lineal, a lo horizontal. Gracias al uso de este elemento ahora puede transcurrir también a lo vertical. Hecho que se hace realidad en los diseños de los escenarios ofreciendo caminos alternativos o posiciones más elevadas y ventajosas para nosotros o nuestros enemigos.

Y hablando de ellos, desde el comienzo notaremos que estamos ante los más duros e interesantes de la saga. Hay que añadir a los detalles que ya hemos mencionado, algunos movimientos nuevos como el hecho de poder rodar evitando nuestros disparos, usarán las coberturas y avanzarán posiciones, nos dispararán y cada uno se comportará de forma única dependiendo de su clase. Existe además un aumento considerable en la variedad de enemigos. Muchos de ellos ya los conocemos y echaremos en falta a otros de sus anteriores entregas pero sin lugar a dudas es uno de los aspectos más ricos del videojuego que añade mucho dinamismo a los combates. Por ejemplo, las fuerzas especiales humanas serán capaces, entre otras cosas, de desplegar ametralladoras automáticas o usar generadores de escudos.

BioWare ha querido adaptar la cámara a las circunstancias y aunque la intención es buena y similar a lo ya visto en ME2, lo cierto es que nos hemos encontrado más incómodos con ella que en sus precuelas. Un sistema parecido al usado en la franquicia Resident Evil o comúnmente denominado «sobre los hombros», que a veces es tan grande la cercanía que prácticamente Shepard ocupa todo el cuadrante izquierdo de la pantalla, haciéndonos casi imposible ver más allá y forzándonos a mover la cámara constantemente (excepto en las coberturas) para poder ver. Esto unido al hecho de que ahora no podremos bajar nuestra arma cuando queramos sino que el propio juego nos fuerza a llevarla siempre con nosotros en las partes de acción, agrava el problema.

Las animaciones de los personajes nunca han sido el punto fuerte de la saga Mass Effect y desde luego tampoco tienen una calidad asombrosa en esta entrega. Las expresiones faciales sí alcanzan un nuevo nivel para reflejar mejor que nunca el drama de los personajes. Shepard, no obstante, sigue moviéndose de forma poco natural con una mayor suavidad y maniobrabilidad en sus movimientos aunque lo cierto es que aún mantiene ese toque directo y robótico característico ya del protagonista. Eso sí, las escenas siguen contando con el uso del motion capture obteniendo el nivel de calidad acostumbrado. Lo mismo ocurre con el doblaje, cuyas voces regresan en inglés pero sin quejarnos, pues es igual de fantástico que en sus precuelas.

No hay que olvidar que Mass Effect 3 es el primer videojuego de la franquicia en ofrecer un lanzamiento multiplataforma simultáneo. Por tanto y como siempre, hay que comparar y aclarar las ventajas e inconvenientes (si es que existen) de las diferentes versiones. Por supuesto en compatibles es donde se alcanza un mejor resultado gracias al aumento de resolución con una fluidez envidiable y aunque algunas texturas siguen siendo irregulares en su mayoría alcanzan muy buena calidad. Poco más hay que decir excepto que no será necesario un equipo potente para moverlo tranquilamente. Con un procesador Duo, 4GB RAM y una gráfica de 512MB serán suficientes, ya que se nota que ha sido un portable directo de su versión nativa sin aplicar demasiadas ventajas gráficas, de ahí que su resultado visual sea muy similar al de consolas.

Centrándonos ahora en las versiones de sobremesa es inevitable no hablar del lamentable estado en el que se encuentra la adaptación a PlayStation 3. Y no hablamos de aspectos visuales ya que las texturas, la iluminación y resolución (1280×720) son idénticas. Muy pocas veces hemos visto un resultado tan diferente en cuanto a optimización se refiere entre ambas, que deja en el aire la pregunta de si realmente merece la pena hacerse con una copia de dicha plataforma. Mass Effect 2 en la consola de SONY ofreció un resultado impecable tanto en lo visual como a lo que en fallos se refiere además de contar con la ventaja de los DLC´s gratuitos. Una delicia que esperábamos encontrar de igual forma en su secuela. Cuál fue nuestra sorpresa con la demo ofrecida en PlayStation Network en el que todos los usuarios se quejaron de la falta de fluidez del producto disparando las primeras alarmas. Quizás nos agarramos al hecho de que fuera una demostración y esperábamos que el resultado final fuera más satisfactorio. Ahora, con él en nuestras manos y varias horas de juego, no sólo afirmamos que el problema persiste sino que es incluso peor de lo que se esperaba. Principalmente todo se debe a la tasa de imágenes.

En Xbox360 se alcanzan unos 30 frames por segundo estables, lo mínimo exigido para un videojuego de esta generación. Sin embargo, y sin explicación todavía por parte de BioWare, en PlayStation 3 se produce una irregular tasa de imágenes por segundo donde en las escenas de video y el combate no pasaremos de los 20 frames. Se han reportado casos incluso en los que la gente se marea tras algunas horas de juego. Teniendo que soportar ya así esta versión, llega un punto en donde las cosas comienzan a desmadrarse: La cámara va a trompicones en algunas escenas, cortes repentinos de sonido o imagen, ojos de los personajes salidos de sus orbitas en algunos momentos, diálogos en los que los implicados miran hacia otro lado o están directamente de espaldas, enfoques incorrectos de cámara a las paredes y el que se lleva la palma fue ver uno de nuestros peces del acuario flotando libremente por nuestro camarote. Errores a los que les restaríamos importancia si no fuera por la desastrosa falta de optimización que en su conjunto deja una sensación desoladora, sobre todo comparándolo con el trabajo de su competencia que aunque también mantiene algún error general, su resultado es más que notable. Aun me resuenan en la mente las palabras vertidas por BioWare hará un tiempo al hablar sobre ambas versiones: «You won’t see a difference«. Una verdad que se queda a medias.

La única pega que podríamos añadir respecto a la consola de Microsoft es la división en dos DVD´s del juego. En el primero encontraremos todas las misiones principales y en el segundo las secundarias. De esta forma, si queremos ir jugando a unas y otras será inevitable ir cambiando el disco de forma casi constante entre misiones. Una decisión que ha levantado las quejas de muchos usuarios debido a la pesadez que ello supone. Por otro lado, ofrece soporte para Kinect que nos permite dar órdenes por voz a nuestros compañeros (en español) para ocupar posiciones o lanzar sus poderes.

 

MULTIJUGADOR

Luchar y Sobrevivir

 

La franquicia Mass Effect incorpora por primera vez una vertiente online que se puede resumir en un concepto: La Galaxia en Guerra. Un mapa aparece en nuestro terminal de guerra indicando un 50 % de disposición galáctica en nuestras tropas por defecto. Cada vez que completemos una partida dicho porcentaje irá ascendiendo, aumentando la efectividad de nuestros recursos de cara al enfrentamiento final en la historia.

Más que hablar de todo un complejo sistema en línea, hablaremos de un pequeño añadido multijugador que tiene además una ligera influencia en el modo campaña sin llegar a ser determinante. Básicamente es un único modo de juego basado en arenas de combate donde resistiremos las oleadas de varios tipos de enemigos a elegir: Cerberus, Geth y Segador. Tendrá lugar en seis mapas distintos (los mismos de las misiones secundarias N7 de la campaña), en un nivel de dificultad bajo (bronce), medio (plata) o alto (oro) y con el aliciente de tener que completar en alguna ronda un objetivo concreto como activar unos terminales, eliminar a un enemigo específico o defender una zona.

Afortunadamente se han añadido todas las opciones de personalización del juego incluyendo clases, razas, armas, equipo, poderes y apariencia de nuestro personaje. Éste es quizás el aspecto más interesante de este apartado ya que nos permite manejar por primera vez distintas razas con sus propias animaciones.

Para adquirir nuevo material se utiliza un sistema de canjeo de créditos, que conseguiremos en las partidas, por distintos grados de paquetes (recluta, veterano y espectro) que nos darán de forma aleatoria mejoras tanto de armamento como visuales, personajes o de equipo. Además se nos da la posibilidad de poder utilizar microtransacciones para los más impacientes.

Poco más se puede decir de un discreto pero correcto añadido donde la falta de modos de juego provoca que tras varias horas se nos antoje repetitivo y falto de interés más allá de desbloquear nuevos elementos.

 

 

CONCLUSIONES

Mass Effect 3 apuesta claramente por un enfoque todabía más directo hacia la acción pero ello parece haber sacrificado moderadamente la profundidad e inmersión conseguidas en sus anteriores entregas. Algo que no debe por qué justificarse pero que dado el resultado final lo compensa de alguna manera. Sin embargo, la mayoría de jugones notarán un descenso, no en la calidad, sino en el contenido. Es por ello que la nota en su jugabilidad es inferior al compararla con la franquicia en sí misma.

Un reflejo de este hecho es que estamos seguros de que la mayoría le dedicaremos mucho menos tiempo a nuestras partidas que en sus anteriores precuelas. Depende claro del nivel de dificultad y de la atención que le prestemos a las misiones secundarias. Centrándonos en la campaña principal, no sobrepasaremos apenas las veinte horas de juego.

A pesar de ello no hay que olvidar lo más obvio, es un grandísimo videojuego. Quizá nuestra incidencia en los diversos recortes como en la interacción con los personajes y la exploración de la galaxia, hayan dado la sensación de que es peor de lo que en realidad es. Nada más lejos de la realidad lo único que nos molesta es tener la sensación durante todo el juego de haber tenido que sacrificar ciertos aspectos por otros. Sin duda, hubiese sido el juego perfecto si con él arrastrara todo el contenido y profundidad de sus anteriores entregas.

No obstante estamos seguros de que la franquicia no acaba aquí y quién sabe, quizás en un futuro nos encontremos con el videojuego más completo del universo Mass Effect. Mientras tanto, no dudes en disfrutar con esta entrega o comenzar a conocer la serie desde el primer capítulo, disponible al completo en todas las plataformas de sobremesa.

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Autor: Agost Ver todos los post de