Driveclub

Análisis realizado por Marcos Salinas

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El 20 de Febrero de 2013 Sony anunciaba su nueva consola, sin consola pero sí con cifras de esas que tanto gustan ahora, pero con juegos que prometían, y mucho, un cambio más que esperado y necesitado. Driveclub era uno de ellos, el nuevo título de conducción de Evolution Studios, creadores, entre otros, de los Motorstorm.

El juego debía ser título de lanzamiento junto con la consola, además de título de la suscripción PlayStation Plus, pero una serie de problemas hizo que se retrasase hasta ahora, prácticamente un año después, y lo hace casi como un nuevo título.

Mucho ha llovido desde que se pudo probar durante las ferias pre-lanzamiento de PS4 y la verdad es que ha cambiado mucho también desde entonces.

Todo el juego ha sido pulido hasta niveles notables, ofreciendo, en su versión completa, cinco localizaciones diferentes (Chile, India, Canadá, Noruega y Escocia) con un total de 55 trazados –siendo 25 circuitos únicos y los otros 30 trazados en plan modo espejo… que cogen de los 25 circuitos– y 50 vehículos, que serán ampliados mediante contenido descargable (tanto de pago como gratuitos) que ya cuentan con un calendario propio para el lanzamiento de todos ellos.  Y decimos versión completa porque el juego ofrece dos versiones diferentes,  una versión, digamos, comercial, que es  completa, con todo el contenido mencionado y que será actualizable con los DLC’s, y después otra versión recortada que es la que recibirán los usuarios suscritos al servicio PS+ que ofrece una sola localización, la India, junto con 11 trazados diferentes y un total de 10 vehículos.

Aún con el tiempo trascurrido para mejorar y pulir el juego se han dejado en el tintero una serie de características que han prometido que añadirán en breve, como las repeticiones y los efectos climatológicos, las cuales sí llegarán a todas las versiones, tanto la gratuita como la comercial.

El juego está estructurado en tres opciones básicas de juego, el modo tour, estructurado en diferentes pruebas –carrera, derrape, contrarreloj y una serie de campeonatos-, el evento único, donde escogeremos individualmente el tipo de prueba y localización, y finalmente el multijugador, que es únicamente online.

Aunque el modo multijugador sea exclusivamente online no es lo único que podemos hacer mientras estamos conectados a la red de redes. El juego nos da la opción de crear lo que ellos llaman Club, o unirnos a uno si así lo preferimos, que es una especie de clan en el que nosotros y hasta un máximo de 6 personas podemos competir con otros en una misma dirección,  consiguiendo puntos para subir nuestro nivel de club o participar en carreras online o los diferentes retos que nos marca el juego u otros clubes. Todo esto nos ayudará a desbloquear más vehículos (sólo desbloqueables si formas parte de un club) u opciones de personalización, que es uno de los grandes rasgos del juego. Sin llegar al nivel de otros títulos de conducción, el juego nos permite personalizar, en nuestro club, los colores y diseños que vestirán nuestras máquinas, así como las enseñas propias de nuestro club, que contarán con multitud de opciones diferentes (colores, fondo, tamaño, etc.) para que sea único.

Y volviendo a los modos del juego nos encontramos que, en el modo principal, en el modo Tour se nos ofrece un total de 50 pruebas diferentes estructuradas como un único mural por el que se avanza gracias al sistema de reputación implementado en el juego. Las carreras te premian con puntos por conducción, que se suman por los adelantamientos, zonas limpias, rebufos o nuestra gracia en el manejo de los diferentes coches, pero ojo, también resta si nuestro control dista de ser bueno, los choques contra otros vehículos o contra el escenario, así como salirte del trazado (con una cuenta atrás para devolverte a pista) restan esos valiosos puntos que nos sirven para dos cosas diferentes, la primera, y principal, nos permite desbloquear nuevos vehículos y diseños y para añadir puntos a nuestro club.

Al mismo tiempo, y complementando el sistema de puntos, hay una serie de retos implícitos en todas las pruebas que se premian con estrellas que son necesarias para avanzar por el mural del Tour. Estos retos son de lo más variado, desde alcanzar una velocidad máxima hasta hacer un derrape, en una zona concreta, que supere los puntos establecidos o seguir una trazada en particular, además de acabar en una posición determinada en la carrera.

Ambos sistemas alargan la vida de este modo, ya que si fallas un determinado reto siempre te queda la “espinita” de volver a intentarlo hasta que lo consigues, y los vehículos nuevos son siempre un aliciente para conseguir puntos.

El evento único no presenta los retos de estrella, pero sumamos puntos con el mismo sistema en el escenario y prueba que escojamos, que son las mismas que se reparten en el modo tour – carrera, derrape o contrarreloj– en cualquiera de los 55 trazados, en los que aquí sí podremos escoger hora del día y velocidad a la que pasa dicho tiempo.

El Online por su parte ofrece la opción de unirse a los eventos que genera el propio servidor, con un tipo de vehículo en particular o pruebas por equipos, en los que esperas apenas 20/30 segundos, que irán ampliando con el tiempo, para hasta 12 jugadores o crear nuestras propias partidas privadas, con nuestras reglas y opciones propias. Si consigues conectar, que es el gran problema del juego que están intentando solventar actualmente, es tremendamente estable y no presenta lag, en ocasiones las carreras son caóticas, pero siempre divertidas. Pero como decimos acceder al online a día de hoy es una odisea de muchos intentos, y jugar más de dos carreras seguidas se nos ha hecho imposible, teniendo que volver a salir y volver a conectar cada vez que una carrera terminaba.

El juego mantiene la jugabilidad que pretendían, no se puede catalogar por su conducción ni como simulador ni como arcade, ya que se queda a medio camino, teniendo cosas de simulador, cómo las diferencias en el agarre del firme o la trazada necesaria, y otras arcade, como la nula penalización mecánica por choque o su IA adaptativa que se ajusta a nuestra velocidad o habilidad no dejando jamás de estar cerca de nosotros, ya sea por rápido o por más lento, y por otro lado es extremadamente agresiva y no se preocupa por el choque, necesario o no. El juego es sencillo de jugar pero, por su IA lo convierte en un reto constante, no pudiendo fallar, ya que el adelantamiento es prácticamente seguro y además con el añadido que el juego nos penaliza con tiempo por cortar curvas o impactos demasiado fuertes contra los rivales, lo que nos obliga a estar completamente concentrados.

El juego nos presenta su mejor cara en el apartado gráfico. Con más de 200km de distancia de dibujado de unos detalladísimos escenarios, llenos de detalles y elementos interactivos, unos modelados de vehículos prácticamente perfectos, a 1080p y unos rocosos 30fps, que unidos a su gran sensación de velocidad nos dejan una sensación sobresaliente. Pero no todo es perfección en este apartado, se aprecia ligeramente la aparición de dientes de sierra en algunos elementos y un ligero popping, o aparición de elementos, en algunos escenarios. Igualmente uno de los puntos fuertes del juego a veces se vuelve en su contra, la iluminación realista da un aspecto inmejorable, pero, al igual que en la vida real, a veces llega a cegar la luz del sol y hace imposible prever la dirección de algunas curvas y la velocidad no ayuda. Eso sí, desde las cámaras externas, dos de las seis que incluye el juego, es más fácil verlo. Por otro lado, los coches incluidos, cuando sufren algún tipo de accidente, presentan daños en su carrocería, pero son mínimos sin importar la importancia del impacto, arañazos y abolladuras es lo más que conseguirás en este apartado.

El apartado sonoro también está a un buen nivel. Aunque a día de hoy sobra decirlo no está de más señalarlo, incluye sonido digital DTS de gran calidad. En este apartado destacan los sonidos de los motores ya que se les ha dado una importancia inusual, tanto que de serie la música no está presente más que en los menús (hay que activarla), son muy buenos, cambiando dependiendo de la cámara, adaptándose a la posición de la misma, quizás, y por poner una pega, les falta algo de fuerza. Los efectos son correctos con sonido de derrapes y diferencias entre el firme que dan una sensación adecuada y real.

La música por su parte,que queda relegada a un segundo plano y pasando casi desapercibidas, pero son ritmos electrónicos buenos y variados, dentro del género, como el Breakbeat o el Techno.

En líneas generales el juego es correcto en todos sus apartados, haciendo bien todo lo que hace, pero no sorprende más que en el apartado técnico. Sus preciosos gráficos y su fácil jugabilidad invitan a jugar (quizás una IA menos agresiva y más realista sería un mejor reto), pero el modo Tour es su modo principal, debido a sus problemas en el online, que esperemos mejoren, y sus retos harán que el juego nos dure una temporada. En definitiva es una buena opción pero alejado de los mejores del género.