En el último ejercicio fiscal, los ejecutivos de Activision han comentado que la compañía está decepcionada con los resultados que ha tenido Destiny 2.
Las ventas de la esperada gran expansión del título de Bungie no han alcanzado las expectativas de facturación que tampoco alcanzó el juego base, y es que Destiny es una de las franquicias más costosas de la historia de los videojuegos, una IP cuyo propósito es mantenerse en el candelero durante diez años. El futuro o enfoque de la serie está un poco en el aire a juzgar de las palabras de Cody Johnson, el COO de Activision, que le comentaba lo siguiente a los inversores:
«Algunas de nuestras franquicias como Destiny no están rindiendo tan bien como nos gustaría. No hemos visto todavía el compromiso total de los jugadores con Destiny 2, lo que nos ha llevado a rendir por debajo de las expectativas a fecha de hoy».
Como sabéis Destiny 2 se ha regalado a todos los usuarios de Battle.net desde la BlizzCon 2018, una medida que claramente ha buscado impulsar a la comunidad del juego en teclado y ratón. Lo curioso de este asunto es que mientras Activision opina que Destiny 2 no funciona al nivel deseado, los creadores de la saga opinan muy distinto, y es que Bungie ya se encuentra trabajando en Destiny 3, el que aseguran será «lo que siempre han querido hacer«. El propio Luke Smith, director de Destiny 2, daba en Twitter su opinión personal acerca del estado actual de Destiny 2:
«No estamos decepcionados con Destiny 2: Los Renegados. Hemos establecido la base para construir un juego que la comunidad pudiese amar y en Bungie también lo hacemos. Construir el universo de Destiny para los jugadores que lo aman es y seguirá siendo nuestro principal objetivo en el futuro».
