Hellblade: Senua’s Sacrifice

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Hellblade es de esos títulos que de por sí muestran que esta industria tiene valores desde todas partes. Mientras que en pocos días llega God Of War que es una de las producciones de mayor nivel de Sony, Ninja Theory nos propone un viaje de proporciones bíblicas para un personaje que cuando acaba, será parte importante de la vida de cualquiera que ha jugado al videojuego.

Ninja Theory afirmó que este título es para ellos un indie AAA. Da igual que le falten ciertas mecánicas o que el sistema de combate pueda llegar a resultar repetitivo, todo va ligado a la aventura de Senua y como el propio estudio de desarrollo le ha dado un volumen, todo en su conjunto es de una espectacularidad impresionante.

Este título no es fácil de comprender pues debemos de estar con ciertos sentidos puestos al completo, yo recomiendo jugarlo cuanto más solo mejor, sin ningún tipo de distracción. Disfrutarlo tú, el mando, la televisión y los auriculares.

La historia de Hellblade: Senua’s Sacrifice nos pone en la piel de la protagonista, Senua. Se embarca en una misión suicida, infernal o sencillamente pasional por traer el alma de su amado Dillion de las garras de Hela, la diosa de la muerte. Por otro lado, tenemos la otra cara de la moneda de la propia Senua, que es que tiene una enfermedad mental que en el propio videojuego la tratan como una maldición, una oscuridad que lleva tras ella, unas voces que la acompañan y que están desde hace años.

La historia nos lleva por una aventura épica que tiene que sufrir ella sola. Viviendo situaciones de locura y también momentos de verdadera tristeza. Es una montaña rusa de sensaciones, de ver como sufre por querer salvar a la persona que ama. El videojuego utiliza todas sus herramientas, todo lo que tiene para ofrecernos una experiencia única, no es un simple Walking Simulator, es mucho más.

Para terminar, recomendamos también aquellos que lo adquieran que vean el documental que contiene el videojuego acerca de cómo ha tratado Ninja Theory todo lo que rodea a dicha enfermedad y cómo ha trabajado para sacar con el mayor de los respetos este título que es único.

Si nos sentamos a hablar de la jugabilidad, como he dicho anteriormente puede hacerse repetitiva, pero va ligada a la aventura de Senua. Todo está atado a ella, los escenarios, la forma de moverse, cada rincón está ligado a ella.  Lo primero que nos sorprenderá es que la cámara está muy pegada a la protagonista y que tiene un movimiento lento; inclusive el caminar rápido no lo será tanto, casi siempre tendremos un camino recto por el que caminar, bifurcaciones, algunos mapas un poco más extensos, pero nada más. Caminaremos la mayor parte de las veces.

Llegaremos a puntos donde encontraremos coleccionables que nos contarán la historia del mundo de Senua, que se encuentra en un mundo de vikingos, con sus dioses, reyes y héroes. También hay puzles que son simples pero a la vez nos llevarán unos minutos completarlos. Van variando en su ejecución, como por ejemplo buscar por el escenario objetos con las formas de las letras o símbolos que nos piden. Según avancemos, cambiarán y se adaptarán a las condiciones de la aventura.

Luego están los combates. El combate es otra de las facetas de Senua, de su vida y de su personalidad. Ella luchará contra estos enemigos para avanzar en su cometido. Tenemos golpe flojo, golpe fuerte, patada para desproteger y un botón que nos dotará de un tiempo bala para hacer un daño brutal al enemigo. Ahora combina todo esto en ciertos puntos, con enemigos que van saliendo de 3 en 3, esquivar, protegerte y seguir hacia adelante. En ciertos puntos nos encontraremos con jefes que nos pondrán las cosas verdaderamente difíciles. Con mecánicas diferentes y que deberemos estar atentos para vencerlos.

Senua avanza en su historia y se cansa, eso se ve en el apartado gráfico tan brutal que tiene. Recomendamos jugarlo sea donde sea, en PC, Xbox One (en este caso) o PS4. Hace un uso del Unreal Engine 4 de una forma bestial. Escenarios bellos, con luces que envuelven a la protagonista, no faltan los escenarios oscuros, laberintos infernales, costas llenas de barcos destruidos, lluvia que no deja que la misma Senua pueda avanzar…, todo ello hace que sea una experiencia maravillosa en lo visual. Aunque sea un pasillo donde caminemos durante las horas que dura el propio videojuego, no deja de ser una anécdota para que nosotros disfrutemos de lo que Ninja Theory quiere compartir. Cada cambio de plano está trabajado de tal forma que sentiremos cómo se siente la propia protagonista.

Cabe destacar que también lo hemos jugado en Xbox One X; con la opción de gráficos enriquecidos todo alcanza un nivel más grande. De hecho aparecen más elementos en pantalla. En este apartado no tenemos más que quitarnos el sombrero. Enorme el trabajo de Ninja Theory.

Este videojuego es la definición de experiencia audiovisual. Dejando claro que en lo visual es impresionante, hay que decir también que en lo auditivo no se queda atrás. Está al mismo nivel o quizás superior. Estamos ante un trabajo sonoro, espectacular. Ninja Theory ha trabajado esto de manera minuciosa y esquemática, partiendo de la base que nos recomiendan jugar al título con auriculares. ¿Por qué?, porque está trabajado en sonido Binaural, con lo cual con los auriculares disfrutaremos de una experiencia que personalmente nunca había podido disfrutar en un videojuego.

Si unimos esto al mimo del estudio por mostrarnos la enfermedad ya tenemos la respuesta. Veremos a Senua sufrir por su enfermedad y escucharemos a Senua sufrir también por la enfermedad. Escucharemos esas voces que ella escucha, sus pensamientos, su sufrimiento, escucharemos como se ríen de nosotros, como nos intentan engañar o arrastrarnos a la debilidad más absoluta. No sólo es la carga que lleva encima la protagonista, es también lo que la rodea, el agua,  cada paso que da es impresionante.

Para acabar, decir que la maravillosa BSO que lleva el videojuego, compuesta por Andy LaPlegua y David García Díaz, nos introduce de manera bestial en el ambiente del videojuego.

Conclusiones finales

Hellblade: Senua’s Sacrifice es un videojuego que debe vivir el jugador de la manera más personal posible, para que entienda y pueda sentir lo que el título quiere transmitir. Como comentario personal, me gustaría volverlo a jugar como si fuera la primera vez.