Army of Two: The Devil’s Cartel

7.5 Nota General
Jugabilidad: 8/10
Gráficos: 7/10
Diversión: 8/10

La cooperación bien sea con un amigo o con la CPU es más que fundamental | La personalización del equipamiento | La IA del compañero es espectacular

La campaña es muy corta | No tiene más modos de juego

Electronic Arts nos trae la tercera entrega de su franquicia Army of Two, esta vez desarrollada por la división de Montreal de Visceral Games. Army of Two: The Devil’s Cartel es la nueva iteración de esta saga que cuenta con un cambio significativo, ya que en esta ocasión ha sido desarrollado con el motor gráfico Frostbite 2.0.

Como bien sabéis, esta franquicia es de acción pura y dura, sin más pretensiones que la de darnos entretenimiento mientras cooperamos bien sea con un amigo/conocido, con un desconocido o con la CPU, durante múltiples fases en donde no cesarán los tiros. En otras palabras, es un título más que ideal para descargar la adrenalina que tenemos dentro.

El subtítulo de la nueva entrega también ayuda bastante a la hora de comprender que nuestra misión no es otra que la de desbaratar los planes de un cartel de drogas muy peligroso que está asentado en un poblado de México. Además del motor gráfico, hay más cambios, ya que ahora no controlaremos a la dupla formada por Salem & Rios (fueron los protagonistas de los dos primeros AoT). Alpha y Bravo son los nuevos personajes, que al igual que los anteriores, demuestran lo bien compenetrados que están, sobre todo gracias a Salem y Rios, que hacen las veces de mentores durante los primeros instantes del videojuego.

Con estas premisas, nos adentramos en un Army of Two que no tiene que envidiar nada a sus predecesores. La base está muy consolidada y aunque no ha habido una gran evolución, la diversión está más que garantizada desde el primer segundo.

 

JUGABILIDAD

Army of Two: The Devil’s Cartel es una secuela que sigue el mismo camino que la anterior entrega, si bien con el Frostbite 2.0 la inmersión sobre los escenarios donde hay tiroteos es mucho más intensa y satisfactoria. Entre otras cosas, prácticamente no hay ninguna cobertura segura ya que con la destrucción que se proyecta sobre cada rincón se consigue que haya que compenetrarse mucho mejor con el compañero para avanzar escalonadamente o bien franquear al enemigo mientras uno acapara la atención.

La cooperación lo es todo y sin duda, la IA del compañero era algo que había que mejorar, cosa que han conseguido y con creces. Es más, en muchos momentos hay que ir cada uno por su lado y además de que no va a lo loco, si por ejemplo le hemos subido a un piso de arriba y nosotros caemos malheridos, vendrá enseguida esté donde esté para inyectarnos la cura. Muchas veces, durante las 7 horas (más o menos) que me ha durado la campaña en modo normal, he llegado a pensar que la CPU estaba siendo controlada por un humano.

Se acabó que la CPU fuera un mero kamikaze o que apenas cubriera sus espaldas. Ahora tiene dos dedos de frente y ante cualquier situación sabe comportarse. De hecho, prácticamente no hace falta ni indicarle las órdenes para que lance granada, llame la atención, entre en estado de Aniquilación o que se apegue a nosotros. Por si sólo sabe muy racionar cada acción, sacando lo mejor de cada una en su respectivo momento. Dicho de otra manera, si no tenéis un amigo o quien sea para que os acompañe en la acción, no es algo que en este AoT sea indispensable; por otra parte, no cabe duda que la mejor faceta de este videojuego es gozarlo con un amigo bien sea online u offline con pantalla partida.

Los escenarios están muy bien diseñados, la escala de la acción es tremenda y en algunas ocasiones llega incluso a ser vertical, pues como he dicho antes, hay zonas en las que podemos subir o hacer subir al compañero, para así cubrir muchas posiciones desde cualquier distancia. Nosotros somos Alpha y no siempre estamos junto a Bravo, en la demo mismamente podéis comprobar como hay un momento en el que uno se va a un helicóptero para acribillar a todo lo que se mueva mientras el otro va por el escenario. En ese tipo de situación es cuando hay que ir con más calma, ya que al estar en la misma zona pero separados, si caemos en combate entonces no podrá venir (por razones obvias) a curarnos.

La variedad de la acción consigue transmitir que no estemos haciendo todo el rato lo mismo, cosa muy difícil ya que es un juego en ese sentido muy limitado: pegar tiros a todo lo que se mueve. Hay algún momento en el que podemos conducir, mientras el otro se pone en la torreta a disparar a mansalva. En esto de decidir cómo avanzar, en forma de si pretendemos conducir o disparar, o ir por el escenario o bien en helicóptero… es donde se procede a que Alpha elija el porvenir. Gracias a la gran IA elaborada, no tengo miedo alguno en elegir conducir porque la CPU se va a encargar y muy bien de no dejar títere con cabeza.

Los enemigos tienen una IA más bien discreta, es muy común para este tipo de juegos: se cubren cuando toca, disparan apuntando o a ciegas estando cubiertos, provocan que no estemos siempre en la misma cobertura bien sea destrozándola o lanzando una granada para ahuyentarnos. No están limitados a armas de fuego y contundentes, también hay otros que nos vienen en plan señuelos con armas blancas para atacarnos cuerpo a cuerpo. Así pues, manejar bien el cuchillo es algo fundamental, si bien más que bien consiste en realizarlo en el momento adecuado pues estos que van a lo loco suelen salir de esquinas o de escondites que no suelen estar a simple vista.

Por si tenemos algún problema o nos quedamos apurados en x zona, con el botón back (select en PS3) se activa una de las novedades de la saga: la visión T.W.O, que nos permite ver cuál es la mejor opción para avanzar con garantías. Este añadido está muy bien para aquellos que lo necesite, por nuestra parte, no hemos uso nunca de ella porque en normal el juego es muy asequible.

El sello visceral queda muy bien, los desmembramientos se ocasionan con las numerosas armas y granadas que tenemos a disposición. La confección de nuestro equipamiento sigue siendo igual de bueno como en los anteriores AoT: pasando cada tramo nos obsequian con dinero dependiendo de lo espectaculares que hayamos sido ejecutando a los miembros del cartel; en otras palabras, disparar de cara o ir de cara se puntúa muy poco comparado con pillarles de sorpresa flanqueando o yendo por detrás y realizar movimientos de cuerpo a cuerpo, que también han sido mejorados y tienen más variedad. Otro ejemplo: si realizamos la Aniquilación doble (activándola Alpha y Bravo prácticamente al mismo tiempo), ahí se puede amasar muchas muertes y combos de aniquilados que repercutirán en muchas muertes por estilo, obsequiándonos de esta manera con un buen puñado de dinero.

Con este dinero, podemos comprar y mejorar cada arma que podamos desbloquear, en total hay 25 rangos/niveles para cada personaje y como es previsible, para poder manejar las más potentes habrá que llegar como poco al rango 12, aunque las que hay antes si se van mejorando e incluso si se equipan accesorios como lanza granadas o balas de fuego, hacen muchísimo daño. Por supuesto, también se pueden cambiar el diseño.

Con nuestra vestimenta pasa lo mismo, podemos comprar la que más nos guste siempre que se llegue al rango requerido. Respecto al santo y seña de esta saga, que son las caretas, podemos personalizarlas a nuestro gusto y aquí se nos puede ir mucho tiempo dependiendo de lo que nos guste editarla. Cómo no, si somos de gatillo fácil también podemos comprar cualquiera de las que nos ofrecen en el equipamiento. ¡Lo que el jugador quiera!

APARTADO TÉCNICO Y SONIDO

El Frostbite 2.0 le sienta muy bien, aunque no luzca gráficamente tan bien como Battlefield 3 y 4, cumple muy bien con su cometido en lo visual. Los personajes están muy definidos, sus rostros parecen muy reales y los trajes cuentan con diversos detalles. Hasta las armas están bien detalladas incluso cuando no la usamos, ya que de normal la que no se usa suele estar “pegada” en la espalda pero esta vez no, tiene vida propia y nunca parece que esté pegada. Lo único que desluce son las sombras, en los planos cortos se notan un tanto pixeladas.

Los escenarios son del perfil de México, colores de desierto a lo Breaking Bad. En la versión que analizamos (Xbox 360), se incluye un paquete de instalación en HD de 1’5 GB. Con esta instalación, no cabe duda de que todo luce muy bien. En este apartado, el salto es muy alto viniendo de Army of Two 2.

Los frames son sólidos durante todo el juego, pues no se perciben caídas notorias. En este sentido no hay ningún pero, es vital que en un shooter como el que nos ocupa ni haya ralentizaciones ni caídas durante los tiroteos y explosiones. Por otra parte, no hay entorno que sea eterno, la destrucción de la que hace gala el motor gráfico es de lejos de lo mejorcito que hemos podido probar en todo lo que llevamos de generación.

Las animaciones son muy corrientes, ni destacan ni desmerecen, aunque hay alguna como la de bajar al suelo desde un piso alto que se antoja un tanto brusca. Salvo esa animación en concreto, las demás casan muy bien con lo que se juega.

La banda sonora cuenta con piezas instrumentales que van de menos a más. Al principio pasan muy desapercibidas pero después de unas horas se escuchan algunas (alguna en cuestión me ha recordado a la BSO de la película Black Hawk Down) que dan ganas de incluso estar parado para escucharla entera sin que haya ningún otro sonido. El doblaje en español es de auténtico lujo, todos los personajes (principales y secundarios) cuentan con voces muy conocidas a poco que se sigan un par o tres series de televisión en español. Los diálogos entre Alpha y Bravo, pese a ser nuevos protagonistas, son por lo general graciosos y con buen humor, marca de la saga de Army of Two.

CONCLUSIONES

Army of Two: The Devil’s Cartel se presenta ante la sociedad siendo la mejor entrega de la trilogía. Este shooter que se disfruta como pocos en tercera persona, no da tregua en ningún momento. Recomendamos jugarlo como mínimo en dificultad difícil para que no sea un camino de rosas.

He jugado la primera partida en normal porque me encanta re-jugarlo con cualquiera que lo tenga, pues la experiencia de juego es buenísima y tiene muchísimo gancho y una vez habiéndolo disfrutado junto a la CPU, ahora ya tengo un gran equipo y un rango intermedio para jugarlo en el modo más difícil junto a otra persona.

El hándicap que puede tener es que sólo dispone de una campaña que no es muy larga y a la vez es muy rejugable para desbloquear las armas más poderosas y demás. Aquí ya depende del jugador, como shooter es muy bueno y jugarlo en buena compañía incrementa el nivel de la acción. A poco que os guste jugar en cooperativo, os encantará.

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Autor: David Graña Ver todos los post de